La noche se ilumina con destellos rojos y dorados, mientras los fuegos artificiales estallan en el cielo, ahuyentando a los malos espíritus con el estruendo y el aroma de la pólvora. Las calles vibran con las danzas del dragón, sinuosas y ondulantes, y el sonido de los tambores y platillos acompaña el salto protector de los leones, resplandecientes entre una nube con sabor a sésamo, jengibre y cebollín. En cada esquina, los faroles acompañan el movimiento del viento y los hongbao rojos brillan, cargados de esperanza para el Año de la Serpiente, promesa de sabiduría, renovación y fortuna.
La ‘Fiesta de la Primavera’ es la celebración de entrada al año 4723 según el calendario lunar chino, y tendrá lugar el próximo 29 de enero. Sin embargo, miles de chinos no podrán acudir a sus ciudades natales, por lo que este domingo se representará una versión «a la navarra» de este tradicional evento en Barañáin.
Mónica Yu, secretaria de la Asociación de Chinos en Navarra, es la responsable del Festival del Año Nuevo Chino desde 2017: «Es mi momento favorito del año y tiene mucha importancia para la comunidad china. Es un día de reunión familiar y de celebración con amigos, de deseos para un buen año, tanto en términos de prosperidad personal como colectiva».
Inicialmente, tenía lugar en el Colegio Público Iturrama, pero desde hace varios años se organiza en el Auditorio Barañáin. Con capacidad para unas 670 personas, las entradas, a un precio de quince euros, se agotaron «con rapidez». Un año más, el aforo fue «insuficiente» para una tradición que está cogiendo cada vez más vuelo en la Comunidad foral y que ofrece un espectáculo que mezcla la cultura china con otros estilos como el flamenco (Escuela Sandra Gallardo), el ballet (de la mano de la Escuela Diana Casas) o el kung-fu. Asimismo, los asistentes disfrutarán de una exhibición de trajes étnicos, música instrumental y ópera, una demostración de artes marciales y la danza del dragón y el león.
«Me encantaría poder trasladarnos a un espacio más grande como Baluarte o Navarra Arena en el futuro. Por ahora, organizamos actividades previas al evento en la plaza contigua al recinto como la danza del dragón, demostraciones de caligrafía y degustaciones de tapas chinas. Todo ello con el objetivo de que más personas puedan disfrutar del espectáculo», añade Yu.
COLABORACIÓN NAVARRA
El festival del Año Nuevo Chino se financia principalmente a través de patrocinadores locales y asociaciones que no solo ofrecen fondos, sino que también participan mediante donaciones de premios para los sorteos. La organización busca apoyo tanto de empresas gestionadas por propietarios chinos como de otras que son propiedad de familias navarras. Una lista en la que figuran Bodegas Olimpia, IED, Metales ADI, Cafés Barros, Codesa, Mibor Asesores, Sungrow, Lacturale, El Caserío de Tafalla, el restaurante Imperial, Hotel Alaiz, Twice, bar Toro y la Taberna del Cuto.
Además, el Instituto Confucio de la Universidad de Zaragoza, del que ella es responsable en la región a través del Aula Confucio de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), también contribuye económicamente. «Este respaldo es clave para la realización del evento y refleja una colaboración entre los negocios locales y la comunidad china», apunta Yu, que también administra su propia academia de idiomas en Pamplona.
Con un presupuesto anual de unos 8.000 euros, destinados principalmente al alquiler de espacios y al pago de los diferentes gastos operativos del evento, el festival ha experimentado un crecimiento «considerable» a lo largo de los años: «La participación ha aumentado y los chinos de Navarra han respondido positivamente, con una participación activa en las celebraciones. Además, la audiencia se ha diversificado, ya que cerca del 50 % de los asistentes son navarros, lo que refleja un creciente interés de la población navarra por conocer la cultura china».
En esta línea, destaca la diversificación sectorial de los negocios gestionados actualmente por sus paisanos en Navarra. Y es que más allá de la hostelería, el comercio o la alimentación, también se están adentrando en otros como el farmacéutico o el inmobiliario. «Este crecimiento económico ha favorecido la integración y la creación de empleo tanto para los chinos establecidos en Navarra como para los ciudadanos locales. Las empresas chinas también están encontrando oportunidades de inversión en la región, lo que contribuye al dinamismo económico», defiende.