Es el cuarto país importador de productos navarros y uno de los que deja la balanza comercial más positiva. Pero ahora, con el Brexit en ciernes, las empresas no ocultan cierto grado de incertidumbre.
El sector del vino es uno de los más expuestos a posibles cambios. No es difícil suponerlo cuando prácticamente un tercio de la producción de la Denominación de Origen Navarra viaja al extranjero. Y, aunque lo hace a más de 70 países, Reino Unido ocupa el tercer lugar. Según los datos del Consejo Regulador del Vino referidos a 2016, entonces se comercializaron 37,7 millones de litros, de los que 12,5 millones se destinaron a exportación. A Reino Unido se vendieron 1,6 millones de litros, sólo por detrás de Alemania (2,6 millones) y China (2,2 millones).
“No hay por qué pensar mal, pero somos un poco fatalistas. El brexit no va a ser positivo”, Jordi Vidal (Consejo Regulador del Vino)
“Navarra lleva 50 años exportando y ha estado muy presente en Reino Unido”, confiesa Jordi Vidal, gerente del Consejo Regulador, sin ocultar cierta incertidumbre sobre el futuro de este mercado. “Pensamos que puede llegar a haber un efecto negativo por la política arancelaria. Los productos de la UE podrían quedar en una situación más débil que los de la Commonwealth. Y, en el caso del vino, Australia es un productor muy potente y está muy orientado a la exportación”, analiza Vidal. A todo ello, se suma, además, que todos los productores quieren entrar en Reino Unido. “Tiene un consumo muy importante. Es un mercado muy competido”. Así las cosas, no queda otra, reconoce, que estar “expectantes” ante lo que finalmente se acuerde. “No hay por qué pensar mal, pero somos un poco fatalistas. Creemos que no va a ser positivo, pero esperaremos a ver cómo se negocia”.
En una línea similar se manifiestan desde el Grupo Príncipe de Viana, el principal productor navarro, que aglutina las bodegas Príncipe de Viana de Murchante, Finca Albret de Cadreita, Rioja Vega de Viana y Bodegas Clunia de Burgos. “Es uno de nuestros mercados principales. Es el mayor importador de vino español a nivel mundial, así que es un mercado clave, y, además, es un público que entiende de vino”, señalan desde el grupo, que empezó a exporta a Reino Unido en los años 80.
“El Brexit está ya afectando a las ventas. Es una realidad. Hay incertidumbre y, como consecuencia, la tendencia del mercado británico ha cambiado”, describen con preocupación. “Ahora compran más enfocados en precio. Además, la libra se ha depreciado y sus importaciones les resultan casi un 25% más caras”. Para el grupo, la solución ha sido “un cambio estratégico”. Su distribución es ahora “más independiente y local, más pequeña”. Todo ello con el objetivo de “seguir vendiendo vinos de calidad a precio justo; vender menos, pero de más calidad y más caro”. Confían en buscar “soluciones” a la situación generada por el Brexit, pero no dejan de lado la búsqueda de nuevos mercados, “no tanto como sustitutivos de Reino Unido, que sigue siendo muy importante, sino como oportunidades para seguir creciendo”.
El nuevo Polo, sin hueco en Reino Unido
El Volkswagen Polo es el producto estrella de Navarra. La industria de la automoción es el principal motor económico de la Comunidad foral y también lo es de las exportaciones navarras. Por eso, no es de extrañar que Navarra entera acogiera con los brazos abiertos la elección de la planta de Landaben para fabricar un nuevo modelo de Polo, toda vez que el anterior dejó de fabricarse a finales de junio.
En el último año, Volkswagen Navarra fabricó 296.800 Polos; el 91,5% dirigidos a la exportación. Son, sobre todo, Alemania, Italia y Francia los países receptores. Pero también a Reino Unido se manda una cantidad, quizás más residual, pero no por ello menos importante. En ese mismo año, se vendieron a Gran Bretaña 16.338 (un año antes fueron 19.237) por un importe aproximado de 160 millones de euros (un 26% del total de exportaciones a Reino Unido).
Ya no se fabrican coches con el volante a la derecha en Landaben
Desde la planta de Ladaben recalcan que, al ser sólo fabricantes, no depende de ellos las políticas de venta y exportación. Es una empresa comercializadora del grupo en España la encargada de estos asuntos. Por ello, evitan valorar qué efectos podría tener el Brexit en su día a día. Pero, lo cierto, es que cambios va a haber, aunque no tanto por la salida de Reino Unido de la UE. “Desde que empezamos la fabricación del nuevo Polo, el 17 de julio, no se fabrican coches con guía derecha (con el volante a la derecha)”, explican desde la planta. “Esos coches se hacen ahora en Sudáfrica”, inciden. Con lo cual, es previsible que el conjunto de las exportaciones navarras caiga drásticamente en el segundo semestre del año.
Las agroalimentarias, más tranquilas
La climatología es la principal baza con la que juega la industria agroalimentaria navarra. Tanto la de la Comunidad foral, como la de Reino Unido. Esa diferencia, más que notable, hace que muchos productos que consumen los ingleses no los puedan producir en su país y tengan, necesariamente, que exportarlos. El maíz es un buen ejemplo. Navarra lo exporta allí por valor de 32,5 millones de euros. Buena parte de ellos de la mano del grupo Cidacos que tiene en Funes 1.700 hectáreas destinas a su cultivo y el de legumbres. En el caso de Riberebro, grupo navarro-riojano que aglutina a Gvtarra, Jae y Ayecue, el mercado inglés les demanda principalmente champiñón, fresco y en conserva. “Es nuestro principal exportador de la compañía y lo que exportamos a Reino Unido, aunque no es nuestro mayor mercado”, reconoce Miguel Ángel Adán, export manager del grupo. “El Brexit tiene efectos limitados en ese producto, porque no va a variar el consumo y como ellos no lo producen tendrán que comprarlo fuera. Y, en este caso, la competencia es casi exclusivamente europea, así que todos estaremos en un terreno parejo”, explica. No obstante, teme que los nuevos aranceles a los productos europeos puedan “abrir la puerta a otros competidores, como China”.
La climatología es la principal baza con la que juega la industria agroalimentaria navarra
General Mills, por su parte, tiene en el Reino Unido su principal cliente. Aunque también comercializa la marca Gigante Verde, en su planta navarra de San Adrián se dedica a otros productos. “Aproximadamente el 55% de nuestra producción se dirige a allí, sobre todo, salsas y tortillas de la marca Old El Paso, además de barritas energéticas de la marca Nature Valley”, confiesa Imanol Vidal de Los Mozos, director de Operaciones de General Mills San Adrián.
Vidal muestra su preocupación por el futuro incierto, pero es optimista: “El futuro está en nuestras manos. Si somos capaces de generar valor en nuestros clientes, poniéndolos en primer lugar a la hora de innovar y si somos capaces de tener una capacidad productiva flexible y competitiva, no tengo la menor duda de que saldremos reforzados”. Como multinacional, apuestan por mantenerse en el mercado inglés “independientemente del Brexit”, pero no dejan de lado otras alternativas. “Seguiremos explorando nuevas oportunidades en países en los que nuestro nivel de implementación es muy marginal”.
Otra de las firmas navarras con más proyección internacional es Viscofan. Sus envolturas artificiales para alimentación se venden en más de cien países, entre ellos Reino Unido. “Precisamente al estar asentados ya a nivel mundial, un solo país no es algo fundamental para nosotros, pero sí es importante en cuanto a que nos gusta estar en todos lados, porque muchos montoncitos son los que hacen el todo”, argumentan desde la compañía. Para Viscofan, el Brexit ya se ha dejado notar con la depreciación de la libra. “Será un proceso largo y es difícil anticipar cómo terminará ni qué acuerdos se alcanzarán. Por eso, no tiene sentido anticipar mucho. El mundo cambia; hay muchas idas y venidas”, sentencian.