El Consejo Rector de la Unión de Cooperativas Agrarias de Navarra (UCAN) cuenta por primera vez en su historia con presencia femenina. Esther Burgui Itoiz y Maite Resano Jimeno son las nuevas interventoras de un equipo elegido por la Asamblea General, que representa a los diversos sectores productivos y a las actividades horizontales.
UCAN cuenta con 130 cooperativas asociadas, que aportan 1.206 millones de euros de facturación y suman 2.049 personas empleadas de forma directa, además de los empleos que suponen los más de 19.000 socios agricultores y ganaderos. La organización asocia, además, el 96,3 % del volumen de facturación del sector cooperativo agroalimentario y el 98,5 % del empleo directo del mismo.
Maite Resano Jimeno tiene 46 años y es natural de Andosilla. Esther Burgui Itoiz es de Villaveta y tiene 31. Ambas son agricultoras, lo que demuestra que las féminas se van sumando poco a poco a puestos de responsabilidad en el mundo agrario. Un hito que ambas califican como “muy importante”. “Este es un sector en el que siempre hemos estado presentes, aunque en un segundo plano“, recuerda Resano.
Esther Burgui: “Somos nosotras mismas las que nos ponemos barreras pensando que no somos capaces”.
Por eso, las dos dirigentes consideran que las mujeres deben seguir trabajando para hacerse cada día mas visibles: “Hay que seguir luchando por la igualdad de género para un desarrollo viable y sostenible que no deje a nadie atrás”.
La juventud de Burgui aporta una visión complementaria, ya que además de apostar por la lucha por la igualdad, cree que las mujeres deben ganar en confianza. “Somos nosotras mismas las que nos ponemos barreras pensando que no somos capaces de desempeñar una actividad agrícola o ganadera igual que un hombre. Y sí lo somos”, valora.
GRUPO DE TRABAJO DE MUJERES
Desde UCAN se está trabajando para dar mayor relevancia a las mujeres agricultoras y cooperativistas, especialmente a través del Grupo de Trabajo de Mujeres, que organiza visitas a explotaciones, debates, cursos de formación, etc. “Conocer y compartir experiencias siempre es enriquecedor. Siempre hay algo que aprender y algo que aportar. Y esto ayuda a que las mujeres demos pasos hacia delante”, explica Resano, quien también destaca los objetivos que se han marcado. Por un lado, “intentar implicar cada vez a más mujeres en el grupo de trabajo y en los órganos rectores de las cooperativas. Y, por otro, “visibilizar más la figura de la mujer“.
Maite Resano: “En mi camino encuentro muchas piedras y cada una la voy aprovechando para mi crecimiento”.
Desde este grupo, se trabaja para incentivar a otras mujeres “luchando por la igualdad de género, ya que es un requisito previo importante para un desarrollo viable y sostenible que no deje a nadie atrás”. Y, desde su experiencia personal, Resano anima a las mujeres a trabajar en el sector agrario: “Yo estoy feliz e ilusionada. En mi camino encuentro muchas piedras y cada una de ellas la voy aprovechando para mi propio crecimiento. ‘Si quieres ser feliz una semana, haz un viaje. Si quieres ser feliz un mes, cómprate un coche. Y si quieres ser feliz toda tu vida, trabaja el campo‘, me dijo un abuelo una vez. Así que les diría a otras mujeres que no lo duden y se acerquen al campo”.
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