Las proteínas cultivadas en laboratorio, también denominadas cell-based, se perfilan, según Fernando Caballo, técnico de Vanguardia y Tendencias del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), como “una alternativa prometedora para satisfacer la creciente demanda mundial de nuevas fuentes de proteínas”. A diferencia de las de origen animal, estas se obtienen mediante el cultivo de tejido muscular y células en condiciones controladas, lo que elimina la necesidad de criar y sacrificar seres vivos.
Sin embargo, según Caballo, “los progresos en este ámbito no están exentos de controversia”. Mientras sus defensores consideran que su uso ayudaría a solucionar (o, al menos, a atenuar) la crisis ambiental y los dilemas éticos sobre el bienestar animal en la producción cárnica tradicional, también han surgido dudas sobre su viabilidad a gran escala y sobre el nivel de aceptación del consumidor. Además, en los últimos meses, se han aprobado leyes que prohíben su comercialización en países como Italia (donde también se ha prohibido su producción) o los estados de Florida y Alabama, en Estados Unidos, con el argumento de que es “carne falsa” y de que representa una amenaza para los productores convencionales.
A pesar de este debate, el sector de las proteínas cultivadas sigue superando retos. En 2024, especialmente en Europa, se han logrado varios avances relacionados precisamente con la legislación, como la creación del primer sandbox regulatorio para el desarrollo de proteínas cultivadas, la primera degustación de un alimento cell-based y la primera aprobación de este tipo de proteína en el Reino Unido.
NUEVOS ESPACIOS DE INNOVACIÓN PARA SUPERAR DESAFÍOS
La inexistencia de marcos regulatorios, su espíritu restrictivo o su excesiva complejidad se han convertido, para Caballo, “en uno de los principales obstáculos para las proteínas cell-based. Dicha problemática se está abordando “con la creación de nuevos espacios de innovación que faciliten a las empresas avanzar en sus investigaciones en entornos más flexibles para que puedan experimentar y adaptar sus productos a los requisitos establecidos por las leyes”.
Un ejemplo de ello son los sandboxes, entornos controlados de pruebas que permiten a empresas e instituciones experimentar y desarrollar proyectos innovadores bajo la supervisión de las autoridades reguladoras, sin entrar en conflicto con las normativas vigentes. Así, el Gobierno de Reino Unido acaba de invertir 1,6 millones de libras (1,92 millones de euros) en el primer sandbox en territorio europeo que tiene como objetivo agilizar la aprobación de carne y pescado cell-based, y que ya ha dado su primer fruto: UMAMI Bioworks. Al mismo tiempo, una startup de Singapur que desarrolla pescado cultivado ha anunciado el inicio de operaciones en Reino Unido, marcando su primera expansión en Europa, justo después de la creación de este entorno de pruebas y del anuncio de la Food Standards Agency (FSA) de nuevas reformas para acelerar la aprobación de novel foods.
Los Países Bajos se han convertido en el primer país de la Unión Europea en permitir degustaciones de carne y pescado cultivados
Para no quedarse atrás, en la Unión Europea también se están impulsando iniciativas como la de Genopole, el principal bioclúster de Francia, que el pasado mes presentó el proyecto APROVALS en colaboración con otras instituciones de investigación europeas. Esta iniciativa busca crear un nuevo sandbox europeo (el primero dentro del ámbito de la Unión Europea) enfocado en el desarrollo y validación de tecnologías emergentes en la agricultura celular. Se sumó, además, a otros como el de Países Bajos, que este año se convirtió en el primer país de Europa en permitir degustaciones de carne y pescado cultivados. Precisamente, allí tuvo lugar, durante el pasado mes de abril, la primera cata de carne cultivada en la UE, donde unos pocos invitados degustaron las salchichas de cerdo cultivado de Meatable.
PRIMERA APROBACIÓN DE EUROPA PARA ALIMENTACIÓN ANIMAL
Mientras se sigue investigando en estos nuevos espacios de innovación, las proteínas cultivadas estudian nuevas oportunidades en la alimentación animal. “Las normativas que la rigen, menos restrictivas que las aplicables a la alimentación humana, están convirtiendo este mercado en una vía a explorar para que las empresas aceleren la comercialización de sus productos”, explicaron desde CNTA. Precisamente, este nuevo enfoque ha permitido que Mealty Foods se haya erigido este año en la primera empresa de Europa en obtener la aprobación regulatoria para una proteína cell-based. En concreto, para vender su pienso con carne de pollo cultivada en Reino Unido, cuya comercialización está prevista para 2025.
La alimentación animal ofrece oportunidades para que que las empresas puedan acelerar la investigación y venta de proteínas cultivadas
A pesar de ser pionera, Mealty no es la única que avanza en este campo: Noochies se ha asociado con Umami Bioworks para desarrollar golosinas para gatos a base de pescado cultivado, BioCraft se prepara para comercializar carne de ratón cultivada con precios similares a los de otros piensos húmedos convencionales, y la startup checa Bene Meat Technologies (BMT) acaba de solicitar la aprobación de la FDA para sus ingredientes cultivados destinados a piensos para perros y gatos.
PRIMERA SOLICITUD PARA ALIMENTACIÓN HUMANA EN LA UE
En el ámbito de la alimentación humana, la empresa francesa Gourmey ha presentado la primera solicitud ante la Comisión Europea para comercializar foie gras cultivado en la UE. Este proceso, regulado por el marco de novel foods, es uno de los más estrictos del mundo en cuanto a seguridad alimentaria y nutricional, y se estima que la revisión de su solicitud lleve al menos dieciocho meses. Si se aprueba, Gourmey podrá comercializar su producto en los 27 Estados de la UE, ofreciendo una alternativa a la versión tradicional, que ha sido prohibida en varios países.
“Tal y como hemos visto, a medida que el sector de las proteínas cultivadas continúa evolucionando, los avances en normativas y tecnologías están transformando la forma en que producimos y consumimos alimentos. Y, aunque aún persisten desafíos y controversias, el camino hacia su integración en el mercado sigue avanzando para ser soluciones reales y accesibles”, concluyó el técnico de Vanguardias y Tendencias de CNTA.