El verano está dando sus últimos coletazos, pero eso no significa que no puedas aprovechar los últimos rayos de sol. Si vives en Navarra o sus alrededores, estas cinco escapadas, a solo una hora de distancia, te permitirán disfrutar de fines de semana llenos de aventuras y paisajes que parecen de otro mundo. Desde un valle salado con miles de años de historia hasta paisajes desérticos, estas propuestas son perfectas para quienes buscan algo diferente y fuera de lo habitual.
1. Salinas de Añana (Álava)
Estas salinas te invitan a sumergirte en un entorno que parece detenido en el tiempo. Este valle salado, con más de 6.000 años de historia, te permitirá conocer el proceso tradicional de extracción de sal, además de disfrutar de baños salinos con propiedades terapéuticas. Las visitas guiadas te ofrecen un recorrido completo por este singular paisaje, donde la sal y la historia se entrelazan en cada rincón. 
2. Zumaia y el Flysch (Gipuzkoa)
Si prefieres la costa, Zumaia es tu destino ideal. A solo una hora de Pamplona, este pintoresco pueblo de la costa guipuzcoana es famoso por su Flysch, una impresionante formación rocosa que revela millones de años de historia geológica. Además de recorrer sus acantilados, puedes visitar la ermita de San Telmo, que se ha convertido en un ícono cinematográfico, o relajarte en sus tranquilas playas. La combinación de historia natural y belleza escénica convierte a Zumaia en una opción irresistible para los amantes de la naturaleza.
3. Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja)
Para una escapada con un toque cultural, el Monasterio de San Millán de la Cogolla es una joya histórica a una hora del sur de Navarra. Considerado la cuna del castellano y el euskera escritos, este monasterio es un lugar de peregrinación para los amantes de la lengua y la historia. Rodeado de un paisaje natural impresionante, es también un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del entorno riojano. Una visita que combina cultura, historia y naturaleza en una experiencia única.
4. Parque Natural de las Bardenas Aragonesas (Zaragoza)
Si te atraen los paisajes más extremos, el Parque Natural de las Bardenas Aragonesas es una opción que no puedes dejar pasar. Aunque menos conocido que su contraparte navarra, este desierto en Aragón ofrece un paisaje igualmente impresionante y mucho menos transitado. Sus formaciones rocosas y extensiones áridas te harán sentir como si estuvieras en otro continente, ideal para una escapada de aventura y descubrimiento. Es un lugar perfecto para explorar a pie o en bicicleta, lejos de las multitudes. 
5. Embalse de Ullíbarri-Gamboa (Álava)
Un oasis entre montañas. Para quienes buscan refrescarse, el Embalse de Ullíbarri-Gamboa es el destino ideal. Este embalse ofrece una combinación perfecta de agua y montaña. Aquí puedes disfrutar de deportes acuáticos, bañarte en sus playas artificiales, o simplemente pasear en bicicleta por su perímetro. Es un entorno natural que invita al relax y la diversión, ideal para pasar un día completo en contacto con la naturaleza.
