«Somos tres amigos que nos juntamos a través del fútbol. Coincidimos en categoría juvenil del Txantrea y, a partir de ese momento, se forjó una gran amistad que derivaría en otros proyectos». Así es como Pablo Villava (35 años), exjugador de Osasuna Promesas y actualmente en el CA Artajones, conoció a sus actuales socios: Iñaki Barbarin y Daniel Tomasena (ambos de 34 años). Y así fue como, después de varios años cargados de fútbol, variedad de equipos y diferentes caminos laborales, llegó Stopled para unir también sus destinos profesionales.
La aventura se gestó fuera de los terrenos de juego y surgió casi por casualidad: «Los fines de semana nos solíamos reunir en la terraza de un bar e intercambiábamos ideas», rememora Villava para Capital Sport. «Siempre estábamos proponiendo cosas e intentando solucionar problemas cotidianos», secunda Barbarin. Hasta que un día, otro compañero de estos tres deportistas llegó al local en el que habían quedado y les contó que un conocido suyo había estado cerca de sufrir un atropello en un paso de peatones. Concretamente, en la calle Amaya. También les dijo que hacía falta señalizarlos con luces para evitar más accidentes…
Aunque inicialmente no estaban muy convencidos, la idea, nunca mejor dicho, terminó por iluminarles. «Al principio, hablábamos del tema, pero no le dábamos mucha importancia. Pensábamos que eso ya existía. Hasta que nos pusimos un poco serios y nos convencimos de que había que intentarlo. Decidimos sacar adelante el proyecto con el objetivo de ponerlo en marcha en Pamplona«, relata Barbarin, exintegrante de las plantillas del Huarte, Mutilvera y Valle de Egüés (equipo con en el que colgó las botas hace apenas un año).
«Empezamos a informarnos y a investigar acerca de los puntos donde sería más apropiado colocar la iluminación en el suelo para mejorar los problemas de visibilidad».
A partir de ahí, diseñaron un sistema que vería la luz en 2017. «Empezamos a informarnos y a investigar acerca de los puntos donde sería más apropiado colocar la iluminación en el suelo para mejorar los problemas de visibilidad», desgrana Barbarin.
Ese fue el punto de partida de su proceso de I+D. Decidieron que los accesos de los garajes podían ser el lugar propicio para dar los primeros pasos y desarrollaron una instalación lumínica con el cometido de avisar a los peatones cuando fuera a salir un coche. El objetivo: evitar posibles accidentes. «Fuimos dando forma a todo el sistema: cómo se instalaría, el color de las luminarias, qué tipo de materiales y luces serían óptimos…», especifica Barbarin
Al inicio, el trabajo fue de ‘prueba – error’. Por ejemplo, tras comprar sus primeras luces para poder instalarlas en el suelo, surgió el debate de la peligrosidad e hicieron un estudio para dar con el mejor material. «Estuvimos pensando qué problemas tiene el suelo cuando llueve, nieva… Buscamos la mejor opción después de un tiempo. Probamos desde cristal templado hasta resinas de China… Hemos llegado a lo que tenemos ahora, que es la resina epoxi nacional», concreta Villava.
En cuanto a la luminaria, finalmente, optaron por las luces led: «Es una ‘u’ de seguridad virtual. Cuando se abre la puerta del garaje, las líneas de luz que están colocadas en el suelo, a ambos lados de la puerta, parpadean en color rojo. Así se notifica que algo va a suceder».
«Nos presentamos al programa de Iruña Lab y ahí fue cuando, en marzo de 2019, pusimos el primer prototipo en el ‘parking’ de la plaza del Castillo».
A partir de ahí, instalaron el primer sistema en casa de Villava y, tras comprobar que todo funcionaba correctamente, decidieron presentar el proyecto al Ayuntamiento de Pamplona (2018). «Nos presentamos al programa de Iruña Lab y, en marzo de 2019, pusimos un prototipo en el parking de la plaza del Castillo. Hay que decir que, a día de hoy, funciona como el primer día (risas)», manifiesta Barbarin. Tras colocar su primer dispositivo, hablaron con la Oficina Española de Patentes y Marcas (OPEM) y consiguieron la patente de su sistema. También participaron en diferentes premios de seguridad vial y contactaron con distintas administradoras de fincas y promotoras para darse a conocer.
DE ‘HOBBY’ A UN PROYECTO CON FUTURO
«En ese momento, pasó de ser un hobby a hacernos pensar que la idea podía funcionar de verdad», precisa el futbolista del Artajonés y trabajador social de formación. Pero no se quedaron ahí. Después volvieron a dar una vuelta de tuerca a todo el proyecto para lograr un producto con más potencial comercial y más sostenible económicamente. «En vez de comprar la luz, llegamos a fabricarla nosotros mismos, a través de talleres…», añade ‘Barba’, como le llaman sus otros dos compañeros.
En la actualidad, cuentan con más de ocho instalaciones, repartidas por Berriozar, Lezkairu, Casco Antiguo, Txantrea… «En ocasiones cuesta hacer comprender a la gente para qué sirve. No es algo a lo que estemos todos acostumbrados y, de primeras, choca un poco«, añade Villava. Cada instalación ronda los 1.300 euros.
«En ocasiones cuesta hacer comprender a la gente para qué sirve. No es algo a lo que estemos todos acostumbrados y, de primeras, choca un poco».
De momento, los tres socios mantienen su trabajos más allá de Stopled y los compaginan con esta iniciativa. Tomasena, que no pudo estar durante la entrevista, tiene una empresa de reformas (‘Reformas Tomasena’) y, dentro de Stopled, se encarga de la instalación de las luces.
Barbarin trabaja en una empresa de ingeniería para Siemens Gamesa y se ocupa de diseñar los sistemas de luminarias. «Para algo es ingeniero», apostilla Villava en tono jocoso. «En cuanto acabo mi jornada laboral, saco tres o cuatro horas para Stopled, ya que siempre hay que mejorar cosas, preparar, investigar, organizar…», agrega el exjugador del Valle de Egüés.
Por su parte, Villava, trabaja en la librería de la Catedral de Pamplona. Y, dentro de esta empresa de seguridad vial, lleva a cabo una labor más comercial. «Me toca tratar mucho con personas e indagar para ver si va a servir o no la propuesta. Estudié la carrera de Trabajo Social en Vitoria y, tras realizar algún proyecto dentro de este ámbito con el Gobierno Vasco, decidí volver a Navarra», evoca.
El nuevo proyecto en el que están inmersos son los semáforos horizontales para los pasos de peatones. Cuentan con varios colocados en Tudela que ya están en funcionamiento y sus próximas instalaciones, serán en Olloki y Huarte. Por otro lado, también trabajan en un sistema que aumenta la seguridad en fábricas. «Es el mismo método, pero las luminarias se sitúan donde sean más necesarias: en boxes, puertas, pasillos para advertir cruces de carretillas…», especifican. Algunas empresas ya lo han implementado.
En este momento, están a punto de conseguir su propio marcado CE de las luminarias, lo que también les permitirá vender estas barras de luz como un producto independiente. Sus planes de futuro como empresa son consolidarse en la Comunidad foral para, después, ampliar su mercado. «Stopled nos aporta satisfacción personal, aparte de otras muchas cosas. Es una forma de participar en la protección a la ciudadanía», concluye el ingeniero del equipo.
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