Desde hace años, los comercios de Tafalla pierden clientes locales, que a menudo prefieren hacer sus compras en Pamplona. Durante mucho tiempo, nadie terminó de entender a qué se debía este fenómeno, que está lastrando al sector y al que, durante esta pandemia, se ha sumado otro aún más preocupante: la expansión del comercio ‘online’.
La propietaria de una tienda, que prefiere mantenerse en el anonimato, ya fue advertida en su día, cuando puso en marcha su negocio: el grueso de sus clientes serían de otros pueblos de alrededor, no de Tafalla. “Puede que a la gente le de vergüenza entrar a una tienda tan pequeña, y por eso le gusten mas las grandes superficies”, barrunta mientras dobla camisetas.
Virginia Iguaz: “Muchos suben a Pamplona con la idea de pasar el día. Lo veo normal, a mí también me gusta cambiar de aires”.
Las buenas comunicaciones entre Tafalla y la capital navarra también han potenciado la movilidad a la hora de comprar. Y eso que Virginia Iguaz, dueña desde 2006 de la tienda Virginia Tallas, ubicada en pleno centro de Tafalla, defiende que su ciudad cuenta con una oferta amplísima en todos los sectores y que, por ello, debe potenciarse el comercio local: “Muchos suben a Pamplona con la idea de pasar el día. Lo veo normal, a mí también me gusta cambiar de aires”.
En este sentido, José Antonio Sanz, gerente de Aldo Deportes, cree que muchos ciudadanos no terminan de valorar lo que se tiene en casa: “Pasa en Tafalla y en casi todas las cabeceras de comarcas, pero es una pena si queremos seguir manteniendo vivas las calles”. En su caso, el grueso de su facturación procede de localidades de alrededor. Concretamente, casi el 65 %.
EL AYUNTAMIENTO
En el propio Ayuntamiento tafallés están preocupados por las consecuencias que este fenómeno puede conllevar para las empresas locales. Por eso, el Consistorio tomó cartas en el asunto y elaboró un informe sobre esta problemática. Según desgrana Jon Kepa, técnico de Comercio, la mayoría de quienes se desplazan a la capital navarra para hacer sus compras son jóvenes. “La franja de edad está entre los 25 y los 34 años. Y los sectores más afectados por esta ‘huida’ son el textil y la tecnología”, avanza a NavarraCapital.es.
La preocupación es evidente. Nadie la oculta. Ni siquiera el alcalde, Jesús Arrizubieta: “Nos inquieta que se vayan los jóvenes. Si esto va a más, todo se quedará más pobre”.
Jesús Arrizubieta: “Nos inquieta que se vayan los jóvenes. Si esto va a más, todo se quedará más pobre”.
La concejala de Comercio lo achaca a algo cultural y coincide con el análisis de José Antonio Sanz: “No solo pasa en Tafalla, también en muchas otras cabeceras. Es costumbre. En veinte minutos estás en Pamplona y tienes de todo. Puede que sea una de las razones por la que los jóvenes suben”, agrega el primer edil.
LA IRRUPCIÓN DE INTERNET
En muchos comercios son conscientes del potencial de internet como nuevo canal de ventas y, al mismo tiempo, de los peligros que encierra dada la expansión de gigantes como Amazon o AliExpress, entre otras. Una tendencia de consumo que se disparó durante el confinamiento. Por ejemplo, José Antonio Sanz es muy consciente de la gran cantidad de ventas que está perdiendo por la red. “Viene mucha gente a probarse ropa para luego pedirla por internet en sus casas”, lamenta.
Laura Lacunza: “Estar en internet requiere mucho trabajo y mucho esfuerzo, pero es necesario”.
Pero otros comercios como Sweet Lolita Tafalla ya están apostando por la digitalización. Esta tienda de ropa country y alternativa ha cumplido cuatro años. Al frente de ella está Laura Lacunza, que decidió lanzarse a las redes sociales y ahora está haciendo envíos a nivel nacional: “Estar en internet requiere mucho trabajo y mucho esfuerzo, pero es necesario”.
Ella fue aprendiendo e innovando poco a poco para sorprender a sus clientes: “A día de hoy, para mí internet es una ventaja, no le tengo miedo. Al contrario”, confiesa. Laura se viste a diario con la ropa que vende, se saca fotos y se graba vídeos para divulgarlos en sus cuentas. De esta forma ha conseguido crear un vínculo con sus clientas muy directo y cercano.
También se ha lanzado a este mundo Virginia Iguaz. “Viendo cómo está evolucionando todo, o me amoldo a esta nueva era o no avanzo”, defiende. Ella jamás había vendido por internet. Es más, la tecnología la vuelve “loca”, admite con una sonrisa tímida. Fue durante la cuarentena cuando se dio cuenta de la importancia de estar presente en internet para poder llegar directamente al cliente: “Hasta ahora no vendía, simplemente mostraba lo que tenía”.
La reinvención se antoja crucial para superar el actual contexto económico. Y es en la digitalización donde algunos comerciantes tafalleses parecen depositar sus confianzas y, sobre todo, donde vislumbran el flotador para no hundirse.
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