El protagonismo de la montaña ha crecido de forma notable en Navarra, al tiempo que las restricciones y limitaciones por el Covid-19 han ido en aumento. No obstante, muchos clubes de montaña apenas pudieron organizar actividades en los primeros meses de la pandemia. “A nivel organizativo, nos está trayendo bastantes dolores de cabeza”, destaca Peio Bergara, del Club Dantzaleku Sakana de Alsasua.
Sí tiene previsto celebrar este verano La Tritoiena, prueba que organiza junto al camping de Arbizu, y la Subida a la Cruz de Bargagain (1.153 metros), que consta de 7,5 kilómetros. Dantzaleku Sakana cuenta con 200 socios entre atletismo, montaña y, próximamente, triatlón. Su cuota anual es de 18 euros al año.
Peio Bergara: “Antes de la pandemia ya existía un interés por el monte, pero lo de ahora es auténtico furor. Eso sí, luego llega el ‘Día del Montañero’ y nadie lo quiere organizar”.
En la última década, el número de clubes de montaña ha crecido en una treintena hasta alcanzar los 115. Un boom que Bergara ve lógico. “Antes de la pandemia ya existía un interés por el monte, pero lo de ahora es auténtico furor. En todos los sitios a los que vas hay gente. Eso sí, luego llega el ‘Día del Montañero’ y nadie lo quiere organizar porque cada uno va a lo suyo”, matiza.
Ahora bien, no cree que el aumento de licencias, más de 1.000 desde 2019 y 4.000 en diez años, sea interesado por parte de quienes buscan excusas para moverse entre provincias y justificar sus desplazamientos: “Esas ganas por federarse se deben al deseo de tener un seguro que te cubra en caso de accidente. La gente no salía tanto antes y, ahora que sube a más altura, es normal sacarse la licencia”.
Pero si algo constata Bergara es el cambio de modelo que ha implantado la pandemia. “Estuve en el Saioa el fin de semana pasado y vi familias enteras con niños pequeños o cuadrillas de amigos. Antes veías solo al montañero, pero ahora ya no es así. La gente busca libertad”.
CRECIMIENTO DE LAS VENTAS
Muga es una tienda situada en el centro de Pamplona que, desde 1986, vende guías de viajes, mapas y literatura, además de calzado de montaña, ropa y diferentes accesorios para la práctica del montañismo. “Hubo un crecimiento de las ventas a partir del otoño pasado, cuando volvieron las restricciones de movilidad dentro de Navarra. El monte era el único plan que teníamos y es verdad que aumentó la venta de mochilas, bastones, guantes y calzado”. Este último se ha convertido en el producto estrella, tanto en zapatillas como en botas de montaña. “No diría que ha sido un aumento brutal, pero sí que ha venido más gente nueva”, comenta Itziar Olabe, encargada del establecimiento.
Itziar Olabe: “Hubo un crecimiento de las ventas de mochilas, bastones, guantes, calzado, libros y mapas a partir del otoño pasado, cuando volvieron las restricciones de movilidad”.
Otros de su puntos fuertes son las guías y libros, que también han generado un mayor interés por parte de los aficionados: “Ha subido también la venta de mapas de zonas como Belagua e Irati. Y, entre los libros más demandados, situaría a ‘Montes de Navarra’, de Juan Mari Feliu; ‘100 rutas senderistas por Navarra’, de Alberto Muro; y ‘Rutas con niños por Navarra’, de Pablo Hervás”.
Según Olabe, ahora muchas familias “que no habían salido nunca o llevaba mucho tiempo sin salir” se han interesado por la montaña, entre otras cosas porque “se encuentran con el dilema de dónde pasar el fin de semana con sus hijos”. “Está claro que de buenas a primeras no puedes ir con un niño a la Mesa de los Tres Reyes, pero sí a la cascada de Xorroxin o al bosque de Orgi. Y los libros pueden ser una buena ayuda”, precisa.
SALIDAS A LA NATURALEZA
Silvia Erlanz, bióloga de formación, es la responsable de Gentiana Servicios Ambientales en el Pirineo. Su empresa se ubica en Isaba y, entre otras muchas labores, realiza salidas de interpretación del paisaje, la flora, fauna, cultura y tradiciones con el objetivo de divulgar la importancia de conservar el medio natural. “Son salidas para todos los públicos. Se hacen con grupos, parejas o incluso una única persona. También trabajamos con escolares y a demanda de lo que pide la gente”, detalla.
También destaca cómo, “en los últimos meses”, han tenido “un montón de peticiones”: “La gente tiene ganas y se ha echado al monte sin pensárselo porque no hay más opciones. Cuando cierran los bares, no tienes muchas más alternativas y ahí es donde ha surgido este auge por la naturaleza”.
Silvia Erlanz: “En los últimos meses, hemos tenido un montón de peticiones. La gente se ha echado al monte sin pensárselo porque no hay más opciones”.
Tras empezar con su empresa en 2013, reconoce que lo vivido en los últimos meses es inusual, “Mucha gente llama a ciegas. Hay personas que quieren naturaleza y les da igual lo que tú les ofrezcas”, resalta. Desde su compañía también realizan salidas destinadas a los más pequeños, ya sea con telescopios, para ver aves o talleres didácticos sobre huellas y cuernos de animales.
Las salidas interpretadas al medio natural se realizan en diferentes lugares, que van desde las orillas del río Irati hasta el refugio de Belagua. En los últimos tiempos, la sierra de Abodi o la foz de Burgui se han convertido en algunos lugares más solicitados por los excursionistas. “Depende de quién me llama ofrezco una salida u otra. Suelen durar entre tres o cuatro horas durante el día y, en ocasiones, hacemos excursiones nocturnas para ver diferentes aves”.
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