miércoles, 11 diciembre 2024

Los nuevos nichos de la alimentación ecológica que cultivan el crecimiento de Corraliza Valdecruz, Tikal Nuts y Pedro Luis

La producción ecológica cuenta con nichos emergentes, que encierran grandes oportunidades de negocio para toda la cadena alimentaria. Precisamente, estas tres empresas navarras representan el éxito de un modelo al alza, donde se han consolidado gracias a la diferenciación. Corraliza Valdecruz, de Tudela, se centra en el cultivo de grano para piensos y pasta a base de trigo duro; Graineco y Tikal Nuts, de Esquíroz, se han especializado en la venta de cereales y frutos secos envasados, así como en cremas, tahines y harinas sin gluten; y Conservas Pedro Luis, de Lodosa, ha lanzado una línea de alimentación infantil y caldos ecológicos.


Pamplona - 21 noviembre, 2024 - 05:58

Cada ciudadano español destina 56 euros de media al año a alimentos ecológicos. (Fotos: Ana Osés / archivo / cedida)

El traqueteo de un carrito resuena con fuerza sobre el suelo pulido de un supermercado, mientras unos ojos atentos recorren los lineales de cereales, conservas y frutos secos. De vez en cuando, sus dedos se detienen sobre algún producto para estudiar la etiqueta o comparar precios. Un leve suspiro escapa de sus labios cuando encuentra lo que busca: una docena de huevos ecológicos. 

Para que esta escena tenga lugar, mucho antes debe llevarse a cabo un largo y a menudo complejo proceso. Y es que los huevos que reposan en las estanterías provienen de una gallina alimentada con un pienso ecológico que, a su vez, ha sido elaborado gracias al grano cultivado por agricultores y agricultoras como Arantzazu Aldanondo.

De esta forma, la producción ecológica ofrece importantes oportunidades de negocio a toda la cadena agroalimentaria, desde la base hasta la transformación final. En este sentido, los hogares españoles destinan a la compra de alimentos ecológicos el 3,27 % de su presupuesto total para alimentación, es decir, más de 56 euros por persona al año. Tal y como recoge el ‘Informe del consumo alimentario en España’, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dicha cifra representa un crecimiento del 4,4 % con respecto al año anterior.

CORRALIZA VALDECRUZ

Junto a su marido (César del Álamo) y su hermana Blanca, Aldanondo gestiona desde hace más de dos décadas Corraliza Valdecruz, una explotación familiar de aproximadamente 400 hectáreas situada a las puertas de las Bardenas Reales, en Tudela. Allí cultivan cereal extensivo de secano en ecológico, orientado especialmente a la fabricación de piensos. 

Arantzazu Aldanondo: “Competir con grandes explotaciones era muy complicado. Así que buscamos una diferenciación que, además, encajara con nuestros valores”

Fueron ellos quienes, tras coger el testigo del padre de Arantzazu y Blanca, decidieron cambiar el rumbo de la finca y tomar la “arriesgada” decisión de apostar por la vía ecológica: “Competir con grandes explotaciones era muy complicado. Así que buscamos una diferenciación que, además, encajara con nuestros valores”.

La transición no fue sencilla. La ausencia de abonos y herbicidas, junto con la selección de semillas, son algunos de los retos con los que lidian los agricultores ecológicos. De ahí que se apoyaran en el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra-Nafarroako Nekazal Produkzio Ekologikoaren Kontseilua (CPAEN/NNPEK), al que están adscritos. Fue así como se convirtieron en productores de Hazialdeko, una agrupación que nació en 2020, cuenta con 500 hectáreas ecológicas y suma dieciséis personas asociadas en la región. Gracias a su entrada en este proyecto, los productores en conjunto compraron una maquina seleccionadora itinerante, que emplean todos. Sin duda, una oportunidad para crecer desde la colaboración. La labor de Arantzazu fue reconocida ese mismo año con el premio a ‘Toda una vida dedicada a la agricultura ecológica’, que entrega CPEN/NNPEK.

“Para que un cultivo sea considerado ecológico, tiene que carecer de productos artificiales. Evidentemente, eso afecta al rendimiento, que puede ser entre un 35 y un 38 % inferior, pero con ese sistema la tierra se va agotando, las producciones bajan y los terrenos se vuelven improductivos a la larga. Yo, como agricultora y propietaria de una explotación, tengo en mis manos cuidar estas tierras y trasladárselas a las siguientes generaciones en las mejores condiciones posibles”, defiende convencida. 

Otra oportunidad de crecimiento para el sector puede venir de la mano de la divulgación. Concretamente, fomentando aún más el conocimiento de todo ese “proceso invisible” y esa compleja y minuciosa labor que hay detrás de la agricultura ecológica. “Como sociedad, tenemos la tarea pendiente de dar más valor a la calidad de los alimentos que comemos. Cada vez se diagnostican más intolerancias o alergias, por lo que nosotros apostamos por una agricultura más saludable”, enfatiza para apostillar acto seguido que su objetivo es lograr “un equilibrio entre el respeto a la tierra, una producción rentable y un hueco estable en el mercado”. Sin duda, tres aspectos clave que les llevaron a tomar la decisión de apostar por este modelo.

De izda. a dcha., Blanca Aldanondo, Arantzazu y César del Álamo, en las tierras de Tudela que cultivan.

De izda. a dcha., Blanca Aldanondo, Arantzazu y César del Álamo, en las tierras de Tudela que cultivan.

Cuando Arantzazu, su hermana y su marido se adentraron en el negocio, exportaban la mayor parte de su producción a Inglaterra, donde una cultura emergente animaba a apostar por este tipo de alimentos en un momento en el que España aún estaba muy rezagada. No obstante, los tres siempre tuvieron claro que su objetivo era vender el cereal a nivel local. Un paso que ya han podido dar: “En los últimos diez años, el sector ha avanzado mucho a nivel nacional. Por eso, hemos apostado por quedarnos aquí. Hemos creado un canal de venta directa para pienso, y nuestra idea es mantener los puntos de venta que ya tenemos. Lo bonito es que lo que cultivamos aquí se consume aquí”.

“Hemos creado un canal de venta directa para pienso, y nuestro objetivo es mantener los puntos de venta locales que ya tenemos”

En paralelo, los propietarios de Corraliza Valdecruz han detectado otro nicho con un gran potencial y en clara tendencia ascendente. Se trata de la pasta elaborada “a base de trigo duro”. “Está claro que hay demanda de este tipo de productos. Si las grandes cadenas no vieran un futuro en este sector, no se lanzarían a apoyarlo”, apostilla.

Un futuro que, además, está yendo acompañado de una intensa labor educativa con los más pequeños: “En Navarra se está haciendo un gran trabajo con la educación alimentaria en los colegios. El hecho de ofrecer menús ecológicos me parece fundamental, ya que al paladar también hay que acostumbrarlo”. 

GRAINECO Y TIKAL NUTS

En el siguiente eslabón de la cadena están firmas elaboradoras como Graineco, especializada en la venta de granos, cereales, legumbres y frutos secos envasados, y Tikal Nuts, que comercializa tahines y cremas a partir de frutos secos ecológicos. Ambas se ubican en Esquíroz y están dirigidas por los navarros Joaquín Galve e Íñigo Ollo, que fundaron la primera en 2017 y la segunda, en 2021.

“Trabajamos con granos, cereales, legumbres y frutos secos que se producen en España, e importamos aquellos que no poseemos en el país. Se trata de un mercado en crecimiento a nivel europeo. Las cifras auguran un futuro prometedor para el sector ecológico, que además se ve apoyado por las políticas públicas de la Unión Europea. El consumidor cada vez está más preocupado por lo que come y muestra mayor interés en adquirir estos productos. Además, las grandes superficies están más abiertas a incluirlos en sus lineales e incluso crean sus propias marcas para ello”, desgrana Galve.

Íñigo Ollo y Joaquín Galve fundaron las firmas Graineco y Tikal Nuts, cuyas instalaciones se ubican en Esquíroz.

Íñigo Ollo y Joaquín Galve fundaron las firmas Graineco y Tikal Nuts, cuyas instalaciones se ubican en Esquíroz.

Precisamente, fue tras consolidar su primer proyecto cuando estos dos emprendedores identificaron un hueco en el mercado y crearon Tikal Nuts: “Aunque los productos pueden ser más caros debido a los métodos de producción más laboriosos y menos dependientes de químicos, los beneficios a largo plazo, tanto personales como ambientales, justifican la inversión. Los alimentos ecológicos contienen más nutrientes (como antioxidantes, vitaminas y minerales) en comparación con los convencionales, debido a que suelen crecer en suelos más sanos y sin el uso de fertilizantes sintéticos. Además, tienen un sabor más auténtico y natural”, sostiene Ollo.

Hoy ya gozan de una capacidad de envasado máxima de 4.000 toneladas anuales de arroz, cereales, semillas, legumbres y frutos secos. Además, cuentan con una línea para producir hasta 800 toneladas anuales de harinas sin gluten bajo la marca Graineco y, próximamente prevén instalar una nueva línea de producción de cremas de frutos secos con una capacidad de 1.500 toneladas al año.

Lo cierto es que el crecimiento de estas dos iniciativas está siendo exponencial. La sociedad propietaria de ambas marcas cerró 2023 con una facturación conjunta de 2 millones de euros, “un 100 % más” que el año anterior; prevé concluir 2024 con unos ingresos de 3 millones; e incrementar sus ventas en torno a un 50 % el año que vieneEn esta línea, la internacionalización está jugando un papel fundamental. De hecho, ya exportan a países europeos como Francia, Portugal o Alemania; han cerrado acuerdos en NorteaméricaOriente Medio; y, de cara al futuro, confían en que lleguen a buen puerto las negociaciones iniciadas con potenciales clientes de Marruecos, Corea del Sur e Islandia.

Tikal Nuts prevé instalar una nueva línea de producción de cremas de frutos secos, con una capacidad de 1.500 toneladas al año

En países como Dinamarca, Suiza, Austria y Suecia, la proporción de productos ecológicos respecto al total de alimentos vendidos supera el 12 %. Pero, a nivel nacional, todavía estamos muy lejos de esas cifras”, apunta Galve, quien añade que su próximo objetivo es vender cremas para la posterior elaboración de otros alimentos como helados, galletas, humus o barritas energéticas. 

LA TRANSFORMACIÓN DE CONSERVAS PEDRO LUIS

Pedro Luis Antón, que dirige la empresa familiar fundada por sus padres en 1988, es el máximo exponente en Navarra de cómo una conservera tradicional puede apuntalar su crecimiento dando un giro hacia la producción ecológica. Hoy, Conservas Pedro Luis mantiene dos líneas de trabajo: la convencional, en la que comercializa alimentos con DO o IGP como el Pimiento del Piquillo de Lodosa, el Espárrago de Navarra o la Alcachofa de Tudela, y la “bio”, que comenzó a desarrollar en 1991, se focaliza en el ámbito nacional e incluye legumbres, verduras, cremas de vegetales, salsas de tomate, mermeladas…

El 60 % de la producción de Conservas Pedro Luis ya es ecológica. De cara al futuro, prevé que ese porcentaje siga creciendo

Esta última concentra actualmente el 60 % de la producción y la mitad de su facturación, pero Antón prevé que estas cifras aumenten aún más en el futuro gracias a una mayor apuesta por los elaborados de precios más bajos. Tanto es así que ha desarrollado dos gamas más, una de caldos y otra de alimentación infantil bautizada con el nombre de Natube.

“Nos apoyamos bajo el paraguas de lo ecológico porque en el mercado convencional había una competencia muy grande. Cualquiera no puede elaborar este tipo de productos porque los volúmenes suelen ser pequeños y las dificultades grandes, pero nosotros nos adaptamos. Al mismo tiempo, esas limitaciones nos protegen de la competencia en este mercado que tantas puertas nos ha abierto”, constata. 

En los últimos años ha desarrollado dos gamas, una de caldos y otra de alimentación infantil bautizada con el nombre de Natube.

En los últimos años, Pedro Luis ha desarrollado dos nuevas gamas, una de caldos y otra de alimentación infantil bautizada.

De hecho, Conservas Pedro Luis llevó a cabo una profunda transformación para poder dar el salto a lo ecológico: “Planificamos las producciones con un año de antelación, calculando un posible crecimiento según la tendencia del mercado. Pero, si climatológicamente algo va mal y la cosecha se ve afectada, puede que no alcancemos la producción deseada”.

En este sentido, la empresa de Lodosa se apoya en la calidad, el servicio, la trazabilidad y la seguridad alimentaria para paliar el hecho de que “en cuanto al precio, siempre va a haber alguien que venda más barato”. “En las producciones convencionales, el mercado se basa en volumen y cantidad, aquí se juega de otra manera. Aquí hay más ética, respeto y estabilidad, y eso favorece a la armonía entre el agricultor, el fabricante y el comerciante. Lo ecológico, en el fondo, genera más riqueza, ya que su huella, tanto hídrica como de carbono, es menor”, atestigua el gerente de la compañía, quien formó parte recientemente de la campaña de CPAEN/NNPEK y Aspace para recolectar, preparar y entregar 5.000 botes de tomate ecológico en conserva al Banco de Alimentos.

Desde que comenzó su andadura en la década de los noventa, Antón ha detectado un auge creciente del sector ecológico, aunque la fuerte inflación de los últimos años está afectando al consumidor: “Es un producto de mayor valor, y los bolsillos están ahora más resentidos. De todas maneras, tampoco sería bueno que el mercado experimentase una gran tendencia de crecimiento porque entonces se desvirtuaría”.


To Top

Has decidido rechazar las cookies

Al aceptar las cookies no solo acepta publicidad personalizada, sino que también está apoyando un servicio de información de calidad, basado principalmente en contenidos periodísticos de elaboración propia. Por tanto, favorece que Navarra Capital pueda seguir ofreciéndole, sin necesidad de pagos ni suscripciones, toda la actualidad del tejido empresarial de la Comunidad foral.

Si lo desea, puede aceptarlas pulsando el botón inferior. Además, siempre podrá volver a rechazarlas en el apartado 'Configuración' en la página de política de cookies.