Tras 45 días de confinamiento y más de mil horas en casa, los ciudadanos buscan espacios donde respirar aire fresco. Por eso, una terraza o un balcón pueden marcar la diferencia para llevar con mejor ánimo la reclusión. Ahora más que nunca, todos desean una salida al exterior desde donde aplaudir, saludar a los vecinos, tomar la necesaria vitamina D, hacer deporte…
Pero la realidad es que “la normativa urbanística actual, que sí exige un espacio para ventilar la ropa, no contempla la necesidad de espacios de luz natural y ventilación para quienes habitan en los hogares”, aclara José Javier Esparza, socio de Warqs Oficina de Arquitectura, a NavarraCapital.es. Por eso, la mayoría de los pisos, al menos en Pamplona, no tienen balcón.
Cecilia Navarro: “Durante años, se optó por cerrar muchos de los balcones que hoy se demandan”.
Así lo remarca igualmente la agente inmobiliaria Cecilia Navarro: “Se dice que en España, solo hay un 10 % de viviendas con balcón o terraza y el 90 % son cerradas. Pero esta estadística no necesariamente se cumple en Pamplona y depende mucho de las zonas, habría que hacer un estudio detallado”. También hace alusión a que una parte de los propietarios de viviendas optó durante años “por cerrar muchos de los balcones que hoy demanda porque prefería dar más metros a la vivienda”. Algo que no ocurre, por ejemplo, en Barcelona o Valencia, donde se incentivan estos espacios debido en gran medida a su agradable clima.
Fernando Flores: “El coronavirus ha acelerado la transformación digital del sector inmobiliario”.
El sector inmobiliario, que no puede realizar visitas físicas a los inmuebles en este momento, se ha visto forzado a acelerar su transformación digital. En pocas semanas, se está adaptando “con nuevas tecnologías y sistemas, a través de los que se realizan presentaciones remotas, encuentros ‘online’, etc.”, detalla Fernando Flores, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Navarra (AINA).
En las últimas semanas, curiosamente, todos los agentes han puesto de manifiesto cómo sus clientes, a la hora de interesarse por una vivienda, están incluyendo mucho más a menudo la coletilla “que tenga balcón o alguna salida al exterior”. Por supuesto, no se sabe si esto va a continuar en el tiempo, cuando regrese la “normalidad” al país. Pero de momento, esta es la principal demanda de quienes buscan piso en Pamplona. Así lo han constatado en las inmobiliarias de la Comunidad foral. Da la sensación de que la ciudadanía ha tomado conciencia de la importancia que estos espacios tienen para la calidad de vida personal.
LA VIVIENDA DE MAÑANA
Esta realidad, y a pesar de la dura crisis económica provocada por el coronavirus que también tendrá un importante efecto en el sector inmobiliario, podría traducirse en dos nuevas tendencias de consumo. Por un lado, quienes se planteen cambiar de vivienda al final de este confinamiento podrían valorar más “la posibilidad que ofrecen los adosados, que en ocasiones se han visto con escepticismo porque extienden demasiado el núcleo urbano”, augura Navarro.
Warqs Oficina de Arquitectura: “Debido al planeamiento urbanístico de Pamplona, sería imposible añadir balcones en las fachadas que no tienen”.
La segunda podría conllevar el nacimiento de nuevos negocios tras la crisis sanitaria, añade Flores: “En Hungría, existen edificios austeros de la época soviética, que son cajas rectas con ventanas, a los que han dado vistosidad pintándolos y poniendo unos sistemas de balconaje adosado a fachadas, que cortan parte de los antepechos… En definitiva, han hecho algo de obra, pero les han dado movilidad y una salida al exterior”.
¿Sería eso posible en Pamplona? Según los expertos consultados por este medio, técnicamente sí podrían implementarse esas estructuras, mediante obras de mayor o menor calado, en aquellas viviendas que carecen de ellas. Pero entrarían en conflicto con la actual normativa arquitectónica. “Debido al planeamiento urbanístico actual de Pamplona, que es muy estricto, sería imposible añadirlas en las fachadas”, recuerda Mariano González, socio también de Warqs Oficina de Arquitectura.
Por ejemplo, en Lezkairu, donde predominan fachadas con más espacios abiertos y terrazas, “se han permitido porque ahí no consumen edificabilidad, es decir, no consumen unidades de aprovechamiento urbanístico”, aclara Eduardo San Julián, de Urbantia Servicios Inmobiliarios.
En este sentido, además, los socios de Warqs recuerdan que no hace mucho tiempo se cambió el planteamiento jurídico de urbanismo. El motivo: “Las importantes modificaciones que se han tenido que realizar para hacer accesibles los edificios y la necesidad de adaptar todos los espacios, pero principalmente los accesos a los inmuebles”. Por lo tanto, si la necesidad de esos espacios de luz, ventilación y esparcimiento se mantuviera, la normativa no tendría por qué ser un impedimento y también podría reformularse.
EL SECTOR, EN DATOS
De momento, coinciden todos los expertos consultados, habrá que esperar a que pase cierto tiempo para ver con precisión cómo influye el confinamiento al que nos hemos visto abocados en el mercado inmobiliario. “Hoy hay una realidad que puede mantenerse o desaparecer en un año”, de modo que resulta muy complicado saber con antelación cómo van a evolucionar la propia sociedad y sus demandas.
Eduardo San Julián: “Cada ciudad y cada núcleo urbano tienen comportamientos distintos”.
Mientras tanto, sí se está hablando mucho de un descenso en el negocio inmobiliario en plataformas como el Idealista o Pisos.com, que valoran las pérdidas desde un 15 % hasta un 50 % en el número de ventas. ¿Qué va a condicionar esos porcentajes? “Por un lado, este año va a haber una paralización de la venta, por el motivo obvio que estamos viviendo. Pero el porcentaje de bajada va a depender del tiempo que estemos parados. Es lógico, son números básicos y dependerá de cuándo nos dejen volver a trabajar”, valora el presidente de AINA.
San Julián, de Urbantia, también recomienda tener cautela con los datos porque el mercado inmobiliario es muy heterogéneo. Para él, las estadísticas dadas a la ligera no obedecen a la realidad, porque “nada tiene que ver Navarra con País Vasco, Extremadura, Madrid o cualquier otra provincia”. De hecho, recuerda que “cada ciudad y cada núcleo urbano tienen comportamientos distintos”. A esto hay que añadir la tipología de los inmuebles, porque no es lo mismo hablar de viviendas de lujo que otras de precios más asequibles.
Fernando Flores: “Este año va a haber una paralización de la venta. Pero el porcentaje de bajada va a depender del tiempo que estemos parados”.
Teniendo en cuenta toda esta casuística, “aventurarse con los precios de las viviendas es también una lotería”, considera Cecilia Navarro, para quien hablar ahora de porcentajes de caída es “plantear expectativas a los compradores que probablemente no se cumplan”.
Y el presidente de AINA añade que en el precio de la vivienda van a influir mucho las ayudas económicas que puedan promoverse: “Si hay una inyección al bolsillo del ciudadano, con la que no note que ha estado unos meses paralizado en casa y no tenga una pérdida de renta, el sector remontará en un plazo bastante corto”. Pero puntualiza que eso no solo depende de España, sino de que “Europa realice la inyección correspondiente”.
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