Las consecuencias de la crisis económica han sido visibles en todas las comunidades autónomas y en todos los sectores, aunque unos lo han sufrido más que otros. La construcción ha sido, sin duda, la pagana de esta situación. Pero no por ello ha sido el único sector que se ha resentido en estos últimos años.
En cualquier caso, no todo han sido malas noticias, al menos para las empresas. Un informe elaborado por Miguel Ángel Ariño, profesor del IESE y titulado ‘Evolución del tejido empresarial español de 2006 a 2014’, concluye que en ese periodo la productividad de los trabajadores navarros creció nada más y nada menos que un 11%.
Eso sí, al indagar en las razones, éstas no son del todo positivas. Ariño sentencia que este aumento de productividad se debe a que hay menos empleados en las empresas y que esa reducción es mucho mayor que la que ha sufrido la facturación de las mismas. En concreto, mientras que la crisis se llevó por delante cerca de 24.500 empleos (un 21%), la facturación tan sólo cayó un 12%. Es por eso que la productividad media por empleado ha crecido sustancialmente.
CONSTRUCCIÓN E INDUSTRIA
El informe, que usa la base de datos del Sistema de Análisis de Balances Ibéricos (SABI), no tiene en cuenta el sector público ni los autónomos, como tampoco las minipymes. Pese a estas carencias, retrata por sectores la situación de cada comunidad autónoma y cifra en 7.145 las empresas que ha perdido Navarra durante la crisis. “Supone un mínimo descenso del 1%, frente a la media nacional, que fue del 12%, y sitúa a Navarra como la tercera comunidad que menos empresas perdió, sólo por detrás de Cantabria y de Madrid”, señala el IESE en un comunicado.
Sin embargo, esa realidad es bien distinta al poner el foco en cada sector. El de la construcción ha sido, como ya se conocía, el más castigado. Ha perdido un 28% de las empresas y un 62% de los empleos. En cifras, 12.000 trabajadores menos. Su facturación ha caído un 68%. No es difícil suponer que en este sector la productividad no ha mejorado. Muy al contrario; ha caído un 14%. “Las compañías que han sobrevivido han pasado de tener una media de 12 empleados en 2006 a poco más de 6”, añade el informe.
La industria le sigue a la zaga. Han cerrado un 10% de las empresas y se han perdido más de 11.000 empleos, lo que supone un 20% de los trabajadores del sector. Sin embargo, la facturación total apenas se ha resentido un 2% en todo este periodo. De ahí que la productividad media por empleado sea ahora mucho mayor que en 2006. Los datos revelan un incremento del 22%. “De media, las empresas han perdido un 11% de empleados, sin embargo, las que han sobrevivido han aumentado un 9% su facturación media entre 2006 y 2014”.
En lo que se refiere al sector servicios, se da la paradoja de que en los años de análisis ha aumentado el número de empresas (un 12%), pero ha caído tanto el empleo (un 4%), como la facturación (un 7%). La productividad por empleado tampoco ha mejorado. Los datos reflejan una caída de un 3% de media.
La excepción que confirma la regla habría que buscarla en el agro. El sector agrícola ha sorteado con éxito la crisis en la Comunidad foral. En este tiempo han crecido un 25% las compañías agrícolas y un 42% el empleo. La facturación ha aumentado un 61%, situado a Navarra como la autonomía con un mayor aumento; diez puntos más que la siguiente, la Comunidad Valenciana, y más del doble que la media nacional (29%). En cuanto a la productividad, ésta ha subido en 14 puntos.
A continuación, para todos los interesados, ponemos a su disposición un ejemplar del estudio realizado por el profesor del IESE, Miguel Angel Ariño sobre la ‘Evolución del tejido empresarial español de 2006 a 2014’
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