Bamboo DeFi es la primera plataforma navarra que cuenta con una criptomoneda nativa (Bamboo). Lleva solo tres meses operando, pero ya cuenta con cerca de 490 usuarios y un capital de 360.000 dólares. Además, la criptomoneda se está transando a través de cinco casas de cambio. Las más importantes son MXC y Gate.io, donde Bamboo ocupa los puestos 270 y 19, respectivamente, del ranking de exchanges mundial.

Daniel Valdés es el CEO de Nexxyo Labs, la empresa que está detrás de este proyecto. Y, en declaraciones a NavarraCapital.es, se muestra muy satisfecho con las cifras de negocio obtenidas hasta la fecha. La compañía cuenta en la actualidad con siete socios y cuatro trabajadores, pero espera ampliar la plantilla en los próximos meses.

Bamboo DeFi es el nombre de la plataforma, que cuenta con cerca de 490 usuarios y un capital de 360.000 dólares.

Para Valdés, Bamboo DeFi ha sido una forma de “democratizar el banco” y conseguir un lugar donde los inversores “puedan utilizar su dinero y sacarle un rendimiento”. La idea surgió hace ahora año y medio, cuando Nexxyo Labs estaba trabajando en el proyecto de un cliente. “No tenía nada que ver con criptomonedas”, matiza el CEO. Pero les llevó a reflexionar sobre la idea de que, “cada vez que se hace una transferencia al extranjero desde una entidad bancaria, se cobran comisiones”.

Después de invertir un trimestre en diseñar el concepto de su nueva línea de negocio, comenzó el desarrollo de lo que es hoy Bamboo DeFi. “No hay nada igual en España y Latinoamérica”, sostiene Valdés. Su principal competidor, AAVE, se encuentra en Inglaterra. Pero la entidad británica se dedica de forma exclusiva a la rama de los créditos descentralizados y “no está planteada como una plataforma bancaria”.

“Estamos en un 100 % de ganancia con respecto al precio de salida”.

En Bamboo DeFi, el inversor puede hacer “lo mismo” que en un banco, “pero dentro del ámbito de las criptomonedas”. En la plataforma no solo se opera con Bamboo, sino que se puede utilizar una amplia variedad de monedas virtuales. Valdés recuerda que existen criptomonedas, como USDT y DAI, que tienen “una paridad 1-1 con el dólar”, valor que permite transarlas “exactamente igual que el dinero real”.

A todo esto se suma el hecho de que ya existen tarjetas de débito de criptomonedas, como la de Coinbase, con las que el usuario puede pagar en cualquier establecimiento que acepte Visa o Mastercard (Coinbase, por ejemplo, hace el cambio a la moneda del lugar en el momento de la operación). “Ahora mismo estamos trabajando en lanzar la nuestra propia”, adelanta Valdés, quien explica que su firma está negociando con los issuers (emisores) para ver qué entidad puede ayudarle a convertir la tarjeta en una realidad.

EL VALOR DE BAMBOO

La criptomoneda Bamboo salió al mercado con un valor de 0,18 centavos de dólar. “Ese mismo día alcanzó los cinco dólares”, rememora el CEO de Nexxyo Labs. No obstante, en la actualidad está en 0,39. En ese sentido y a la hora de invertir en criptomonedas, Valdés recomienda “no entrar en la locura de los primeros días”: “Suele haber subidas muy grandes, pero después hay correcciones”.

Pese a la subida y bajada que demuestran los datos referentes al comportamiento de Bamboo, en Nexxyo Labs están muy satisfechos con la trayectoria de su criptomoneda. “Estamos en un cien por cien de ganancia con respecto al precio de salida”, valora Valdés.

“Cuanto mayor es la cantidad invertida, hay que incluir en el proceso otros pasos como, por ejemplo, vincular una cuenta bancaria o pasar el Know Your Customer (KYC)”.

Adquirirla “es sencillo”. Basta con acceder a una casa de cambio y “comprarlas directamente con la tarjeta de crédito”. Ahora mismo no existen barreras para las criptomonedas, si bien es cierto que el proceso para hacerse con ellas se torna algo más complejo si aumenta la inversión. “Cuanto mayor es la cantidad, hay que incluir en el proceso otros pasos como, por ejemplo, vincular una cuenta bancaria o pasar el Know Your Customer (KYC)”, informa.

Los importes varían mucho porque, al no haber un ente central, “nadie te dice la cantidad mínima que tienes que invertir”. Así, un inversor puede comprar criptomonedas por valor de 10, 20 o 30 euros, aunque Valdés admite que “las casas de cambio tienen un coste e igual no compensa invertir 10 euros, pero sí 50”.

El perfil de las personas que invierten en criptomonedas “es muy diverso” y, por tanto, difícil de describir: “Aunque en el blockchain todo es transparente y hay un libro de registro público de todo lo que se hace, no queda reflejado un nombre detrás, tan solo números y letras”. Sí ha detectado que, a raíz de la pandemia por el Covid-19, ha aumentado el interés de la población de forma considerable. “El número de los que me preguntan cómo pueden empezar a hacerlo se ha multiplicado por cuatro o por cinco”, señala el CEO de Nexxyo Labs para concretar poco después que los interesados tienen edades muy variadas. “Hay desde jóvenes recién salidos de la carrera hasta gente de 50 o 60 años”.

LA TRIBUTACIÓN

En Navarra, los propietarios de criptomonedas están obligados a pagar un impuesto sobre la renta de entre el 19 % y el 26 % del beneficio anual obtenido. Y, a nivel estatal, los porcentajes son parecidos, pero en la Unión Europea existen diferencias importantes en los impuestos sobre estas monedas virtuales.

“Tengo otra empresa en Estonia y no paga sobre las criptomonedas porque allí tributan al 0 %, con la condición de que ese dinero no salga del país”, narra Valdés, quien defiende que este tipo de Estados están fomentando el crecimiento de la riqueza dentro de su territorio. Por eso, critica que “España se centre solo en recaudar, cuanto más mejor, y le esté dando un poco igual que se vayan capitales fuera”.

Pero a raíz de que Tesla anunciara la posibilidad de comprar coches de su marca con bitcoins, hay quienes, como Pablo Zalba, Head of Regulation and Public Policy en Deloitte España, han advertido de un fenómeno que supone “un reto” para los reguladores. “Invierto mil euros en un bitcoin. Ese bitcoin se revaloriza y alcanza los 25.000 euros y lo vendo. Tendría que tributar esa ganancia de capital. En cambio, si en vez de venderlo me compro un Tesla con ese bitcoin, no habría alteración patrimonial porque sigo teniendo un bitcoin y, por tanto, no tributo nada por la ganancia”, analizó hace escasos días en LinkedIn.

EL FUTURO

La empresa detrás de Bamboo DeFi, que paga sus impuestos “en Navarra”, mira con optimismo hacia los próximos meses. Además de estar trabajando en el lanzamiento de su propia tarjeta de criptomonedas, también está desarrollando un sistema de lending peer to peer (crédito entre particulares). En paralelo y en el ámbito de los videojuegos, está haciendo especial hincapié en los NFT: “Son tokens no fungibles. Es decir, una especie de cromos únicos, intercambiables y transables”.

Actualmente, Nexxyo Labs tiene una plantilla formada por siete socios y cuatro trabajadores.

Asimismo, la firma está estudiando distintos proyectos con otras empresas, “ya que muy poca gente se dedica al blockchain“. Por eso, tiene perspectivas de crecer. “En el último año, hemos incorporado a cuatro trabajadores y, si seguimos a este ritmo, en este 2021 deberíamos incorporar a entre cuatro y ocho trabajadores más“, pronostica siempre y cuando lleguen a materializarse dichos contratos.

“Nos acabamos de mudar y ya se nos queda pequeña la oficina”, apostilla entre risas desde las nuevas instalaciones de Nexxyo Labs en el polígono Berroa (Tajonar). “También estamos empezando a tocar temas de inteligencia artificial y machine learning, que van muy de la mano. Creo que podemos ofrecer un combo muy chulo”, remata.