El roller derby, una de las modalidades más desconocidas del patinaje, ha crecido de forma notable en los últimos años. Se trata de un deporte de contacto, velocidad y estrategia; un tipo de mezcla entre patinaje y rugby que se disputa sobre patines tradicionales y que comenzó a practicarse hace cien años en Estados Unidos.
En Navarra, solo existe un equipo federado: las Nafarriors, un conjunto que echó a andar en 2014 y, en la actualidad, está conformado por quince mujeres. “Comenzaron cuatro chicas con la idea de sacar adelante este deporte en la región. Y, hace un par de años, muchas de nosotras lo descubrimos y conseguimos que el equipo se afianzara”, comenta a Capital Sport Patricia Machina, miembro del equipo.
Por el momento, las Nafarriors entrenan el polideportivo de Ezcabarte y en el Complejo Deportivo Aranzadi todos los martes y domingos: “Nos juntamos haciendo encaje de bolillos. Al final, intentamos entrenar a las siete de la tarde, que es cuando podemos. Pero luego hay compañeras que trabajan a turnos… Un día estamos cinco, otro día aparecemos las quince. El domingo es más fácil que coincidamos todas”. Sus perfiles laborales son muy diversos, aunque “muchas de ellas trabajan en profesiones artísticas”. Así mismo, las edades abarcan un amplio margen de 18 a 45 años: “Da igual los años y el físico que una tenga, aquí pueden jugar todas”.
Aunque perciben ayudas del IND desde que se federaron, las Nafarriors se autofinancian gran parte de los viajes, el alquiler de las pistas y los materiales.
El roller derby se rige en España por las normas de las Women’s Fiat Track Derby Association (WTFDA) a nivel mundial.
Así mismo, este equipo navarro forma parte de la Asociación de ‘Roller Derby’ de España (ARDE). Machina expone que, desde que se federaron hace un par de años, han podido optar a subvenciones del Instituto Navarro de Deporte (IND): “Si estás fuera de la federación no recibes ayudas, esto es así”.
No obstante, subraya que se trata más de un deporte “autosubvencionado”. Actualmente, se están preparando para el Campeonato Nacional, que se celebrará en un formato intensivo durante varios fines de semana entre octubre y noviembre de este año. Y en esta línea, los desplazamientos constituyen “buena parte” de sus gastos, ya que tienen que viajar siempre fuera de Navarra. “Tenemos muy buena relación con el equipo de Las Gildas, en Logroño. Tenemos ese punto de hermanamiento, de modo que o bien vamos nosotras o vienen ellas para jugar amistosos. Cuando nos desplazamos, como la pasta no abunda, nos quedamos en casa de algunas o buscamos un alojamiento baratillo”, detalla.
Adicionalmente, las Nafarriors abonan una cuota mensual para pagar las pistas y otros gastos. “Con la pandemia estamos pagando diez euros y, cuando hemos estado más activas, hemos llegado a los veinte euros”, apostilla. También venden camisetas y material deportivo a través de las redes sociales: “En verano es cuando más se mueve. Normalmente suele ser entre familiares y amigos, pero también vendemos a otros equipos que nos compran al compartir este mundillo”.
La pandemia no ha permitido que el equipo navarro de roller derby dispute “ni un solo partido” desde principios de 2020.
Por último, el precio del material deportivo necesario para la práctica del roller derby puede ir de lo más básico a lo más sofisticado: “Puedes empezar con patines quad (de cuatro ruedas) de 50 euros hasta unos de 300, como los que tengo yo ahora”. En el resto del material deportivo, también existe un amplio abanico de precios. Por ejemplo, las rodilleras, coderas y muñequeras pueden variar entre los 20 a los 75 euros, dependiendo de su calidad. Un casco más simple vale de 20 a 30 euros, y uno de mayor calidad alcanza los 100. “Todo depende de lo ‘pijotera’ que quieras ser. Una vez vas mejorando, puedes ir aumentando las prestaciones de tu kit deportivo”, explica Machina.
Hubo un tiempo en el que este equipo llegó a tener hasta veinte integrantes. Pero las Nafarriors notaron los efectos de la pandemia de manera significativa, ya que no han podido disputar “ni un solo partido” desde principios del año pasado. En la última temporada, quedaron emparejadas con Reus, Barcelona y Badalona en un Campeonato de España que finalmente no se disputó. “Buscábamos estar más organizadas, compitiendo en la liguilla de este campeonato en Ezcabarte, pero nos pilló la pandemia y se acabó todo”, recuerda Machina.
Las Nafarriors ven importante dar a conocer su deporte entre los jóvenes para crear cantera.
Machina cree que la falta de conocimiento sobre este deporte es otro “gran lastre” para esta modalidad del patinaje. Desconocimiento que se une, según comenta, a la “poca apuesta” por la cantera. “Hay que darlo a conocer a partir de 15 años o incluso más pequeños. Es un deporte que, en esas edades, tendría bastante tirón. A la gente le dices que haces roller derby y no sabe de qué les hablas. Hasta que no ven media hora no son conscientes de su sentido”, lamenta.
RELACIÓN CON LA FEDERACIÓN
El espíritu de autogestión es inherente al roller derby desde su fundación. De ahí que las jugadoras de las Nafarriors no vean con agrado ciertas normas. “Hay exigencias de la Federación Navarra de Patinaje (FNP) que no nos gustan. No compartimos el modelo de jerarquía que tienen porque se rigen, en otras modalidades, con entrenador y entrenados. Eso no va con nosotras”, argumenta Machina.
Precisamente, el roller derby no cuenta con la figura del técnico y las decisiones se toman mediante un comité compuesto por las jugadoras. “Aquí nadie manda, somos todas iguales y todo se hace por consenso. En la federación chocamos porque es lo que diga ‘el gallifante’ y todos los demás van detrás. Hemos visto que o entras al trapo o no consigues nada. Pero bueno, poco a poco. La experiencia que hemos tenido con la federación no ha sido tan mala”, reflexiona.
Patricia Machina: “Quiero que me cataloguen por mis logros deportivos y no por mi orientación sexual”.
Además, y desde sus inicios, este deporte ha estado marcado por su reivindicación social en temas de raza, religión, inclusión y orientación sexual, defensa de los derechos de la comunidad LGBTI… “Somos un deporte no binario. Nos da igual que venga una mujer, en cuyo DNI ponga que es un hombre”, reivindica Machina. Aunque todavía no se ha dado ningún caso de este tipo en las Nafarriors, sí se han producido en otras ligas del mundo: “La normativa de la WTFDA, que todos los equipos seguimos, permite que todas las personas jueguen en nuestros clubes, igual que autoriza la entrada de gente de cualquier edad y condición física”. Este tema constituye otro punto de fricción con la federación: “Sus representantes entienden que eres el sexo que aparece en tu documentación”.
Una manera de posicionarse en temas de gran calado social y que están generando un profundo debate en el ámbito deportivo. Para Machina, se trata de una “filosofía de vida en la que hay mucho que luchar”.
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