La directora general de Política Económica, Empresarial y Trabajo del Gobierno de Navarra no es ajena a todo lo que pueda deparar el futuro y no oculta su preocupación personal, aunque reconoce que en el mundo de la empresa no hay, de momento, mucha inquietud. “Todavía no hay síntomas de preocupación, pero puede ser un poco engañoso porque estamos en un compás de espera”. La llave vendrá del tipo de Brexit que finalmente impere, “amable o duro”. “Hasta entonces no sabremos en qué contexto nos vamos a ver”.
¿Está usted más intranquila que las empresas?
No es buena señal que se haya tenido que ampliar el plazo de la primera fase de las negociaciones. Que no se estén produciendo avances no es tampoco muy tranquilizador. Porque, de plazo real, tenemos un año.
“No es buena señal que se haya tenido que ampliar el plazo de la primera fase de las negociaciones”
Pero, de momento, la economía no se resiente mucho…
Las primeras reacciones fueron un poco sorprendentes. Las empresas navarras incluso aumentaron los pedidos de los clientes en previsión. Hay otras empresas, fundamentalmente del sector agroalimentario, que son proveedores tan importantes que tienen capacidad de negociación e iban a revisar los contratos… Las exportaciones, de hecho, este 2017 vuelven a subir. Con lo cual, de momento, no hay motivos de preocupación. Pero como acabemos en un escenario de Brexit duro, si se ponen trabas arancelarias, ahí sí que empiezan las dificultades comerciales, porque lógicamente impacta en los márgenes y algunos están ya muy ajustados.
En todos los sectores hay casos de más competencia y márgenes más ajustados o menos. El que tradicionalmente está más ajustado es toda la cadena de valor de la automoción, que es nuestra primera rúbrica. Son los que menos margen tienen. Pero, por otro lado, puede haber productos de la cadena de automoción que, si no se producen en Reino Unido, sí o sí los tienen que comprar en el continente… Entonces igual el proveedor sigue teniendo la sartén por el mango. En el sector agroalimentario, uno de los grandes productores navarros me decía que el principal producto que ellos vendían no existe en el Reino Unido y tienen que recurrir al continente. Él no veía peligrar su posición porque todos los proveedores tendrán capacidad de mantener los precios o subir todos lo mismo.
¿La competencia podría venir más de terceros países como China o incluso los que conforman la Commonwealth, que tiene sus propios acuerdos comerciales?
Pero esos tratados con la Commonwealth los tienen también ahora. Tendrían que ser diferencias muy significativas y cambios importantes en las organizaciones productivas que les compensaran. No digo que no haya ahí un riesgo pero… Depende de los sectores. Por ejemplo, en energías, por ejemplo, Asia sí que se puede convertirse en un competidor emergente. En el agroalimentario tengo más dudas y en la automoción también, porque hay circunstancias productivas que obligan a comprar en el continente, como los plazos de entrega.
¿Tiene el Gobierno foral prevista alguna actuación ante el Brexit?
Convocaremos a las empresas para ir preparándonos para lo que pueda pasar. Por prudencia, en 2018 vamos a hacer foros específicos sobre el mercado de Reino Unido, para que las empresas planteen sus inquietudes y podamos, quizás, activar mecanismos que los compensen. Veremos, por ejemplo, si hay que recomendar que se aseguren de una manera especial las operaciones…
“La diplomacia comercial ha sido una acción de este Gobierno. 2017 nos ha dado para trabajar EEUU, India, China, México y Canadá”
¿Qué capacidad tiene el Gobierno de Navarra sobre estos mecanismos de los que habla?
Tenemos la capacidad de dar la visión conjunta, de reunir, de trabajarlo de manera colectiva. Estamos intentando organizar los sectores estratégicos de la economía navarra por clústers, de manera que tenemos ya unas dinámicas colaborativas que nos permitan tener una información gobal de la situación y, al mismo tiempo, de las necesidades más específicas por sectores. Y, como en nuestro plan internacional prevemos desarrollar la diplomacia comercial, lo haremos. Pero no descarto que tengamos que apoyar de otra manera: con formación, con ayudas para asegurar las exportaciones… Estoy valorando que igual podría ser necesario activar algo en relación con seguros comerciales. Si fuera un escenario de Brexit duro montaríamos con rapidez un programa con todos los mecanismo que existen para protegerse de las fluctuaciones de la moneda y otros aspectos… Iremos viendo.
Reino unido es uno de nuestros principales clientes. ¿Habrá que buscar otros mercados alternativos?
Lo tendremos que valorar a lo largo de 2018. Si vamos a un Brexit duro, habrá que hacerlo, pero pueden existir dentro de Europa mismo.
¿Por ejemplo?
Con los programas de cooperación territorial y de I+d, trabajamos con regiones de otros países europeos con los que hay ciertas afinidades o complementariedades. Todavía no hemos encargado un estudio en profundidad, pero con esos otros países podemos desarrollar mercados sustitutivos si las empresas navarras no pueden superar las barreras que genere el Brexit.
¿Todo esto puede ir en contra de la política de internacionalización que tanto se ha trabajado en Navarra?
No creo que impacte en los nuevos exportadores. Nuestro país vecino es el principal destino de nuestras exportaciones. Nos resulta muy fácil acceder. Y lo difícil es iniciarse. Después vas perdiendo el miedo a ir explorando nuevos mercados. A los que ya son capaces de exportar en otros continentes no creo que les impresione demasiado la salida de Reino Unido.
¿Preven algún tipo de acción en Reino Unido para fidelizar o hacer visible Navarra?
La diplomacia comercial ha sido una acción nueva de este año y de este Gobierno. 2017 nos ha dado de sí para trabajar Estados Unidos, India, China, México y Canadá, que son casi la mitad de los países objetivos. Con Reino Unido hicimos un encuentro de nanomateriales. En él estuvimos con el embajador británico en España y con el cónsul de Bilbao nos hemos reunido en dos ocasiones… Todavía no nos ha dado más de sí, pero esperamos reeditar la experiencia con otro sector de especialización inteligente. Es una acción que funciona muy bien. No es necesario ir allí para decir ‘hola estamos aquí’. A veces, son más sutiles las misiones inversas; decirles ‘hola bienvenidos’. Repetiremos con otro sector.
¿Tiene ya algo en mente?
Vamos a explorar biomedicina: nueva medicina genómica, farmacia o tecnología médica con células, tejidos, a través de la sangre, nanomedicinas… Y, mientras tanto, a seguir trabajando la diplomacia comercial, que siempre viene bien.
