miércoles, 1 mayo 2024

Productos sostenibles y circulares contra las úlceras por presión

El consorcio del proyecto Prometea, cuyo liderazgo ejerce Biosasun, cuenta con la participación de la Asociación Allotarra de Agricultura y Ganadería Ecológica, DomusVi-Residencia de San Adrián, Eztitsu, Granja Escuela Ultzama, Tecnan, Centro Tecnológico Lurederra, UPNA, CNTA y ADItech.


Pamplona - 12 enero, 2024 - 12:53

Diez entidades participan en el proyecto Prometea, que cuenta con financiación del Gobierno foral. (Foto: cedida)

El proyecto Protección integral de afecciones inmunocirculatorias en la tercera edad (PROMETEA) avanza en el desarrollo de productos y tratamientos naturales, basados en criterios de sostenibilidad y economía circular. Según informó ADItech, esta iniciativa tiene como objetivo «desarrollar tratamientos contra las úlceras por presión, de primer grado, en personas que permanecen largos periodos inmovilizadas por su condición de salud».

En Europa, «la incidencia de las úlceras por presión entre pacientes de población adulta se sitúa entre el 5 % y el 12 %, y tiende a aumentar hasta el 20 % en pacientes de geriatría con enfermedades agudas o crónicas, lo que supone que más de diez millones de personas las padecen». Esto representa un «considerable dolor y malestar para las personas mayores y un importante problema de salud pública, así como una elevada carga económica para los sistemas de salud».

Por este motivo, Prometea, proyecto financiado por Gobierno de Navarra a través de la convocatoria de ayudas para realizar proyectos estratégicos de I+D entre 2022 y 2025, busca «desarrollar tratamientos que permitan una regeneración de la piel, controlen los procesos de infección e inflamación y favorezcan la calidad de vida de las personas afectadas».

Tras una primera fase, que comenzó a mediados de 2022 y en la que el consorcio revisó y estudió la evidencia disponible sobre la etiología, epidemiología, tratamiento y prevención de las úlceras por presión, el proyecto se encuentra ahora en una segunda fase. En ella, las diferentes entidades participantes avanzan en el desarrollo de productos innovadores en respuesta a este problema de salud, «que afecta de forma diferenciada a mujeres y hombres, dependiendo de factores como la edad, el tipo de centro asistencial, las causas o motivos de la asistencia, la calidad de los cuidados recibidos, la comorbilidad, entre otros».

CUATRO LÍNEAS DE PRODUCTO

Estos productos se engloban en cuatro líneas diferenciadas, dependiendo de la especialidad científico-técnica de cada entidad del consorcio: sanitarios de uso tópico; bebibles y gourmet, enriquecidos con vitaminas; fermentados funcionales; y antisépticos desinfectantes para textiles.

De cara a una tercera fase del proyecto, que se espera «iniciar tras el primer trimestre de 2024», el consorcio prevé contar también con el desarrollo de otros productos de carácter más clínico, como aceite ozonificado de uso tópico con capacidad regenerativa, nutracéutico rico en melatonina, preprobiótico rico en vitamina K, desinfectante para textiles y apósitos a partir de nanopartículas, «cuya efectividad será testada en población objetivo en Navarra«.

LA DIMENSIÓN DE GÉNERO

Como criterio de excelencia científica, Prometea integra de forma transversal la dimensión de género en el contenido de la investigación, que fue clave en la primera fase, la revisión y generación de conocimiento, especialmente en lo relacionado con la epidemiología de la afección. Según los últimos datos disponibles a nivel nacional, las mujeres representan más del 70 % de la prevalencia de las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, entre ellas las lesiones por presión, en centros residenciales. En este sentido, la dimensión también será determinante en la última fase del proyecto, en la que se llevarán a cabo los ensayos clínicos necesarios para el testeo de los tratamientos desarrollados, «cuyos diseños experimentales deberán ser lo más representativos posible de la población objetivo».

El consorcio del proyecto, cuyo liderazgo ejerce Biosasun, cuenta con la participación de la Asociación Allotarra de Agricultura y Ganadería Ecológica, DomusVi-Residencia de San Adrián, Eztitsu, Granja Escuela Ultzama, Tecnan, Centro Tecnológico Lurederra, Universidad Pública de Navarra (UPNA), Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y ADItech.


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