jueves, 25 abril 2024

Proyecto de eficiencia energética de Intia gracias al Canal de Navarra

El proyecto ha facilitado que la balsa que abastece al regadío de la zona se llene por presión natural a través del ramal Arga que transporta, sin necesidad de bombeo, aguas provenientes del Canal de Navarra.


Funes - 5 agosto, 2019 - 13:40

La balsa que abastece el regadío de la zona.

Desde el pasado 15 de julio, los agricultores usuarios del regadío de El Raso y Las Suertes de Funes han comprobado con satisfacción cómo la conexión al Canal de Navarra les va a permitir deshacerse de una factura eléctrica anual de unos 450.000€ (en concreto en 2017 fue de 461.345,94€ y en 2018 de 439.133,63€).

Los agricultores van a ahorrar cerca de medio millón de euros.

Y es que desde esa fecha, la balsa que abastece al regadío ya se está llenando por presión natural a través del llamado ramal Arga que transporta, sin necesidad de bombeos, aguas provenientes del Canal de Navarra.

Hasta ahora, era una estación de bombeo la que salvaba los 200 metros de elevación desde la confluencia de los ríos Arga y Aragón hasta el monte donde se localiza la zona regada, gastando cada año más de 3,5 millones de kWh que equivalen a unas 767 toneladas de CO2 y que suponía un coste en la factura eléctrica de unos 450.000 euros anuales. Cultivos de regadío de Funes.

La alta rentabilidad de los cultivos que se producen en las 802 hectáreas del regadío es lo que ha permitido a los agricultores de la zona ir pagando, durante los últimos 17 años, la cuantiosa factura eléctrica que se generaba asumiendo un trabajo y un riesgo considerable. Unos cultivos que, según los datos recabados por Intia, son en orden de magnitud: brócoli, espinacas, guisante, maíz grano, maíz dulce, tomate, patata, trigos, pimientos, habas, cebada, pasto, viña, cerezos, espárragos, alubias verdes, coles de bruselas, zanahorias, pacharán, coliflor, perales y calabacín.

Supone la desaparición de 13.000 toneladas de emisiones CO2.

En términos de eficiencia energética, la medida es además extraordinariamente importante, porque supone la desaparición a partir de este momento de 13.000 toneladas de emisiones CO2 asociadas al consumo de la energía eléctrica consumida en los últimos 17 años.

Para acometer esta obra, la Administración navarra ha realizado un gran esfuerzo inversor vía PPP (participación público-privada), en la que ha colaborado Bruselas y su Banco Europeo de Inversiones que ha asumido una parte de la financiación del proyecto.

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