De manera trimestral el Instituto Nacional de Estadística publica los indicadores de confianza trimestral (ICE). El objetivo no es otro que conocer la visión de los responsables de las empresas de la situación y expectativas de su negocio. Así, el indicador de clima industrial está basado en opiniones y testimonios de empresarios. Aunque pueda resultar paradójico, este indicador es muy fiable, puesto que los empresarios son quienes detectan de primera mano los efectos de la situación económica en sus propios negocios.
¿Y por qué es importante que el indicador de confianza empresarial sea elevado? Porque según las expectativas que tengan los empresarios y directivos, tomarán decisiones de inversión y producción en sus negocios. Este factor, el de las expectativas, se traduce de manera casi inmediata en la economía, a través de las citadas decisiones empresariales. Así, un índice de confianza empresarial elevado implica una confianza generalizada del mundo empresarial en la situación económica, lo que se traducirá de manera positiva en los negocios y en la generación de empleo.
¿QUÉ OCURRE EN NAVARRA?
El Índice de Confianza Empresarial de Navarra se ha caracterizado hasta etapas muy recientes por encontrarse siempre por encima de la media nacional, a todas luces un dato muy positivo. Sin embargo, a partir del último trimestre de 2015 la tendencia del ICE cambió y, desde entonces, ha habido trimestres donde la media de España ha sido superior a la de la Comunidad Foral.
Si comparamos los datos del tercer trimestre de 2015 con los últimos publicados por el INE, los del primer trimestre de 2018, se comprueba cómo solo en tres Comunidades Autónomas se ha reducido el ICE: Baleares (-14,1), Navarra (-1,6) y Cataluña (-0,5). Es decir, aunque la tendencia económica es positiva, ésta no repercute en el optimismo de los empresarios navarros.
Tampoco puede obviarse que las expectativas del trimestre entrante sean para la empresa navarra menos positivas que la media nacional.
El INE no es la única entidad que analiza este asunto. Recordemos que KPMG publica anualmente un análisis de la perspectiva económica y empresarial de España. En la edición de 2017, Navarra fue la única CCAA en la que existía más pesimismo que optimismo respecto a la evolución de la economía en los siguientes 12 meses (un 20% de los encuestados, optimista; y un 24%, pesimista). Destacaba este resultado frente a regiones como Castilla-La Mancha, Rioja o Baleares, donde el optimismo era superior al 40%.
Miguel Canalejo, vicepresidente de Institución Futuro, resumía lo aquí expuesto de la siguiente manera: “Es crítico recuperar la confianza de los empresarios navarros en el futuro del que necesariamente tienen que ser protagonistas, porque son las empresas las que creciendo, compitiendo, crean empleo y pagan impuestos. Por eso necesitamos que se sientan valorados, que se les escuche en todas las reformas futuras que puedan afectar a la competitividad de Navarra… en síntesis, que se sientan partícipes del esfuerzo colectivo que tendremos que realizar todos los navarros para lograr un desarrollo inclusivo, sostenible, y ejemplar de nuestra querida tierra, en un mundo globalizado y en continuo cambio“.
Esperemos que así sea; estaremos atentos a los indicadores para comprobarlo.
Ana Yerro
directora general del think tank Institución Futuro
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