Siempre hay algún alumno o alumna de grado que pregunta: “Y esto, ¿de qué me va a servir en mi carrera profesional?”. La respuesta honesta es “depende”.
La universidad es el sitio donde las mentes jóvenes interactúan con la experiencia y el conocimiento. El lugar para crear, debatir, aprender y conocer. La conexión entre dos mundos: la sociedad real y la ciencia. Sin embargo, a lo largo de sus pasillos existe una sensación generalizada sobre la desconexión entre ambas dimensiones. Ser ingeniera no significa tener el título universitario de ingeniería, sino tener la capacidad de poder ejercer como tal.
Ya lo dice el refranero: “Cada maestrillo, tiene su librillo”. Uno de los enfoques tradicionales de un segmento de alumnos (y profesores) se centra en aprender (y enseñar) los materiales básicos del libro de texto. Teoría y memoria sin experimentar ni razonar con las aplicaciones del mundo real y actual. Los materiales se repiten año tras año, muchas veces sin actualizar por parte del profesorado y muchas otras por falta de interés del propio alumnado.
Por el contrario, existe un enfoque mucho más aplicado al contexto en el que vivimos. Se trata del enfoque que busca puntos de conexión entre los aspectos fundamentales teóricos y sus aplicaciones en el mundo real y empresarial. Hoy en día, el alumnado forma parte de las generaciones millenial y Z. Son los digitales por naturaleza, que han crecido en una sociedad cambiante, rápida y de base tecnológica.
Hoy más que nunca es fundamental cerrar el gap que aleja a la universidad del mundo empresarial digital y tecnológico. Es imprescindible que los alumnos se formen con las herramientas y tecnologías que se utilizan en las empresas. Por ejemplo, se pueden estudiar técnicas de marketing sin formación en análisis de datos masivos (Big Data) y evaluación de KPIs (key performance indicators o indicadores de actuaciones clave). ¿Puede una alumna de ADE terminar la carrera sin saber lo que es el CAC o el churn rate? ¿Puede una alumna de Ingeniería terminar el grado sin saber lo que es blockchain y sus aplicaciones?
“Es fundamental cerrar el ‘gap’ que aleja a la universidad del mundo empresarial digital y tecnológico”.
En Navarra, afortunadamente, tenemos muchos profesores y profesoras que acercan la realidad empresarial al mundo académico. No solo porque el tejido empresarial y tecnológico de Navarra es puntero a nivel mundial, sino porque la calidad del profesorado en ambas universidades es notable. Una forma de reducir la distancia entre ambos mundos es la interacción directa entre alumnos y emprendedores. Durante el mes de febrero, he tenido la oportunidad de acercar el mundo de las startups y del emprendimiento a varios grupos de alumnos/as tanto en la UPNA como en UNAV.
Por un lado y gracias a Emilio Huerta Arribas, catedrático por la Universidad Pública de Navarra, he tenido la oportunidad de compartir el proceso de creación de una startup con los grupos de estudiantes de segundo curso del Doble Grado ADE + Derecho. Más de 60 alumnos de dichos cursos realizaron un experimento en tiempo real sobre la UX (experiencia de usuario) en la app móvil de segunda mano Thingeer.
Otra forma de cerrar el gap es mediante la resolución de retos de innovación empresa-estudiantes. He tenido el placer de conocer a Belén Goñi, profesora asociada que dirige el Club de Innovación de la Universidad de Navarra. Con ella, hemos lanzado el primer reto para que los alumnos del club lo resuelvan: Hay más de cinco millones de aplicaciones móviles en el mercado. ¿Cómo conseguir valoraciones de forma orgánica y mejorar el posicionamiento? Los estudiantes del club trabajan en la resolución del reto durante el mes de febrero y marzo, visitan en varias ocasiones las instalaciones de Thingeer en el Vivero de Empresas (CEIN) y realizan las distintas propuestas de resolución que, posteriormente, serán evaluadas e implementadas.
Por último, mostrar casos reales de diferentes salidas profesionales (incluido el emprendimiento) en los últimos cursos de grado puede reducir la distancia entre universidad-empresa-sociedad. En esta línea, hemos trabajado con los estudiantes de últimos cursos de ingeniería, gracias a la colaboración con el profesor Alfredo Chorraut, que imparte la asignatura Creación de empresas.
Por lo tanto, se puede decir que efectivamente el material que se estudia en la universidad es muy relevante para el futuro profesional. Pero su aprovechamiento en el medio y largo plazo no solo depende del enfoque elegido por el profesor ,sino de la actitud proactiva del alumnado. Al final, lo que marca la diferencia tanto en el ámbito profesional como en el académico es la actitud.
Alba Del Villar Olano
Doctora en Economía, CEO & co-founder Thingeer y profesora asociada de Macroeconomía Internacional en UNAV.