Es economista y miembro de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España, entre muchas cosas más que aparecen en su CV. Antonio Argandoña, un hombre de sonrisa fácil, con la cabeza muy bien amueblada, tiene clarísimo que, a pesar de que algunos utilizan la solidaridad para lavar su imagen, son los menos y casi cualquier acto solidario ya es responsabilidad social, porque con optimismo, asegura que «la gente tiene ganas de hacer las cosas bien».
PREGUNTA (P): ¿Podría definirme qué es la Responsabilidad Social Corporativa?
«Ha estado de moda la irresponsabilidad social, la RSC tienen que prevalecer siempre».
RESPUESTA (R): No creo en las definiciones, por una razón, las empresas son lo suficientemente distintas como para que una definición que le va bien a una no le vaya bien a otra. Ahora bien, la que más me gusta es una definición de hace muchos años de la Comisión Europa que dice: ‘La Responsabilidad Social es la responsabilidad de las empresas con sus impactos en la sociedad’. Te paras a pensar esto y ya está todo. ¿Qué impacto tiene la calidad de mis productos, hacen daño o no? ¿Cuál es la satisfacción de mis clientes? ¿Cómo ayudo a mis clientes, a mis trabajadores, a mis empleados, al medioambiente?, ¿a la comunidad local, la foral, la nacional, la internacional? ¿Cómo es mi cadena de suministros?, ¿las fábricas de Bangladesh? Uno que diga ‘soy responsable de los impactos de mi empresa en la sociedad’ ya lo sabe todo; y solo le queda poner esto en práctica. Con mucha paciencia, con tranquilidad, hoy lo he hecho mal, mañana lo haré mejor; hoy me he quedado corto, mañana no…
P: Es muy bonito lo que cuenta, pero está de moda la RSC, ¿será una moda pasajera?
R: Sobre todo, lo que ha estado de moda es la irresponsabilidad social. Los Enron primero, los Popular después, la burbuja inmobiliaria… Ante estas cosas, las personas se preguntan: ‘¿Están haciendo las empresas lo que deberían hacer?’. La RSC tiene que prevalecer siempre y un aspecto positivo es que, cuando metes a gente en tu empresa que se pone a pensar y a decir qué se podría hacer mejor, ya tienes la RS que intenta alejarse de la irresponsabilidad y ya va dando pequeños pasos. A veces, grandes pasos, porque tienes empresas como Siemens, que tuvo un enorme problema con un caso de corrupción, se refundó prácticamente, cambió todas sus políticas, nunca han vuelto a caer en un caso así y está dando un gran ejemplo. Y esta es la tarea de cualquier persona en la empresa, empezando por el director general y acabando por el último recién llegado, porque todos tenemos la responsabilidad de poder hacer mejor las cosas. Imagínate un vendedor que cada vez que entra en su empresa piense ‘hoy, ¿qué puedo hacer más por mis clientes’?
«Que tus empleados se desmelenen todos los días por atender bien a los clientes, por ser solidarios, por ayudarse unos a otros, por sonreír siempre, etc. eso no cuesta dinero y ya es responsabilidad social».
P: Con lo cual, ¿haría falta o no una persona en la empresa dedicada exclusivamente a la RSC?
R: Siempre hace falta una conciencia crítica que vaya diciendo: ‘Oye, muy bien, enhorabuena, pero yo creo que te has quedado corto’; o ‘aquí has metido la pata’; o ‘esto no está bien, ¿has considerado si esto se podría hacer de otra manera?’. Esto, lo seguimos necesitando. Habitualmente, cuando decimos ‘no necesito a nadie que me ayude a ser responsable’, quiere decir que no queremos ser responsables. Cuentan de los emperadores romanos, cuando volvían de triunfar en sus grandes guerras, que entraban en la capital correspondiente, con su tropa formada y con un esclavo detrás que le sostenía la corona de laurel sobre la cabeza y que, cada cinco pasos, le decía: ‘recuerda que eres hombre, no creas esto de que eres un dios’. ¿Qué quiere decir? Que puedes volver a hacerlo mal, así que debemos estar alerta.
P: Pues imaginemos que ha convencido a una empresa para contratar a esa persona responsable de la RSC, ¿qué características debería tener?
R: Tiene que ser una persona con una conciencia clara de que hay muchas cosas que se pueden hacer mejor; con una enorme humildad, sabiendo que él no las va a hacer, las van a hacer los demás; con mucho espíritu de servicio; tiene que estar siempre en un segundo plano, ayudando a los demás, sugiriendo, comentando… Por supuesto, esto si la empresa es muy grande, el resto de empresas, lo que necesitan es asumir esta responsabilidad desde arriba y hasta la última persona de la compañía, como decíamos antes, preguntándose, cada día, qué puedo hacer yo para mejorar.
SOBRE LOS ACTOS SOLIDARIOS
P: ¿Cualquier «acto solidario” es Responsabilidad Social?
R: Puede ser un trocito de responsabilidad social. A veces, y lamentablemente, puede ser un lavado de imagen, otras veces es una saludable falta de imaginación, ‘yo qué puedo hacer, no lo sé, pero gano mucho dinero, así que voy a ponerlo para que rinda para otros’, algo es algo. Segundo, cumplen una función tanto en la empresa como en la familia, que es tomarnos esto en serio, porque cuando las cosas nos cuestan dinero nos las tomamos más en serio. Y ojo, una de mis tesis es que la solidaridad no tiene porqué ser cara, porque que tus empleados se desmelenen todos los días por atender bien a los clientes, por ser solidarios, por ayudarse unos a otros, por sonreír siempre, etc, etc, eso no cuesta dinero y ya es responsabilidad. Pero da de tu dinero si ganas mucho, devuelve lo que recibes, porque hay una regla en el tema de las donaciones que dice: ‘Da hasta que te duela’.
«Las acciones de solidaridad son una forma de ayudar, de hacer RSC, aunque nunca pueden sustituir a la ética empresarial».
P: Siento insistir en esto de “cualquier acto solidario”, pero es que luego nos encontramos con actuaciones poco éticas de empresas que también realizaban acciones de Responsabilidad Social, ¿cómo encaja todo esto?
R: Los humanos cometemos errores continuamente, así que no nos tienen porqué llamar tanto la atención. Además, las acciones de solidaridad tienen también una función importante dentro de la empresa, para que quién trabaja en ella se sienta orgulloso. Entonces, sí, las acciones de solidaridad son una forma de ayudar, de hacer RSC, aunque nunca pueden sustituir a la ética. Es decir, tratar bien a tus clientes es un acto de responsabilidad social; si utilizas el dinero que has quitado a tus clientes para ayudar… Mal vamos.
P: Vaya, pues ha despejado usted una duda que yo tenía: Casi cualquier cosa puede ser responsabilidad social.
R: Lo es, lo es. Por eso suelo decir que es muy sencillo y muy difícil. Muy sencillo, porque dices ‘ahora me voy a casa, ¿de qué soy responsable en el trayecto?’ Ya estás actuando con responsabilidad si estás en esa actitud. Pero también es muy difícil, porque nos olvidamos muchas veces de nuestros impactos en la sociedad, de que podemos molestar con el ruido de nuestro coche, a nuestros vecinos…
P: Como lo hace CaixaBank, por ejemplo. Y no lo digo porque estemos aquí y esté leyendo ahora el cartel detrás de usted.
R: Es cierto. Mira, la empresa es tan grande y tan variada, que no cabe todo en una sola definición, tampoco una definición de responsabilidad. Cada uno tiene su responsabilidad y lo que pueda hacer por los demás el zapatero remendón de la esquina va a ser muy distinto de lo que hace una gran farmacéutica o una compañía aérea. ¿Y por dónde lo enfocas? No lo sé. A una empresa química le preocupará el medioambiente y a una de servicios profesionales el trato a las personas será fundamental. Hay muchas cosas que se pueden hacer dentro del apartado de RSC y, si te lanzas, es cuestión de tiempo que digas ‘ahora sé mejor qué es lo que tengo que hacer’. Y aprender de lo que está haciendo otro y adaptarlo a tu firma, es también muy bueno.
Una vez que te metes en temas de responsabilidad social, es maravilloso descubrir todo lo que puedes hacer. Hay gente que dice que esto es lavado de imagen, limpiar la conciencia… Puede que sí, pero la inmensa mayoría de las veces, es gente que tiene ganas de hacer las cosas bien hechas.
P: ¿Y cuál debería ser el papel de la Administración Pública en este tema?
R: Le tengo mucho miedo a la Administración Pública. La tentación es convertir esto en una obligación y, precisamente, lo que estás haciendo es pensar tú en los impactos que tiene tu empresa y de los cuales eres responsable. Lo que no puedes hacer es ver qué dice la ley sobre mis responsabilidades. Hay Dios mío, líbrenos Dios de la ley. La ley tiene que decir: paga tus impuestos, no estropees el medioambiente, no engañes en tus contratos, no falsees la contabilidad y cinco cosas más; que son lo mínimo para que el país no se caiga. Todo lo demás, cada uno lo debe ir mejorando por su cuenta, también tú y yo, nos tenemos que levantar cada día y pensar en qué podemos hacer para ser un buen ciudadano, por ayudar a los demás, a mi familia… No necesitas una ley para eso.
«En nuestro sistema educativo, no estamos ayudando a los chicos a sentirse responsables de todo lo que están haciendo».
P: ¿Y el sistema educativo, nos prepara para ser ciudadanos con responsabilidad social?
R: En mi opinión, el Sistema Educativo Español es bastante flojito, sobre todo, en lo más importante, y es que no estamos ayudando a los chicos a sentirse responsables de todo lo que están haciendo. De lo que hacen y de lo que no hacen. ¿Cuál es la responsabilidad social de un estudiante de segundo de la ESO? La responsabilidad de sus impactos en la sociedad ahora y los que tendrá dentro de 25 años a consecuencia de lo que aprenda o no aprenda hoy, de las actitudes, los valores, las virtudes que esté aprendiendo. Y creo que nuestra sociedad se queda muy floja en este sentido.
P: Bueno, pues ojalá mejore el sistema educativo y, sino, tienen en el IESE, la cátedra CaixaBank de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo, ¿qué van a aprender?
R: Muy bien, que vengan. Nos gusta decir que enseñamos a la gente a dirigir bien empresas, porque si diriges bien, diriges responsablemente. Yo te voy a ayudar con mis ideas en responsabilidad social, pero tú tienes la clave para ser un buen director o directiva, ¿quieres desarrollar tus capacidades para dirigir bien? Deja que te acompañe, que te pida, que te ayude… Y eso es lo que estamos haciendo.