PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO DE PAMPLONA | Un clásico de Viernes Santo en la que 12 pasos que representan distintas escenas en torno a la Pasión de Cristo desfilan por las calles del Casco Antiguo de la capital navarra. La cita reúne a más de 2.000 figurantes entre soldados romanos, guardias, mozorros, bandas de música y coros, que avanzan ante la atenta mirada, el silencio y los cirios encendidos del público que se congrega en el recorrido.
La Entrada de Jesús en Jerusalén abre el desfile, seguido por la Última Cena, la Oración del Huerto, el Prendimiento, la Flagelación, el Ecce-Homo, la Cruz a Cuestas, la Caída de Jesús, el Cristo Alzado, el Descendimiento, el Santo Sepulcro, y finalmente la más esperada: la Virgen Dolorosa.
Esta bella imagen, la más venerada, data del año 1883 y ha sido restaurada recientemente, aprovechando para recuperar las torres-candelabro de las esquinas. Su rostro representa con gran maestría el dolor de la virgen, con los ojos hundidos y unas preciosas manos entrelazadas. Recubre la talla un manto de cola de terciopelo negro bordado en oro.
PROCESIÓN DEL VIERNES SANTO DE CORELLA | Las callejuelas del centro histórico de Corella sirven de perfecto escenario para un singular evento que mezcla pasos y escenificación de las historias de la Pasión de Cristo y que lleva realizándose con fecha documentada desde 1710. Un desfile barroco declarado Procesión de Interés Turístico en 1967 por ser uno de los más característicos y originales de España.
Entre los pasos que se acompañan de escenificación en vivo más representativos caben destacar la Entrada en Jerusalén, con niños y niñas que llevan palmas y Jesús montado en un burro muy acicalado, el Prendimiento, en el que Jesús camina descalzo con una soga al cuello y los verdugos tiran de la cuerda hasta que se desploma, y la escena cumbre del drama, el Encuentro de Cristo con Cirineo y la Verónica. En la plaza del Crucero, Cristo camina portando una cruz de cien kilos cuando un hombre de hábito morado se arrodilla, besa el suelo en tres ocasiones y le ayuda a acarrear su carga el resto de la procesión. A continuación aparece la Verónica con un paño blanco, que enjuaga la cara del Señor y en el lienzo queda impresa su imagen.
En la Procesión de Corella, la dificultad que sufren los porteadores de los pasos durante el sinuoso recorrido entre las cuestas y curvas del casco antiguo de la localidad le aportan una dosis de emoción añadida, que además puede vivirse de una manera muy cercana.
VIACRUCIS VIVIVENTE DE ANDOSILLA | Durante la mañana del Viernes Santo las calles de Andosilla son el telón de fondo para esta escenificación viviente en la que participan una treintena de oriundos de la localidad. El acto que narra la pasión de Cristo se inicia con el juicio de Pilatos ante el pueblo hebreo caracterizado por los jóvenes quintos del lugar.
Jesucristo carga después la pesada cruz de más de 100 kilos y desfila con paso lento y cansado hasta la plaza en la que será crucificado al lado de los ladrones.
La crucifixión que se representa con gran veracidad es, sin duda, el momento más conmovedor del acto. Gracias a la megafonía instalada a lo largo del recorrido es posible disfrutar en directo de los diálogos de los participantes que encarnan tan apasionadamente a los bíblicos personajes. Además, después de tan solemne evento, los visitantes pueden disfrutar de un mercado hebreo con productos artesanos.
EL VOLATÍN DE TUDELA | Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, esta burlesca escenificación de la muerte de Judas Iscariote, que data del siglo XVI, se representa el Sábado Santo a las 10 de la mañana desde el balcón de Casa del Reloj de la concurrida plaza de los Fueros de Tudela.
Tras leer un breve pregón a cargo de una personalidad de Tudela, se coloca al muñeco articulado protagonista de la tradición en su eje y se procede a encender un enorme puro-petardo que lleva en la boca, que hace que comience a dar vueltas de forma frenética hasta que su traje y zapatos caen al suelo hechos trizas haciendo así justicia a su traición.
Una vez retirado el pelele, los presentes se disputan los balones y chucherías que la Orden del Volatín lanza a la plaza.
LA BAJADA DEL ÁNGEL DE TUDELA | Sin salir de Tudela, un día más tarde, de nuevo otra tradición religiosa que también cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2002 y es la Bajada del Ángel, que representa la aparición del Arcángel San Gabriel a María para anunciarle la resurrección de su hijo. Aunque la ceremonia data del siglo XIII, se celebra como tal desde 1663.
Alrededor de las 9 de la mañana del Domingo de Resurrección sale la procesión desde la catedral y al llegar a la plaza de los Fueros, la Virgen espera cerca la Casa del Reloj. En un momento dado, se abre un templete instalado en la segunda planta de esta casa, suena la “Marcha Real” y aparece un niño o niña vestido de ángel colgado de una nube que sobrevuela las cabezas de los allí presentes repartiendo aleluyas mientras se dirige hacia la imagen de la Virgen.
Ante ella el ángel se santigua tres veces y grita, frente a una Plaza en absoluto silencio, “Alégrate María porque tu Hijo ha resucitado”, le retira el velo negro que representa la tristeza, y se lo echa a la espalda anunciándonos la Resurrección. Los miles de asistentes irrumpen en aplausos mientras que el Ángel deshace el camino volviendo hacia el templete. A continuación se reinicia la procesión y se celebra la misa solemne en la catedral.
LOS BOLANTES DE LUZAIDE/VALCARLOS | Luzaide/Valcarlos, localidad que da la bienvenida a los peregrinos que desde Francia se encaminan hacia Santiago de Compostela, tiene en su haber algunas de las danzas más llamativas y ancestrales de Navarra. ¿Y quienes las interpretan? Los Bolantes de Luzaide/Valcarlos.
Sólo en ocasiones especiales como el Domingo de Resurrección, resuenan los cascabeles de sus trajes y el aire se tiñe de color con las vistosas cintas que, adosadas a sus espaldas, vuelan al compás de los saltos. Lucen boina roja, alpargatas de esparto, camisa blanca y pantalón de algodón decorado con pasamanerías doradas, bisutería, y cintas rojas y amarillas.
Los dantzaris bailan por la mañana en la plaza del pueblo y por la tarde en el frontón, así que si quieres rematar la emoción contenida de los días santos con una tradición alegre y llena de color, ya sabes a dónde ir.
LA CAPTURA DE JUDAS DE CABANILLAS | En la plaza del Ayuntamiento de Cabanillas, localidad ribera cercana a Tudela, el Domingo de Resurrección se celebra un acto muy singular. A las 13:00 horas, tras la Procesión del Encuentro en la que una niña vestida de ángel comunica a la Virgen la buena nueva, tiene lugar la “Captura de Judas”.
Y es que desde el siglo XIX, los jóvenes de la localidad se disfrazan dando vida a los romanos y persiguen a Judas para ajusticiarle. Este último, con un traje rojo y plateado y una malla en la cabeza, corre, se esconde entre la muchedumbre que le increpa, entra en algunas casas en las que roba comida y llega incluso a saltar desde algún balcón.
Una frenética carrera que discurre ante la expectante mirada de los allí congregados. En aproximadamente quince minutos, los romanos alcanzan a Judas, y lo decapitan como justo castigo al traidor.