domingo, 15 diciembre 2024

Sostenibilidad y futuro

El autor desgrana los desafíos de fondo que debe afrontar Europa de cara al futuro, con la sostenibilidad como punto de partida indispensable para crear "una sociedad saludable, solidaria y justa".


Pamplona - 3 enero, 2022 - 09:51

Juanjo Rubio. (Foto: Unai Beroiz)

Juanjo Rubio. (Foto: Unai Beroiz)

Europa apuesta por la sostenibilidad con la S4. Es necesario y no es suficiente. La sostenibilidad es una base, un requisito, una condición de contorno imprescindible para la supervivencia de la especie humana. Tenemos la obligación de construir una sociedad sostenible, se lo debemos a las siguientes generaciones.

La sostenibilidad nos permite flotar en el océano de nuestra realidad, seguir vivos. Sin embargo, ya lo decían nuestros ancestros: «Vivir no es necesario, navegar sí». Nos hace falta querer, saber y poder elegir un propósito común hacia el futuro de Europa y el mundo, construyendo un espacio de convivencia seguro, saludable y solidario. Ser capaces de dirigir nuestra comunidad va a requerir nuevas formas de gobernanza participativa, que hagan posible la justicia social eligiendo democráticamente rumbos para navegar hacia nuestras utopías.

Daniel Innerarity dice que la democracia tiene que ser un régimen de transformación. No basta con flotar y navegar, hay que elegir horizonte. Rafa Bengoa lleva años inspirando a cohortes de líderes capaces de transformar nuestro sistema poniendo en el centro la humanización y la salud. En la jornada #CENdigital, Félix Lozano explicó brillantemente que, mucho más que gestionar lo conocido, necesitamos excelencia explorativa en nuestras organizaciones para navegar desde el presente hacia un futuro mejor. En organizaciones públicas, saber quién decide qué, cuándo y por qué es clave para la confianza ciudadana. La transparencia y la gobernanza democrática son requisitos imprescindible para la sostenibilidad de nuestras instituciones y la transformación disruptiva que necesitan con urgencia.

«Nos hace falta querer, saber y poder elegir un propósito común hacia el futuro de Europa y el mundo, construyendo un espacio de convivencia seguro, saludable y solidario».

Las organizaciones están vivas y son a la vez sistemas físicos. Como organismos, evolucionan para ser cada vez más libres y autónomas; como sistemas físicos, pueden ser observables y controlables. Los sistemas vivos tienen autonomía y libertad para elegir. Aunque el tecnofeudalismo vigile, esclavice y controle nuestros cuerpos, tenemos capacidad de sentir, pensar y vivir en libertad y con dignidad. Como dice Frankl, siempre podemos elegir nuestra actitud ante cualquier tipo de circunstancia. Mirando hacia nuestro interior, como propone Jung, podemos despertar y encontrar la salida del laberinto en el que nos enjaulamos. El reto es mayúsculo, cuando la historia de nuestra sociedad está convergiendo con la de Orwell en 1984, y somos controlados individual y colectivamente por el miedo, el capitalismo de vigilancia, la distracción y el entretenimiento personalizado. Contar la verdad se paga muy caro: con la vida, como David Beriain, o con la libertad y la salud mental como Julian Assange. A menudo, también con el silencio, la soledad y la desesperanza.

En un universo capaz de generar seres conscientes, nuestros modelos mentales apenas describen la realidad observable por nuestros sentidos y sensores. Pensamos que apenas somos capaces de percibir el 5 % de la masa y la energía en la que creemos existir. La expansión acelerada del universo en el que vivimos solo cabe en nuestras fórmulas con conceptos como la energía oscura, que claramente reflejan nuestra ignorancia. La magnitud de lo que ni siquiera sabemos que desconocemos puede ser infinita. Confiamos en que el nuevo telescopio Webb nos permita observar por fin la materia oscura, cuando termine de desplegar sus sensores a cinco lunas de la tierra. Nuestro nuevo punto de vista en el infrarrojo sin duda nos abrirá los ojos a nuevas preguntas sin respuesta.

Los fondos europeos Next Generation son un instrumento para la recuperación y, sobre todo, la transformación de nuestra sociedad, ya que apuestan por una Europa verde, digital, saludable, igualitaria. La conferencia sobre el futuro de Europa es un foro donde la ciudadanía puede decir en qué tipo de Europa quiere vivir. Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica van a ser claves para definir el futuro de España. Y, en este sentido, Navarra puede aportar mucho en al menos cinco de los siete PERTE definidos: salud de vanguardia, vehículo eléctrico conectado, economía social de los cuidados, energías renovables y cadena agroalimentaria.

Antoine de Saint-Exupéry decía que nuestra misión no es solo imaginar el futuro, sino hacerlo posible. Hace más de cien años, Nikola Tesla visualizó, diseñó y fabricó la tecnología que haría posible el mundo conectado y con energía renovable que habitamos. Y Mark Jacobson compartió, durante el Congreso Internacional sobre Transición Ecológica (CITE), que ya es posible conseguir toda la energía que necesitamos con el sol, el agua y el viento. Sorprende y decepciona que la Comisión Europea esté intentando pintar de verde la energía nuclear y los combustibles fósiles como el gas natural, en vez de rechazar todo greenwashing y apostar nítidamente por el desarrollo de comunidades energéticas sostenibles locales.

Henry Ford se atrevió a construir automóviles, en vez de criar caballos más rápidos, para afrontar el desafío de la movilidad interurbana, solucionando el problema ecológico e higiénico que suponían los excrementos equinos en pueblos y ciudades. La solución de los grandes retos, de los problemas irresolubles, suele estar en otra dimensión, en paradigmas nuevos, en la imaginación de personas superando límites mentales.

La New European Bauhaus propone construir juntos espacios de convivencia bellos y sostenibles. No bastará con mejorar la eficiencia de nuestras casas con mejores aislamientos, la movilidad con más sensores inteligentes y la estética pública con más arte urbano. Se trata de una buena ocasión para imaginar la movilidad sostenible del siglo XXI en cada dimensión humana, cocreando barrios y pueblos nuevos, totalmente seguros y saludables, inspirándonos por ejemplo en la ciudad de los niños de Tonucci, las comunidades compasivas y los criterios de usabilidad universal.

Baremboim ha celebrado con música la resiliencia, el renacer de la humanidad y la libertad de prensa, durante el concierto de año nuevo en Viena. Una Europa sostenible tiene la oportunidad de construir una sociedad saludable, solidaria y justa, cooperando con otras regiones para hacer posible un mundo en el que cada persona pueda ser verdaderamente libre y feliz.

Feliz 2022, año de la investigación Santiago Ramón y Cajal.

Juanjo Rubio

Ingeniero biomédico y director de la Unidad de Innovación Social de Navarra

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