El dominio -necesario, imprescindible- de las competencias digitales no puede llevar a las organizaciones a olvidar los básicos de su gestión: “No podemos perder la perspectiva de que son una habilidad humana, que desarrollan las personas”, explica la profesora Mireia Las Heras, quien subraya su visión humanista de la empresa colocando al equipo humano en el centro de las organizaciones: “Teniendo en cuenta a las personas se mejoran los resultados económicos en el medio y largo plazo”.
“Necesitamos entender que por muchas capacidades tecnológicas que atesores en tu empresa, por muy depurados que tengas los procesos, al final, los que van a tener que llevarlos a cabo son personas, y el cliente final también es una persona. Entonces este es el factor decisivo para que una empresa triunfe: de las start ups a las grandes multinacionales, pasando por las empresas públicas”, remarca.
Con la experiencia de una década como profesora del IESE, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, Las Heras centra su trabajo en el departamento de Gestión de Personas en las Organizaciones, lo que le proporciona una visión privilegiada de las tendencias -y dificultades- de liderazgo en las empresas más importantes. Además es directora de investigación del Centro Internacional de Trabajo y Familia, que cuenta con colaboradores de 23 países.
EL MÉTODO DEL CASO
Nos colamos en su agenda después de que haya impartido en la Asociación de la Industria Navarra (AIN) la charla Las reglas de juego en la era digital, una simulación que obliga a los participantes a convertirse en directivos de que tienen que tomar decisiones dentro de un entorno cambiante. “Los grupos se involucraron mucho, se metieron en la mecánica”, recuerda Las Heras.
Mireia Las Heras: “La globalización y la tecnificación hacen más complejo el entorno, pero al final las empresas sirven a personas y las forman personas”.
Tanto el IESE como el resto de escuelas de negocios más punteras utilizan el método del caso, que exige más participación de los alumnos que las tradicionales clases magistrales. “El método del caso es muy similar al que se utiliza en medicina. Los problemas son multicausados, habitualmente tienen una serie de implicaciones que nunca se repiten dos veces, por lo que necesitas tener un conocimiento teórico base, pero sobre todo experiencia en la toma de decisiones y capacidad de gestionar la complejidad”, explica Mireia, quien recalca que en el IESE, además, “lo hacemos desde una perspectiva humanista, en la cual se da una especial relevancia al impacto que las decisiones pueden tener sobre las personas: tanto en el propio decisor, como en los trabajadores y el entorno social”.
La base es tomar decisiones en el contexto: no es lo mismo gestionar en EEUU, en Manhattan; que en Bogotá, en Colombia, o en Madrid. El contexto económico, social, político, la competencia, el entorno legal… todo va a ser distinto y hay que tenerlo en cuenta. Los entornos cambiantes son acelerados y cada vez se aceleran más: “En gran medida, la globalización y la tecnificación hacen más complejo el entorno, pero al final las empresas sirven a personas y las forman personas”, apunta la profesora.
Sin embargo, las prisas, la última hora, la mirada en el corto plazo puede hacer que los profesionales no presten a su formación todo el tiempo y los recursos que los expertos recomiendan. “Es un riesgo muy grande. Es como el que no lleva el coche a la revisión cuando se le encienden unas lucecitas. O si no te haces un chequeo de salud cada año o cada dos años. Eso lo entendemos de manera evidente, pero en el aspecto profesional es lo mismo: puedes haber sido un muy buen profesional, pero el entorno es cada vez más complejo, está hiperconectado y tecnificado, y tienes que aprender a aprender, que es una de las claves de nuestros programas. No es que demos unas recetas, ni un manual de instrucciones. Decisiones, contexto, networking… no dedicarle un tiempo es peligroso, y lamentablemente muchas personas se lo plantean cuando ya es tarde, cuando están desempleadas”.
“No hay que renunciar al mundo familiar, pero tampoco al profesional. Necesitamos mujeres capaces de integrar ambos”.
EL PAPEL DE LA MUJER
En cuanto al papel de la mujer en esa nueva forma de gestión, Mireia lo tiene claro: “La empresa y la sociedad necesitan la aportación de la mujer tanto dentro del mundo laboral como fuera, por lo tanto no se trata de huir de un mundo para llegar al otro. No hay que renunciar al mundo familiar, pero tampoco al profesional. Necesitamos mujeres capaces de integrar ambos mundos”.
En su opinión, la clave está en involucrar a los hombres: “No es una cuestión de pactos al 50%, pero cuando hablamos de integración hay tantas fórmulas como personas, como familias, como parejas. A mí una de las cosas que me da más esperanza es el cambio en la sensibilidad de los hombres. Se involucran más en los aspectos familiares, y se trata de que las mujeres facilitemos esta involucración. Si hay hombres que solo se dedican al ámbito profesional están dejando a sus parejas en el ámbito familiar, y además juegan con ventaja frente a hombres y mujeres que tratan de llevar todo al día, en el trabajo y en casa. Hay que tener aliados en las dos partes”.
El próximo 6 de febrero el IESE celebra un Open Day en Bilbao, donde la escuela de negocios arrancará el próximo 29 de abril su Programa de Desarrollo Directivo. Otra oportunidad de tomar contacto con el método del caso y las últimas tendencias en la gestión empresarial. “Debemos hacer más por mejorar la imagen, la reputación de empresarios y directivos. Especialmente en zonas industriales como Navarra, porque es difícil competir con economías que tienen otras ventajas. Hay que valorar mucho a las personas que pelean por mantener el tejido industrial, porque eso mantiene empleo de calidad”, concluye.
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