UGT ha logrado la victoria en las elecciones sindicales de Volkswagen Navarra, celebradas ayer, tras sumar 12 delegados (uno más que en 2015) de los 29 que componen el comité de empresa. La segunda fuerza ha sido CCOO, con 8 representantes (uno más que hace cuatro años). Tras las dos primeras fuerzas, ELA ha logrado 3 delegados (uno más que en 2015), LAB ha obtenido 3 delegados (uno menos que en las anteriores elecciones sindicales), CGT ha conseguido 2 representantes (dos menos que en 2015) y Confederación General de Cuadros (CGC) ha logrado un representante (igual que en 2015).
La participación ha sido muy elevada, han votado 4.399 trabajadores, el 89,42% de los 4.895 (4.157 fijos y 738 eventuales) que componen el censo.
UGT también se impuso en las anteriores elecciones sindicales en VW Navarra, celebradas el 1 de abril de 2015, al obtener un total de 11 delegados (uno menos que en 2011), CCOO logró entonces 7 delegados (el mismo resultado que en 2011); LAB, por su parte, consiguió cuatro delegados (uno menos que en 2011); CGT también cuatro (repitió resultados); y Confederación General de Cuadros obtuvo un delegado (como en 2011); y, por último, ELA, que no tenía representación en el Comité de Empresa, entró con dos delegados.
La participación ha sido muy elevada, han votado 4.399 trabajadores, el 89,42% de los 4.895 (4.157 fijos y 738 eventuales) que componen el censo.
De los 4.352 trabajadores que estaban llamados a las urnas, en 2015 votaron 3.885, el 89,27%, frente al 88,94% de las elecciones celebradas en 2011.
Estas elecciones llegan en un importante momento para la factoría pamplonesa, que el pasado mes de diciembre comenzó la producción en serie del nuevo T-Cross, después de que la marca alemana hubiera realizado en octubre su presentación mundial en Ámsterdam (Países Bajos). Ahora, la fábrica está en plena curva de lanzamiento, con el objetivo de alcanzar en el mes de abril una producción diaria de 700 unidades.
EL TERCER MODELO
La revalidación de la mayoría en el comité por parte de UGT y CCOO es un aval para la ratificación del preacuerdo alcanzado con la dirección de la planta sobre el convenio colectivo por ambos sindicatos y CGC, lo que podría facilitar la adjudicación de un tercer modelo a la planta de Landaben, posibilidad que en cualquier caso no se materializaría a corto plazo.
El máximo responsable de Ventas y marketing de la marca Volkswagen, Jürgen Stackmann, ha destacado que la fábrica de Landaben está haciendo un trabajo “fantástico”, por lo que tendrá un futuro “brillante”, lo que ha sido interpretado como una posibilidad de que la compañía adjudique a la planta el ensamblaje de un tercer modelo, algo que descartan otros directivos de la marca, como el consejero delegado, Herbert Diess, aunque el responsable de Produción y Logística, Andreas Tostmann, insinuó que era posible al señalar que la firma de un convenio de larga duración como el preacordado en Volkswagen Navarra “ayudaría mucho a la hora de tomar una decisión” sobre dicha adjudicación porque “da estabilidad”.
Herbert Diess indicó que, “de momento”, no tiene mucho sentido la adjudicación de un tercer modelo a la planta de la compañía en Landaben, una opción que únicamente podría valorarse en el caso de que descendiera la demanda del Polo y, en consecuencia, bajaran los niveles de producción. “No hace falta. No tenemos capacidad ni para dos. ¿Para qué?“.
El nuevo comité de empresa tiene como tarea más inmediata el cierre de la negociación del convenio colectivo, tras el preacuerdo al que han llegado la dirección de VW Navarra y la mayoría de la representación sindical (UGT, CC.OO y CGC) que tiene una vigencia de seis años (una condición que la marca alemana siempre ha planteado para asegurar la adjudicación de nuevos modelos, incluidos los eléctricos) y en el que el rejuvenecimiento de la plantilla tiene un papel muy importante con la prejubilación de 800 empleados y su sustitución por jóvenes con contrato de relevo. Además, tendrán que afrontar las nuevas contrataciones anunciadas por la compañía para afrontar el aumento de la producción de Volkswgen en Pamplona por el inicio de la fabricación del SUV pequeño T-Cross, que se suma al Polo.
El grupo automovilístico alemán tuvo en 2018 un beneficio operativo de 13.900 millones de euros, un 0,7 % más que en 2017, por los costes de la crisis del diésel y los problemas por la aplicación de los nuevos estándares de emisiones.
La facturación subió un 2,7 % (235.800 millones de euros) y las entregas mejoraron un 0,9 %, hasta el récord de 10,8 millones de vehículos.
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