El 90% de las 223 empresas de todos los sectores económicos entrevistadas para la realización del estudio ‘Prospección de necesidades en las empresas navarras ante el relevo generacional’ afirman que se jubilará menos del 25% de sus plantillas en los próximos cinco años, si bien en cerca de un 6% de ellas (un 7,1% en empresas de pequeño tamaño) se marchará por este motivo más de una cuarta parte. Pero no todas las empresas tienen previsto reponer a las personas que se jubilan, y casi una quinta parte manifiesta que no tiene previsto reponerla.
El estudio fue encargado por el Observatorio de la Realidad Social para planificar políticas públicas y fue presentado en Pamplona por el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y los autores del informe, Félix Taberna y Luis Campos, de la consultoría “Inpactos”. En la jornada, celebrada en Civican, también intervino Joaquín Nieto, director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo en España, con una ponencia sobre ‘El futuro del trabajo que queremos’.
La tasa de reposición en las empresas de la S3 es casi 10 puntos superior a la media del resto
El estudio señala que aunque casi un 20% de las empresas no tiene planes de sustituir a quienes se jubilen, son las de más de 50 trabajadores las que presentan una mayor tasa de reposición, próxima al 90%.
A pesar de un menor envejecimiento en las plantillas de las empresas vinculadas a los sectores definidos en la S3 como claves (126 de las 223 encuestadas), la tasa de reposición prevista por ellas es casi 10 puntos porcentuales mayor que en el conjunto de las empresas (74,8% frente al 65,2% general).
Las empresas pequeñas muestran mayor “languidez” en previsión de empleo o para cubrir jubilaciones. El estudio atribuye esta percepción, en muchos casos, a la jubilación del empresario o empresaria.
Según la EPA, el 17% de las personas ocupadas mayores de 60 años son empresarios u empresarias con personas asalariadas y otro 17%, trabajadores autónomos, lo que hace necesario reforzar el trabajo para procurar el relevo generacional en este ámbito, e impedir al máximo la desaparición de pequeñas empresas y autónomos con la jubilación de las personas responsables de las mismas.
LA GENERACIÓN DE LOS CONTRATOS INDEFINIDOS
En Navarra hay 17.223 personas afiliadas a la Seguridad Social (personas en alta laboral) que tienen 60 o más años y alrededor de 1.800 personas afiliadas tienen más de 65 años. Las personas de más de 60 años que trabajan han pasado de representar el 4,5% en 2008 al 5,8% en 2017.
El colectivo próximo a la jubilación se caracteriza por contratos indefinidos (95%) a jornada completa (82%), mayoritariamente con puestos técnicos o de responsabilidad. Únicamente el 5% se encuentran ocupados en puestos denominados elementales.
Casi un 45% de la población ocupada de más de 60 años es asalariada del sector privado y un 20% del sector público. La industria, en su conjunto, supone el 21% del empleo.
Destacan también, dentro del sector servicios, el comercio y la hostelería con un 26%, los empleos de la Administración Pública (sanidad, educación, etc.) con el 25% y en tercer lugar las ramas de banca, seguros, administrativas, etc., un 13%.
El 95% de la población próxima a la jubilación cuenta con contratos indefinidos
Hay un equilibrio entre hombres y mujeres en la población ocupada de 60 a más años (51% hombres y 49% mujeres) y, en cuanto al nivel de estudios, se percibe una “polarización”, dado que casi un 40% cuenta con estudios superiores y otro 42% no tiene un nivel formativo superior a la primera etapa de secundaria. La inmensa mayoría tienen nacionalidad española.
En el ámbito de las relaciones laborales, el estudio determina la tendencia del mercado laboral hacia una mayor flexibilización y rotación de los contratos del nuevo empleo, menor cuanto mayor nivel formativo, y también nuevas oportunidades en el ámbito de los servicios a personas mayores y en el sector sociosanitario, con una “dualización” en cuanto a competencias exigidas.
EL FUTURO DEL TRABAJO SEGÚN LA OIT
Joaquín Nieto, durante su intervención.
Tras la presentación del informe intervino Joaquín Nieto, director de la oficina de la OIT en España, quien recordó que la suya es una organización de la ONU que nació antes que la misma ONU, tras las revoluciones de la primera mitad siglo pasado, “porque se entendió que no habría paz sin justicia social”. La OIT establece normas mínimas de trabajo a nivel internacional, y aunque “hay tendencias mundiales, el futuro del trabajo lo construimos nosotros”, señaló Nieto.
Entre esas tendencias destacó la robotización y la digitalización, que si bien van a eliminar empleos, también crearán otros nuevos, y las demográficas derivadas del envejecimiento o las dificultades de acceso al empleo de las nuevas generaciones. También citó las consecuencias del cambio climático, con un fuerte incremento de las migraciones o la utilización de combustibles alternativos a los fósiles.
Nieto, nacido en Mendavia, afirmó que la economía mejora “pero no hay una recuperación social” en paralelo, por lo que abogó por un cambio del sistema de protección social: “Si el incremento de la productividad derivado de la robotización y digitalización se queda en los beneficios empresariales, habrá miles de excluidos”.
Además, el director de la oficina de la OIT en España advirtió de que el trabajo de los sindicatos deberá redefinirse ante el surgimiento de relaciones “no laboralizadas”, la segmentación de las actividades y la aparición de fenómenos como las cadenas de suministros, economía colaborativa, uberización, o el “trabajo en multitud”.
