El Valle del Roncal posee paisajes que invitan a imaginar hobbits y duendes habitando sus pinos. Así mismo, las 17.000 hectáreas de naturaleza salvaje de la selva de Irati, que dibujan uno de los hayedos-abetales mejor conservados de Europa, esconden un embalse secreto lleno de antiguas criaturas subacuáticas. Y no hay que olvidar en esta breve lista la magia que rezuma el Valle del Baztán, donde antaño celebraban akelarres las afamadas brujas de las cuevas de Zugarramurdi.
Los bosques son una parte inherente de la cultura, las tradiciones y las formas de vida en Navarra, una de las regiones europeas con mayor superficie forestal relativa. Así, el 64 % de la Comunidad foral es forestal y, de esa superficie, 450.000 hectáreas están cubiertas por árboles. El 80 % de estos bosques son autóctonos y la superficie arbolada en Navarra se ha incrementado en las últimas dos décadas en un 24 %.
Con el nuevo bosque del polígono Agustinos, Pamplona podrá compensar parte de las emisiones CO2 que produce, mejorando su situación ante el efecto invernadero.
Un aumento al que contribuirá Pamplona este otoño. El polígono de Agustinos acogerá la plantación de los 665 árboles y arbustos que crearán un bosque en una de las cuatro hectáreas de la parcela municipal. Así, la ciudad podrá compensar una parte de las emisiones de CO2que produce, mejorando su situación ante el efecto invernadero. Además, servirá para que nuevos seres vivos (y, quién sabe, alguna que otra hada) repueblen este espacio de la capital navarra.
La forestación coincide con la celebración el 24 de octubre del Día Internacional contra el Cambio Climático. Por eso, el Ayuntamiento de Pamplona ha organizado este sábado una jornada en la que se plantan 100 de los aproximadamente 665 árboles que formarán la masa forestal (roble pubescente, encinas, pino, arces, abedules, nogales y serbales, entre otras especies) y 140 arbustos, también autóctonos. 
Para el lector curioso, llegar al espacio de plantación es sencillo. Tanto la línea 10 del transporte urbano comarcal (Beloso Alto-Orkoien) como la línea 17 (Berriozar-Mutilva) llegan al polígono Agustinos. En ambos casos, desde la parada hay un corto trayecto a pie. Existe un camino peatonal de aproximadamente un kilómetro de longitud desde la calle Rafael Alberti (de Orkoien).
UN PULMÓN DE CUATRO HECTÁREAS
Tras la plantación de este otoño la masa forestal se irá incrementando en 1,5 hectáreas por año hasta completar las cuatro hectáreas. Esta primera superficie plantada compensará un mínimo de 21 toneladas de CO2 de las emisiones (estos cálculos solo tienen en cuenta el 20 % del CO2 absorbido por la plantación) aunque la cifra se puede revisar al alza según vaya siendo el crecimiento y la evolución del bosque.
Así mismo, la forestación del polígono Agustinos tendrá también como efectos positivos añadidos la rehabilitación de un área sin uso, la reducción de la erosión de suelos, la mejora de la biodiversidad y la recuperación paisajística del entorno. Estos beneficios añadidos han hecho que para este bosque se hayan elegido mayoritariamente especies autóctonas frente a otras de crecimiento más rápido. 
Finalmente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero contribuirá a la Estrategia ‘Go Green’ con la que Pamplona lucha contra el cambio climático a medio-largo plazo. La capital navarra podrá situarse así como ‘Ciudad verde’ y, quizá, como enclave natural para muchos amantes de la magia forestal.
