Basorlegi, la empresa productora y distribuidora de vasos de plástico reutilizables, acaba de finalizar el proceso de transformación de microcooperativa a sociedad limitada. Además, la firma que dirigen el navarro Mikel Almandoz y el alavés Aitor Kortazar, de 52 y 53 años respectivamente, ha cumplido un año desde que se mudó a unas nuevas instalaciones de 750 metros cuadrados, situadas en el polígono industrial Plazaola de Berrioplano. De hecho, su nueva base de operaciones posee el doble de superficie que la anterior, ubicada en Beriáin.
“Puede faltar ron, vodka o ginebra, pero si no hay vasos se acabó la fiesta”, bromea Almandoz en declaraciones a Navarra Capital. Él y Kortazar adquirieron Basorlegi en 2016, una firma que actualmente crece un 25 % cada año en facturación y, en 2023, ingresó cerca de un millón de euros. Entre sus clientes se encuentran varios de los principales festivales de España como el BBK Live de Bilbao, el Azkena Rock Festival de Vitoria, el SanSan Festival de Benicassim o el Resurrection Fest de Lugo. También colabora con el WiZink Center de Madrid y el Bilbao Exhibition Center de Barakaldo y, además, Basorlegi produce los vasos verdes reutilizables que el Ayuntamiento de Pamplona distribuye durante las fiestas de San Fermín desde 2018.
En 2018, Basorlegi produjo cerca de 300.000 unidades para los Sanfermines, aunque este año la cifra alcanzará los 100.000 “porque el objetivo no es fabricar más, sino reutilizar los ya existentes”
Almandoz resalta que el proyecto de reducir el consumo de plástico con vasos reutilizables lo inició el Consistorio de la capital navarra en 2017 “con una empresa francesa que no convenció”, por lo que contrató a Basorlegi a partir del año siguiente.
En 2018 produjo cerca de 300.000 unidades, aunque este año la cifra alcanzará los 100.000 “porque el objetivo no es fabricar más, sino reutilizar los ya existentes”. Por eso se pondrá en circulación el stock almacenado de años anteriores, de cuya limpieza y distribución se encarga Fundación Varazdin, empresa navarra de inserción social y laboral. “El público en general ha entendido que son una herramienta útil para hacer de Pamplona un lugar más limpio”, apunta para añadir acto seguido la gran diferencia entre las calles donde los bares usan los vasos reutilizables y las que no: “Todos recordamos cuando, hace quince o veinte años, las calles del Casco Viejo eran un colchón de vasos de un solo uso”. De cara a los Sanfermines de 2024, la compañía trabaja ya en apuntalar cuanto antes los encargos para los bares, las peñas, la plaza de Toros y el frontón Labrit.
LA PANDEMIA
Almandoz y Kortazar se conocen desde antes de que compraran Basorlegi. El segundo, natural de Llodio, trabajó en una empresa de serigrafía para camisetas, por lo que podía aplicar sobre el polipropileno su experiencia con los tejidos. Su socio le planteó adquirir la compañía y comprobaron que, con inversión y algunas modificaciones, el negocio podía ser muy fructífero. “Sobre todo desde el punto de la personalización de los vasos. Por eso no solo trabajamos para festivales o eventos musicales, sino también en bodas”, resalta Almandoz.
Sin embargo, cuatro años después de hacerse cargo de Basorlegi, estalló la pandemia. “Nos paró en seco. Necesitamos que haya eventos masivos porque nadie se compra un vaso de plástico para beber en casa”, apostilla. Las ventas fueron mínimas durante 2020 y 2021, por lo que recalcularon sus expectativas y activaron el ‘modo supervivencia’. “Salimos adelante gracias a créditos ICO y a que no teníamos grandes gastos”, agrega.
Desafortunadamente, Basorlegi no pudo optar en un primer momento a las ayudas dirigidas a la hostelería: “Cuando se publicaron, solo se hacía referencia a bares, restaurantes y proveedores de comida y bebida”. Pero entonces no se contemplaba que una empresa como la suya pudiera acceder a ellas. “Estábamos en un limbo, aunque al final conseguimos recibirlas y retomar el ritmo previo a la pandemia”, rememora. De hecho, superó sus cifras de 2019 cuando llegó el ‘boom’ de las celebraciones y el ocio nocturno con el fin de la desescalada.
OPTIMISMO DE CARA AL FUTURO
De cara al futuro, Almandoz prevé aumentar su número de clientes, implantar nuevos materiales y ampliar la plantilla, que hoy está formada por seis empleados. Más aún teniendo en cuenta el Decreto Foral de Eventos Públicos y Sostenibilidad aprobado la semana pasada por el Gobierno foral, con el que se prohibirán los vasos de plástico de un solo uso en todos los actos de Navarra que estén patrocinados, organizados o subvencionados por las administraciones públicas, así como en aquellos que requieran de licencia, autorización especial o autorización administrativa expresa. “Y eso que dependemos de una gran estacionalidad porque, durante el invierno, apenas hay actividad. En cambio, la primavera y el verano es un no parar”, destaca.
Además, la compañía instalará paneles solares en la cubierta de su nave este mismo año y, en mayo, incorporará una nueva máquina de serigrafía convencional para manejar tintas UVI, que se sumará a los equipos con los que ya cuenta. “Nos permitirá trabajar con más colores y ampliar la capacidad de diseño”, remata Almandoz.