La startup navarra BeePlanet Factory participa en el proyecto Batraw, financiado por Horizonte Europa -un programa de investigación e innovación de la Unión Europea- con 10,2 millones de euros. El objetivo de esta iniciativa, en la que participan dieciocho socios procedentes de siete países diferentes, es recuperar materias primas a partir de baterías usadas de vehículos eléctricos, con el fin de “contribuir a garantizar una cadena de suministro estable para apoyar el crecimiento previsto del mercado de la movilidad eléctrica“.
El proyecto, de cuatro años de duración, está liderado por Leitat Technological Center (Terrassa, Barcelona) y pretende reducir la dependencia de Europa en materias primas “críticas, en su mayoría importadas”, estableciendo así cadenas de suministro “para satisfacer la futura demanda de baterías de vehículos eléctricos”. Este hito, a su vez, “debería conducir a un mejor reciclaje de las baterías y a un uso más sostenible de los materiales”.
Actualmente, el Parlamento Europeo trabaja en la actualización de la directiva actual sobre baterías. La propuesta, en concreto, persigue que todas las baterías comercializadas en la UE, -incluidas las de los vehículos eléctricos- se gestionen de forma sostenible al final de su vida útil y sirvan de fuente de materias primas secundarias para sectores como el de la automoción, las energías renovables y las tecnologías de baja emisión de carbono.
El proyecto está desarrollado por un consorcio en el que participan dieciocho socios procedentes de siete países diferentes.
La iniciativa conllevará el desarrollo de dos demostradores con baterías de vehículos eléctricos (y con la posibilidad de ampliarlos a otros tipos de baterías). A través de ellos, posteriormente se recuperarán los metales y materiales que contienen estas baterías, como cobalto, níquel, manganeso, litio, grafito, aluminio y cobre.
El primero de los demostradores se albergará en las instalaciones de BeePlanet y utilizará procesos semiautomatizados para el desmantelamiento de los paquetes de baterías con el fin de separar “hasta el 95 % de sus componentes” y aislar los flujos de residuos, incluidas las celdas y los módulos aptos para su reutilización. Este verano, tal como adelantó Navarra Capital hace unas semanas, la firma navarra se mudará a Orkoien tras su paso por CEIN.
El segundo se ubicará en las instalaciones de la empresa de energía nuclear Orano (Bessines sur Gartempe, Francia) y aplicará una tecnología de pretratamiento mecánico y reciclaje hidrometalúrgico para mejorar la separación de los materiales contenidos en la llamada “masa negra” -compuesta por metales no ferrosos resultante de la trituración de las baterías- para separar “hasta el 98 % del grafito, el aluminio, el cobre y el manganeso”.
El proyecto, que arrancó el pasado 1 de mayo con la primera reunión del consorcio, incluye una primera fase centrada en el desarrollo de directrices de diseño ecológico para la reparación y el desmantelamiento de las baterías, así como el establecimiento de las mejores prácticas para la manipulación y el transporte seguros de estos residuos. El proyecto también creará un prototipo de batería a partir de las materias primas recuperadas
En una fase final, los socios analizarán la viabilidad de un plan de negocio para la explotación en toda la UE de estos nuevos procesos de desmantelamiento y reciclaje de baterías. Asimismo, se elaborarán recomendaciones políticas sobre la seguridad del transporte y la manipulación de los residuos de las baterías, que se incorporarán a los desarrollos normativos en curso. Por otra parte, Batraw contempla el desarrollo de un pasaporte de baterías en la cadena de bloques, compuesto por información capturada para el acceso de las partes interesadas.