La economía navarra se contrajo un 4,1 % en los tres primeros meses de este 2020. Un dato que la consejera foral de Economía y Hacienda, Elma Saiz, definió este jueves como “una caída sin precedentes”. Y eso que solo recoge las dos primeras semanas el estado de alarma… Además, advirtió de que “estamos viendo la punta del iceberg” y que las previsiones para el segundo semestre “serán peores” al afectarle de lleno el coronavirus y la declaración del estado de alarma.
Elma Saiz: “Esperamos que en 2022 sea posible recuperar la actividad alcanzada en 2019”.
Pese a que la contracción de la economía navarra en términos interanuales fue del 2,8 %, la consejera pronosticó “consecuencias muy graves” para el tejido productivo foral. “Esperamos que en 2022 sea posible recuperar la actividad alcanzada en 2019”, añadió.
Ante este contexto, informó que el Gobierno de Navarra mantiene sus estimaciones de que el PIB de la región finalizará este ejercicio con una caída de entre un 6,4 y un 9 %. Tambien valoró las cifras “aún más negativas” registradas en el PIB de España, donde la caída trimestral fue del 5,2 % (4,1 a nivel interanual). Unos resultados que achacó al cierre de establecimientos hosteleros y turísticos, con un peso mucho más significativo en la economía nacional.
ANÁLISIS DE LAS CAUSAS
En cuanto a los motivos del desplome registrado en Navarra, Elma Saiz aludió al “importante parón del consumo” producido en la región hasta marzo. Así, mencionó, las pernoctaciones en los hoteles (-62,5 %), del tráfico de las autopistas (-45,3 %), de la producción de vehículos (-48,9 %), del consumo eléctrico (-3 %) o de las matriculaciones de coches (-68 %), entre otros.
Elma Saiz: “Confiamos en que las medidas adoptadas permitan aliviar la situación de los afectados”.
A consecuencia de todo ello, la Seguridad Social registró 6.917 afiliados menos y los servicios y la construcción fueron los sectores más afectados, por un desempleo que creció en 3.000 personas: “Confiamos en que las medidas que hemos adoptado permitan aliviar la situación de las personas afectadas por esta crisis”.
En cuanto al futuro, la consejera de Economía y Hacienda avanzó que “la actual incertidumbre hace prácticamente imposible realizar previsiones estables sobre la evolución de la actividad económica en los próximos trimestres”. Y subrayó algunas de las fortalezas de Navarra, “que pueden mitigar la situación”. Entre ellas, citó el peso de la industria dentro de un sistema productivo menos dependiente del turismo, con un mercado laboral fuerte o un nivel de riqueza mayor al del resto del país.
No obstante, también mencionó las limitaciones que, en su opinión, “dificultarán la reactivación” como, por ejemplo, todas aquellas que afectarán al desarrollo de actividades como la hostelería, el turismo, los servicios deportivos o los culturales. También la pérdida de empleo o el debilitamiento del consumo. “Afrontamos una situación llena de incertidumbres, que puede variar en cualquier momento”, insistió.
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