Javier Esparza llega puntual a su cita con NavarraCapital.es, aunque el pleno del Parlamento foral ha terminado más tarde de lo previsto. El encuentro, en el que insiste en hablar como presidente de UPN y no como portavoz de Navarra Suma, tiene lugar en la sede de su formación política en la plaza Príncipe de Viana, a la que accede tras tocar el timbre “como un afiliado más“. Resulta curioso que el líder no tenga las llaves de la sede. Es más, incluso reconoce que no sabría ni quitar la alarma.
Entrando ya en arena, el líder regionalista ha vuelto del verano con fuerzas renovadas. Y se le nota. Desgrana los problemas que él ve en la región y no deja de percibirse en su sus palabras un cierto tono de preocupación. Pese a todo, insiste en su idea de que en UPN están dispuestos a llegar a acuerdos. Ahora falta concretar con quién, sobre qué y cómo, claro. Ahí está uno de los principales retos a los que se enfrenta el líder de la oposición en la Comunidad foral en este nuevo año político que acaba de empezar.
¿Cuáles son las principales carencias que tiene Navarra ahora mismo en materia de economía, industria y empleo? ¿Y qué soluciones usted propone para resolverlas?
Navarra debe hacer que la toma de decisiones se realice aquí. Hay que ayudar y acompañar a los que toman las decisiones, apoyarles de verdad y que sientan Navarra como la sentimos nosotros. Porque quien invierte hace una apuesta y ahí debe sentirse acompañado y respaldado. Lograr eso pasa, en mi opinión, por una política fiscal que ayude a generar actividad económica, empleo y que nos haga atractivos y competitivos. Porque los territorios compiten y ahí tenemos una enorme carencia ya que, desgraciadamente, la Comunidad foral ha perdido ese atractivo. Así que, para llegar a la Navarra de futuro que queremos, hay que empezar por ahí.
Iniciamos curso político. ¿Qué apuestas estratégicas piensan impulsar UPN y Navarra Suma para este nuevo tiempo lleno de incertidumbre?
No va a ser un año cualquiera. Vamos a estar condicionados por las crisis económica, social y sanitaria. Y nosotros creemos que hay que hacer otra fiscalidad. Es absolutamente imprescindible. También apostamos por fortalecer los sectores estratégicos en investigación, medicina, automoción, energías renovables, agroalimentación, … Navarra tiene ahí un potencial enorme, que no se está aprovechando. En el eólico, por ejemplo, lo hemos demostrado en otros momentos y tenemos que volver a ser capaces de hacerlo.
“Navarra debe hacer que la toma de decisiones de las empresas se realice aquí”.
El País Vasco logró del Gobierno un endeudamiento máximo del 2,6 %, frente al 2,3 de Navarra. Aunque la presidenta navarra sostiene que en septiembre igualará al menos ese 2,6 %. ¿Cree que Pedro Sánchez ninguneó a la Comunidad foral?
Ahí lo que ha habido ha sido una absoluta falta de ambición y un seguidismo absoluto por parte de la presidencia de las consignas que le llegan de Madrid. La AIReF, que es un organismo independiente, establece que Navarra puede tener como objetivo de déficit entre el 2,9 y el 3,9 %. Por su parte, para la Comunidad del País Vasco marca entre el 1,9 y el 2,6. Urkullu logró el 2,6 y María Chivite vendió como un éxito estar por debajo de la horquilla que marca la AIReF. Pues no lo entiendo. Porque, además, con esa decisión Navarra va a tener menos capacidad para afrontar los retos que como sociedad tenemos ante la emergencia que nos ha tocado vivir. Pedimos por tanto a la presidenta que, por una vez, no mire para otro lado y defienda el interés legítimo de Navarra. Nada más.
¿No teme, sin embargo, que llegar a ese 3,9 % puede poner en riesgo la solvencia futura de Navarra?
Es que ese cálculo no lo hago yo. Lo hace la AIReF, que es una organización independiente y señala que Navarra puede soportarlo. Luego está que puedes ir a por ese máximo o quedarte cerca porque no lo necesitas. Nosotros apostamos por el máximo porque, si hace fata endeudarse, ¿por qué no hacerlo? Si no, ¿cómo se van a pagar las ayudas a las empresas, a los desempleados o las destinadas a generar actividad económica y empleo? En un escenario, por otro lado, de deterioro. Nos han dicho que va a haber 800 millones menos de ingresos, que hay un gasto no previsto de 238 millones motivado por el coronavirus. Se nos dijo también que el PIB de Navarra se iba a recudir entre el 6,4 y el 9 5 % y ya estamos entre el 9 y el 10,2 %.
“El ‘Plan Reactivar Navarra’ no puede quedar en papel mojado”.
Las cosas no van o, a lo sumo, van a peor. Y se nos vende como otro éxito que, de los 16.000 millones de euros que el Estado va a repartir a Navarra para ayuda frente al Covid-19, vamos a recibir 160, el 1 %, cuando por población somos el 1,4 y nos deberían corresponder entonces 224 millones. Yo creo que 64 millones son una cifra muy importante que no nos podemos permitir el lujo de no reclamar, ¿no? Pero, ¿qué pasa? Que María Chivite tiene a su secretario general, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno y no le quiere discutir nada.
EL ‘PLAN REACTIVAR NAVARRA’ Y EL PLAN DE EMPLEO
‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023’. En su opinión, ¿cree que ha llegado el momento de aterrizarlo? ¿Va a realizar algún tipo de propuesta al respecto para impulsar su puesta en marcha?
Nosotros apoyamos inicialmente el plan. Pero, tras hacer una lectura más pausada, me parece que, en fin, hay cuestiones llamativas. Por ejemplo, la medida 6 de apoyo al sector de la hostelería y restauración, castigado especialmente por la crisis sanitaria. Fenomenal. Yo propuse un plan de ayuda directa y, ¿qué dijo el Gobierno? Que no. Pero aquí está recogido en el plan.
Otro ejemplo, la medida 10 reza “avanzar hacia un nuevo modelo de empresa inclusivo y competitivo, favoreciendo la excelencia en la gestión…”. Esto es literatura. Fomentar el emprendimeinto, medida 12. ¿Con qué recursos? ¿Qué presupuesto? Es decir, lo que no puede ser es que el ‘Plan Reactivar Navarra’ se convierta en papel mojado. Vamos a ver cómo se traduce, supongo, en los Presupuestos de 2021, que es donde aparecerán recogidas las partidas correspondientes.
“Nos podemos presentar en septiembre del año que viene para captar unos fondos europeos que tampoco se reciben de golpe. Eso me crea inquietud”.
Relacionado con esto último, el Ejecutivo foral habló de obtener entre 450 y 850 millones de euros procedentes del programa Next Generation de la UE. ¿Cree que se lograrán? ¿Cuál es la proyección que maneja usted al respecto?
Dese el punto de vista de los fondos de financiación europea, contamos con profesionales en la Administración que siempre se han movido muy bien. La duda que me asalta es ¿qué tipo de proyectos van a ser incorporados? ¿Y en qué tiempos? España tiene hasta abril del año que viene para presentar sus propuestas, luego la Comisión tendrá que reunirse y decidir cuáles aprueba y establecer los procedimientos correspondientes. Nos podemos presentar en septiembre del año que viene para captar unos fondos que tampoco se reciben de golpe. Falta mucha concreción y eso me crea inquietud. No veo claro el escenario.
Plan de Empleo. ¿Hasta qué punto es preocupante su retraso? ¿Qué hay que hacer para retomarlo?
Lo hemos exigido por activa y por pasiva porque creemos en la concertación social y en los acuerdos entre empresarios y trabajadores. ¿Qué ocurre? Que no lo quiere el nacionalismo vasco. Ahora volvemos a hablar de recuperarlo. Bueno, vamos a ver en qué termina. Desde luego, cuenta con nuestro apoyo.
Antes lo ha mencionado. Para Navarra, la AIReF habla ya de una una caída del PIB del 10,5 % debido. En su opinión, ¿la Comunidad foral está resistiendo mejor que otros territorios la crisis del Covid-19? ¿Qué nos está faltando más allá de la rebaja fiscal que propugna su formación?
La mala gestión sanitaria que está llevando a cabo este Gobierno está teniendo un claro impacto en lo económico. No puede ser que Navarra, con uno de los mejores sistemas sanitarios de España, con los recursos, infraestructuras y profesionales con los que cuenta, sea la segunda con mayor incidencia por cada 100.000 habitantes. Es decir, los segundos por la cola. Esto demuestra que las cosas no se han hecho bien, que las decisiones no se han tomado a tiempo, que ha habido ineficacia. Y eso también tiene su traslado a la economía. Así que, en general, creo que la sociedad navarra está haciendo lo que puede y que no se merece los resultados sanitarios ni económicos obtenidos hasta ahora.
PRESUPUESTOS
¿Cuál va a ser la postura de Navarra Suma ante los Presupuestos forales ahora que uno de sus socios (Ciudadanos) se muestra abierto al pacto tanto aquí como en Madrid?
UPN, que es la formación que lidera Navarra Suma, ya ha dicho que quiere llegar a acuerdos. Si el Gobierno presenta una propuesta que no va a ayudar a la actividad económica ni a las empresas, o que va a castigar a las familias con subidas de impuestos… pues, obviamente, será difícil que lleguemos a un acuerdo. Hace un año, prefirieron pactar con EH Bildu. Ahora vamos a ver. Desde luego, por el momento, María Chivite no me ha llamado para hablar de los Presupuestos.
“El PNV tiene envidia de nosotros porque le gustaría ser el primer partido de Navarra y, afortunadamente, no lo es”.
No obstante, usted ha propuesto una “unidad sustentada en acuerdos”. ¿En qué acuerdos concretos?
Nosotros pedimos no incrementar los impuestos y establecer incentivos fiscales que favorezcan la liquidez y la inversión. También reducir el número de departamentos y mantener la inversión en el tramo navarro del tren de alta velocidad, el Canal de Navarra, la Nacional 121… El Plan de Empleo, antes mencionado. Ahí debería estar el debate.
Hablemos de otros presupuestos, los nacionales. ¿La resistencia del PP a pactar con Sánchez es percibida por Navarra Suma como una “ventana de oportunidad” para influir en los próximos Presupuestos Generales del Estado?
Una vez más, nosotros estamos dispuestos a hablar, pero vamos a ver qué Presupuestos y a ver si se nos llama. Si es así, pondremos sobre la mesa la defensa de los intereses de los navarros, entendidos como todo aquello que nos puede beneficiar para generar actividad económica y empleo fundamentalmente.
“La confrontación en un momento determinado existe en todo partido, no lo vamos a negar. Pero hoy somos una formación más unida que nunca”.
A título personal, ¿siente envidia de la capacidad de influencia demostrada a nivel nacional por otras formaciones políticas como el PNV?
Te lo cambio. Estoy seguro de que el PNV tiene envidia de nosotros porque le gustaría ser el primer partido de Navarra y, afortunadamente, no lo es. Está claro que el nacionalismo vasco tiene unas obsesiones identitarias que le llevan a intentar demostrar que posee un peso en la Comunidad foral del que carece. Por eso, se permite negociar en nombre del Gobierno de Navarra, lo que me parece un insulto para los navarros y una falta de respecto. Y me entristece, sobre todo, que los socialistas no digan nada ante eso.
“NO HAY CORRIENTES INTERNAS EN UPN”
En su opinión, ¿se ha desdibujado el mensaje de UPN o, al menos, su proyección y visibilidad exterior desde que forma parte de la coalición Navarra Suma?
No. Somos el principal partido de Navarra, lideramos Navarra Suma y somos la única formación que toma sus decisiones aquí. Cuando voy a estar con el rey, voy como presidente de UPN. En definitiva, creo sinceramente que somos más fuertes de lo que éramos hace cuatro años. De hecho, hemos recuperado alcaldías y podríamos haber conformado una mayoría constitucionalista si el PSN lo hubiera querido. Pero, insisto, UPN está más fuerte que en 2015.
¿Por qué sin embargo, y pese al resultado de su reciente congreso, hay cierta sensación de fractura, de corrientes internas en su formación desde los tiempos de Barcina y Sanz?
En UPN no hay corrientes internas. Hay un congreso, se presentan dos equipos, se elige, gana uno y al día siguiente trabajamos todos juntos. Quiero decir que la confrontación en un momento determinado existe en todo partido, no lo vamos a negar. Pero hoy representamos una formación política más fuerte y más unida que nunca.