Con la llegada del verano, es fácil dejarse llevar. Playa, vermú, cenas con amigos… Sin duda, requiere de mucha fuerza de voluntad mantener los hábitos saludables en la alimentación. Aunque no hay que olvidarse de disfrutar y darse algún capricho, no todo tiene por qué ser un exceso. Es importante mantener el cuerpo en sintonía para disfrutar de las vacaciones sin castigarlo.
Tener buenos hábitos alimenticios ayuda al organismo y a la mente. De hecho, un estudio publicado por Frontiers in Nutrition destaca que una correcta alimentación prevendría el desarrollo de trastornos mentales.
La comida saludable tiene un importante peso en el cuerpo, ya que es importante saber controlar la dieta diaria y no es solo una cuestión de calorías, sino también de una instauración de distintos hábitos como una buena hidratación o comer variado.
Los expertos de la cadena de restauración de DO EAT! ofrecen cinco consejos para conseguir llevar una alimentación saludable este verano:
- Hacer un plan de comidas. A la hora de comer, es importante tener claro un menú diario y evitar decidir en el último momento, ya que se puede tender a comer «platos menos sanos». Por eso, tener un calendario con diferentes comidas ayudará a controlar mejor lo que se come diariamente, ya sea en casa o fuera.
- Platos variados. Es recomendable comprar alimentos que se puedan combinar para preparar platos diferentes y así evitar caer en la rutina. Por ejemplo, las verduras o legumbres se pueden preparar en ensaladas o salteados.
- Beber mucha agua. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir entre uno y medio y dos litros de agua cada día. De esta manera, ayudará a regular el hambre y a estar bien hidratado. Además, se debe evitar beber bebidas con gas o azucaradas.
- Comer despacio. Además de saciarse antes, se consigue una mejor digestión. Si se come muy deprisa, no hay tiempo suficiente para que las señales de saciedad del sistema digestivo le digan al cerebro que ya se está saciado. Normalmente estas señales requieren de unos veinte minutos desde que ese empieza a comer.
- Apostar por las grasas buenas. El aguacate, el aceite de oliva, las nueces o el pescado azul son algunos de los alimentos ricos en grasas saludables y perfectos para acompañar las comidas de verano. Hay que tratar de evitar todos aquellos que tengan grasas vegetales refinadas como el aceite de palma o girasol y que se encuentran presentes en gran parte de los alimentos procesados.