La Gran Recogida que se celebrará entre el 16 y el 21 de noviembre es, probablemente, el desafío más importante al que se enfrenta la Fundación Banco de Alimentos de Navarra en sus 25 años de historia, pues hasta ahora “no había vivido la irrupción de una pandemia ni nada parecido”. Sumado a la necesidad de seguir asistiendo a personas “con urgente necesidad alimentaria” a lo largo de toda la geografía foral, la entidad ha tenido que reorganizarse para cumplir su función social en un contexto plagado de restricciones. Este último aspecto cobra especial importancia dentro de la Fundación, en la que colaboran voluntarios cuya edad media ronda los 65 años. “El riesgo es evidente, porque casi todos somos jubilados. Sin embargo, procuramos tener todo tipo de precauciones y, gracias a Dios, no hemos tenido ningún infectado en el Banco”, explica Joaquín Fernández, presidente de la Fundación.
A las restricciones en la movilidad y al temor de la ciudadanía se sumó una intensificación de la demanda percibida desde el Banco, en un contexto de creciente crisis económica. Si en febrero de 2020 la entidad otorgaba alimentos a 22.400 personas afincadas en Navarra, en la actualidad son 25.100 individuos quienes, debido a una situación de especial vulnerabilidad, se benefician de estas ayudas.
Este incremento de 2.700 personas en tan solo nueve meses tiene su explicación, a juicio de Fernández, en “el retraso en el pago de los ERTE, en el aumento del paro, y en todos los trabajadores que formaban parte de la economía sumergida y que, al no estar dados de alta en la Seguridad Social, no perciben ningún tipo de ingreso”.
El cambio “radical” que orquestaron en el seno de la Fundación rindió sus frutos. “Nos tuvimos que reconvertir. Cambiamos el sistema de preparación de lotes y pedimos a las personas que no donaran alimentos físicos, sino dinero. De esta manera, podíamos en función de las necesidades que tuviéramos en el almacén”, confiesa Fernández. En la Gran Recogida de mayo, rebautizado como La Gran Despensa, pidieron a la sociedad navarra un “esfuerzo solidario” para recaudar 350.000 euros, que permitirían comprar “unas 240 toneladas de alimentos”. Recolectaron, no obstante, “casi medio millón de euros”.
El agradecimiento que el presidente del BAN hace tras la respuesta de una “tierra de empatía y generosidad” viene acompañado de una advertencia. Porque, aun cuando Fernández reconoce que las empresas, las fábricas y los particulares “se han portado de cine” con la entidad, estima que en los próximos meses registrarán “otra subida importante” en el número de solicitantes de alimentos. “Sospechamos que vendrán más dificultades, porque la economía va a peor y la gente está más desanimada”, vaticina.
También Marisol Villar, responsable de Colectas, estima que la cifra de demandantes puede aumentar de cara a finales de este año y principios de 2021: “Ojalá nos equivoquemos en las previsiones, pero tememos que no será así”. A pesar del escenario que vislumbra, también confía en que la sociedad volverá a responder, porque los navarros “son solidarios de por sí”.
Y aunque “quizá la economía de cada hogar” condicione especialmente esta recogida, Villar espera que “al menos” se consiga alcanzar el monto recolectado por el Banco en mayo y resalta que “todo aporte, por pequeño que sea, es bienvenido”. Además, se acoge con optimismo a los patrones que observa desde hace algunos años: “Tradicionalmente, el monto que recolectábamos en las segundas recogidas físicas siempre era superior a lo recaudado en mayo. Puede ser que, al llevarse a cabo en una fecha cercana a la Navidad, la gente esté más sensibilizada”.
Como en La Gran Despensa, la campaña emblema de esta entidad volverá a celebrarse de manera online. Entre el 16 y 21 de noviembre, ser solidario pasará por hacer clic. Todo el dinero recogido, “como siempre”, irá “íntegramente” destinado a la compra de alimentos. Al igual que en la ocasión anterior, las personas pueden realizar donaciones digitales a través de la página web del BAN, recientemente rediseñada para tal fin. Asimismo, se mantiene abierta la opción de hacer una transferencia bancaria puntual a las cuentas ES59 3035 0069 52 0690024878, ES59 3035 0069 52 0690024878, ES23 2100 2173 87 0200346965 o ES74 0049 2129 31 2914010570.
Esta edición, sin embargo, trae consigo una novedad. Hasta ahora, el Banco de Alimentos mantenía un acuerdo con tres cadenas de supermercados, por medio del cual quienes pasaran por caja podían donar la cantidad que desearan a la institución, añadiéndose este monto al ticket de su compra. Desde noviembre, no obstante, se amplía esta posibilidad “a todos los establecimientos” que colaboran con la entidad. Se trata de una medida que, como destaca Villar, pretende servir sobre todo a las personas de tercera edad que, siendo colaboradores habituales de la Fundación, estén poco familiarizadas con las modalidades de donación online. Así, el Banco se adapta a las distintas preferencias y hábitos de consumo de sus donantes, porque “los sigue necesitando a todos”.