La Cámara de Comptos publicó este vienes su informe sobre las cuentas generales de Navarra de 2022, que ofrece una visión general de la situación económico-financiera de la Administración foral. El año pasado, según desglosó, esta gastó 5.600 millones e ingresó 5.900 millones. Además, se produjo un «notable incremento» tanto de gastos (11 %) como de ingresos (17 %).
La Cámara de Comptos apuntó al respecto la incidencia de la modificación de la Ley del Convenio Económico entre Navarra y el Estado en las cuentas de 2022. La nueva metodología para calcular la aportación al Estado y los ajustes de determinados impuestos «han tenido efectos tanto en gastos e ingresos». De hecho, los primeros «han aumentado en 144 millones y los ingresos en 282 millones».
El capítulo de gasto más importante son las transferencias corrientes, con 2.300 millones. El gasto en personal suma 1.600 millones y los bienes corrientes y servicios 827 millones. Analizando el gasto por departamentos, el mayor corresponde a Economía y Hacienda, con 1.538 millones. Dentro de ese gasto se incluye la aportación al Estado por el Convenio Económico, que el año pasado sumó 883 millones. El Departamento de Salud gastó 1.315 millones y Educación, 800. Por debajo de esas cifras se sitúan Cohesión Territorial (550 millones), Derechos Sociales (515 millones) y Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior (300 millones).
Los impuestos principales tuvieron «un importante crecimiento» respecto al ejercicio anterior. En el caso del IRPF, del 30 %; en el de Sociedades, del 15 %; y en el IVA, del 11 %
En cuanto a ingresos, los impuestos directos suman 2.600 millones y los indirectos 2.300 millones. Respecto a los directos, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas aportó 2.100 millones; el Impuesto sobre Sociedades, 379 millones; y el de Sucesiones y Donaciones, 68 millones. Por lo que respecta a los indirectos, con el IVA se recaudaron 1.600 millones y los impuestos especiales (alcohol, hidrocarburos, tabaco) aportaron 549 millones.
Los impuestos principales tuvieron «un importante crecimiento» respecto al ejercicio anterior. En el caso del IRPF, del 30 %; en el de Sociedades, del 15 %; y en el IVA, del 11 %. La regularización en los ajustes fiscales por la nueva metodología tras la modificación del Convenio Económico con el Estado «ha influido en estos incrementos».
El informe ofrece también datos sobre la ejecución de ingresos y gastos de los fondos Next Generation. Hasta el 31 de diciembre de 2022, la Administración foral había ingresado 372 millones, de los que había gastado 64. Además, el documento agrega que las cuentas públicas «reflejan fielmente la imagen de su patrimonio, situación financiera y resultados económico-presupuestarios».
La opinión de legalidad también «es positiva con una salvedad»: el gasto de 154 millones en contratos «con vigencia finalizada o sin soporte contractual, la mayor parte del Departamento de Salud».
EVOLUCIÓN DE LOS INDICADORES
El informe destaca «la buena evolución de los indicadores económicos». Cita, en este sentido, el resultado presupuestario de 295 millones, el remanente de tesorería para gastos generales de 114 millones y el saldo de tesorería de 722 millones. En cuanto a la deuda, se sitúa en 2.868 millones y «no ha variado respecto al ejercicio anterior».
Por todo ello, concluye que la situación económico-financiera de la Administración foral «se ha ido recuperando tras la pandemia» y presenta «una mejoría significativa» en los indicadores.
La nueva metodología para calcular la aportación al Estado y los ajustes de determinados impuestos «han tenido efectos tanto en gastos e ingresos». De hecho, los primeros «han aumentado en 144 millones y los ingresos en 282 millones»
En otro orden de cosas, añade que, a finales de 2022, la Administración foral tenía 32.000 profesionales, de los que el 51 % eran temporales. El índice de temporalidad «ha aumentado en los últimos cinco años, en parte por las contrataciones temporales motivadas por la pandemia de la Covid-19». No obstante, a partir de 2020 «se aprecia una reducción de dicha temporalidad, que en 2020 llegó al 54 %». En este sentido, «en 2022 la Administración foral aprobó tres ofertas de empleo para la reducción de la temporalidad en el sector público».
Respecto a las sociedades públicas, el informe concluye que la Administración foral participa mayoritariamente en el capital de diecisiete empresas después de que, en 2022, se creara una nueva: el Instituto Navarro de Inversiones: «Las sociedades y fundaciones públicas las auditan firmas privadas bajo la supervisión de la Dirección General de Intervención. Todas presentan opinión favorable en auditoría financiera, aunque se ponen de manifiesto algunos incumplimientos en el cumplimiento de la legalidad», concluye el texto.
A finales de 2022, las sociedades públicas, que cuentan con una plantilla de 1.495 personas, «tenían un patrimonio neto de 667 millones y una deuda a largo plazo de 48 millones». El resultado consolidado del ejercicio fue, según la Cámara de Comptos, «de -19 millones».