La imagen de la marca Conservas Pedro Luis está asociada a calidad y a sostenibilidad y, como explicaba el gerente de la compañía, Pedro Luis Antón Campo, en una entrevista anterior concedida a NavarraCapital.es con motivo de haber sido elegido Premio ‘Alimenta Navarra’ 2016 en la categoría de ‘Sostenibilidad’: «Invariablemente, hemos defendido, o producto con denominación de origen (espárrago de Navarra, pimiento del piquillo de Lodosa y alcachofa de Tudela); o producto de agricultura ecológica. Siempre bajo un paraguas de calidad, por diferenciarnos de todas las importaciones que vienen”.
Esta compañía es la «perfecta armonía de apego y respeto a la tierra, que ha hecho una apuesta rotunda y clara por preservar el espacio físico heredado de sus mayores, la tierra, su entorno y el medio ambiente». Pero además del aspecto económico y el medioambiental, la sostenibilidad tiene una tercera pata: la preocupación social: “Apoyamos varios proyectos, porque los consideramos importantes y hay algún proyecto que es decisión personal”, aseguran. Por ello, colaboran puntualmente con organizaciones y asociaciones deportivas o bien donamos producto para que lo vendan en mercadillos solidarios o lo damos directamente a colectivos que lo necesitan”.
Pedro Luis Antón Campo.
Y todo esto nació de la mano del matrimonio formado por Pedro Luis Antón Gurrea y Corona Campo Armendáriz, que fundaron Conservas Pedro Luis en 1988, una empresa que tiene su origen en los años 60, cuando ellos mismos comenzaron elaborando pimiento y espárrago de sus propios cultivos. Ya entonces, los productos naturales y artesanos se convirtieron en su seña de identidad y, en el año 94, empezaron también con la agricultura ecológica.
CON LA RSC EN EL ADN
Entre las diferentes campañas realizadas con sus variados productos en el año 2018, las tres ONG que han recibido los 19.305,66 euros aportaciones son: Adano (Asociación de Ayuda a Niños con Cáncer de Navarra); Niños Contra el Cáncer, para la investigación de la enfermedad; y en Sierra Leona, apoyando a las Hermanas Clarisas en el fomento de la educación infantil. Esta cantidad viene de la venta de algunos de sus productos ya destinados previamente y de los que se donan 6 o 10 céntimos de euro por producto vendido, dependiendo del producto y del proyecto.
En 2018, ha donado 19.305,66 euros y 48.323 envases a distintos proyectos solidarios.
Esta conservera de Lodosa ha creado también su sello solidario para que los productos que lo contengan sean repartidos, tanto en comedores sociales, como a familias con necesidad o ser vendidos en mercadillos solidarios con el objetivo de recaudar fondos para diversas asociaciones sin ánimo de lucro. Por ello, además de las dotaciones económicas, también se han donado 48.323 envases a diferentes iniciativas solidarias:
- 19.812 envases donados a Siria. Proyecto Zaporeak.
- 5.040 envases para la tómbola de Cáritas Diocesanas de Pamplona.
- 3.122 al hospital San Juan de Dios, campaña ‘danos la lata’ para enviarlos a hospitales de África y América Latina.
- 3.000 para la carrera de la familia ‘corre que te pillo’ para recaudar fondos y ayudar a niños con cancer en La Rioja.
- 1.944 envases al comedor Paris 365.
- 1.800 para la ONG La Esperanza de Lodosa.
- 1.173 al comedor social, iniciativa ‘sonrisas de comida’.
La donación de envases engloba 10.000 envases de tomate frito dentro de la iniciativa ‘Tomate Frito Solidario’, un proyecto solidario que nace en agosto del 2013 como respuesta a la mala situación económica del país en general para ayudar a personas que se encuentran en situación desfavorecida. Y que cuenta con Conservas Pedro Luis como elaborador del producto, además de otras tres empresas colaboradoras de la zona: La torre verde que aporta el tomate; La casa del aceite, que dona el aceite de oliva virgen extra; y Envases y tapas Rioja, que sirve los envases y tapas.
UNA HISTORIA DE SOLIDARIDAD
La Responsabilidad Social Corporativa y “la necesidad de responder a la sociedad devolviendo parte de lo que nos da”, comenzó en Conservas Pedro Luis en 2009, con un viaje a las misiones de los Agustinos Recoletos en Brasil de su gerente, Pedro Luis Antón.
Posteriormente y desde el año 2011, tras otro viaje de Pedro Luis a la misión de los Agustinos Recoletos en Sierra Leona, “se nos ocurrió hacer un proyecto para recaudar fondos y vincularlo a la venta de uno de nuestros productos” a los que posteriormente se sumaron los proyectos de Adano y Niños contra el cáncer con otros productos de la gama.
La donación del año pasado a Sierra Leona la dedicaron (en parte) a un programa de bicicletas para las alumnas que viven lejos.
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