sábado, 20 abril 2024

De copiloto, tu mascota

Y con ella... ¡al fin del mundo! Así viajan cientos de familias durante la época estival. Las vacaciones de verano se disfrutan más con nuestros seres queridos al completo. Por eso, son muchas las personas que deciden viajar acompañadas de sus 'peludos'. En este reportaje, ofrecemos las claves para realizar esos trayectos de una manera segura tanto para los animales como para el resto de pasajeros.


Pamplona - 23 julio, 2022 - 00:09

Ya sea en coche, en tren, en avión o en autobús, el transportín es una de las opciones que mayor seguridad ofrece para los animales. (Fotos: cedidas)

Las mascotas son un miembro más de la familia en muchos hogares españoles, y llevarlas con nosotros en vacaciones es una opción cada vez más habitual. Sobre todo, perros y gatos acompañan a los convivientes en sus periodos de descanso y, en ocasiones, realizan largos viajes. Por ello, Tiendanimal, comercio especialista en productos para mascotas, da las claves sobre cómo realizar esos trayectos de una manera segura tanto para los peludos como para el resto de pasajeros.

Ya sea en coche, en tren, en avión o en autobús, el transportín es una de las opciones que mayor seguridad ofrece para los animales y, en algunos casos, incluso obligatoria. Aun siendo un espacio reducido, siempre y cuando este sea el adecuado, tanto perros como gatos pueden llegar a sentirse protegidos, relajados y seguros dentro de él. Tal y como explican los expertos de la tienda, uno de los aspectos principales es elegir bien el habitáculo para que se adecúe a las necesidades de cada animal y, en especial, a su tamaño.

Aunque pueda parecerlo, no siempre es fácil que nuestros ‘amigos’ se acostumbren a este angosto espacio y lo hagan suyo, por lo que es de especial relevancia favorecer a que se sientan cómodos y pierdan el miedo. En este sentido, una de las claves es dejarlo abierto en algún lugar de la casa, de manera que pueda olerlo y familiarizarse con él.

Para los trayectos en avión, los perros y gatos podrán viajar en cabina siempre en transportín y si no superan los 8 o 10 kilogramos de peso.

Cuando el acercamiento ya sea natural y lo que necesitemos sea que lo asocien con experiencias agradables, podremos ofrecer premios en su interior o colocar sus juguetes favoritos dentro, pero sin cerrar la puerta hasta que nos cercioremos de que hacerlo no desata el miedo o el nerviosismo. A partir de ahí, se debe colocar el transportín con la mascota correspondiente dentro del coche, primero parado y luego en marcha, en periodos cortos, hasta que nuestro ‘compañero’ esté listo para realizar un trayecto.

En el caso de los viajes en coche debemos tener en cuenta que el bolso de transporte se pueda sujetar al cinturón de seguridad, aunque, en el caso de las mascotas pequeñas, lo más seguro será colocarlo en el suelo de los asientos traseros o en el maletero.

En los autobuses, barcos y trenes, son las compañías las que establecen las condiciones para que puedan viajar junto a los pasajeros, en el maletero o en los espacios reservados para ello, pero siempre en transportín.

Siempre que sea posible, en los recorridos largos deberemos asegurarnos de realizar paradas frecuentes para que nuestro peludo pueda estirar las patas y beber agua, así como controlar la comida que ha tomado antes de salir. Y, ante todo, no dejar a nuestros ‘colegas’ solos en el coche en ningún caso, pero mucho menos con altas temperaturas.

Para los trayectos en avión, los perros y gatos podrán viajar en cabina siempre en transportín y si no superan los 8 o 10 kilogramos de peso, según la aerolínea. Si su tamaño es mayor, deberán bajar a bodega, generalmente en una caja preparada para ello, a excepción de algunas razas braquiocefálicas, como los bulldogs o los bóxer, para quienes puede suponer un peligro, o en los casos en los que el animal sufra algún problema de salud. Además, tendremos que garantizar que hayan recibido todas las vacunas pertinentes.

En los autobuses, barcos y trenes, son las compañías las que establecen las condiciones para que puedan viajar junto a los pasajeros, en el maletero o en los espacios reservados para ello, pero siempre en transportín. Generalmente, del mismo modo que en los aviones, el límite suele establecerse en los 10 kilogramos y es obligatorio llevar consigo la cartilla de vacunación.

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