¡Alto ahí! Antes de pintárselas con los tonos marrones de temporada, fíjese primero si sus uñas han sufrido algún cambio en su color o en sus características. Estos lienzos para los esteticistas se encargan primordialmente de proteger los tejidos de los dedos: están formadas por capas de una proteína llamada queratina, que también está presente en otras partes del cuerpo como el pelo o la piel. Por eso, una uña que no tiene un color uniforme y liso puede avisar de un problema en el organismo.
En muchas ocasiones, remediar estas enfermedades pasan por incrementar la ingesta de vitaminas y minerales, o mantener las manos bien hidratadas y protegidas de productos químicos y de la humedad excesiva. En cambio, según explican los expertos de DosFarma, en otras situaciones nos están avisando de que algo falla en el organismo. Alteraciones sutiles, como la aparición de hoyos o estrías, pueden darnos mucha ventaja en el diagnóstico precoz de alguna dolencia grave.
Así pues, es importante saber cuándo un cambio en las uñas nos está indicando que es hora de visitar al médico. Las siguientes alteraciones son las más comunes, y pueden darle al lector una ayuda durante la consulta con el profesional.
1. MANCHAS BLANCAS
La leuconiquia, o la aparición de manchas blancas, puede deberse a múltiples factores. Cuando son pequeñas, suelen ser totalmente inocuas y es posible que hayan aparecido por un traumatismo o por la falta de algún nutriente como el zinc. Un pequeño golpe puede producir una mancha blanca. Por lo general, se cura sola y desaparece cuando la uña ha vuelto a crecer completa, lo cual tarda entre seis u ocho meses, o hasta doce en el caso de los pies.
Pero estas manchas pueden deberse también a la psoriasis, una enfermedad crónica que afecta a la piel y produce descamaciones y enrojecimiento. Cerca de la mitad de las personas que sufre esta enfermedad tiene también psoriasis ungueal, es decir, en las uñas.
2. LAS UÑAS EN CUCHARA
La coiloniquia, o uñas en cuchara, ocurre cuando los bordes se curvan hacia arriba, hasta el punto de que queda el centro más hundido, semejante a la forma de una cuchara. Esta alteración se debe a varios factores, como el déficit de hierro o la anemia. A su vez, puede ser un síntoma de algunas enfermedades renales, hepáticas o relacionadas con la tiroides. Un ejemplo es la hemocromatosis, por la que el cuerpo absorbe demasiado hierro de los alimentos.
3. LAS HENDIDURAS
Son surcos o hendiduras que cruzan la uña de lado a lado. Se producen porque, por algún motivo, se ha interrumpido el crecimiento de la uña (por ejemplo, un golpe fuerte en el dedo). Pueden aparecer en los casos de diabetes, especialmente cuando la enfermedad no está bien controlada.
4. LAS OPACAS
Las uñas de Terry es una alteración por la que se vuelven de un color blanco opaco, salvo por una pequeña línea de rosada o marrón en la punta. Aparecen en casos de diabetes mal controladas o por enfermedades del hígado o los riñones.
5. LAS AMARILLAS
Se deben a múltiples motivos, como el uso excesivo de cosméticos o esmaltes, aunque también pueden esconder algún problema de salud. Por ejemplo, las infecciones de hongos producen cambios en el color, la textura y la forma. Del mismo modo, las enfermedades pulmonares también pueden tener este síntoma.
6. LAS SEMICIRCULARES
Ocurre cuando las puntas de los dedos se ensanchan y las uñas se curvan alrededor, haciendo una forma semicircular. Son un símbolo de enfermedades del hígado o los riñones, aunque también aparecen en personas con sida.
7. LAS PUNTEADAS
Aparecen surcos, similares a pequeñas marcas de un punzón. Son frecuentes en las personas con psoriasis, a quienes les aparecen pequeños hoyos o, incluso, se les separa parte de la uña del dedo.
8. LAS LÍNEAS ROJAS
Son pequeñas hemorragias en forma de líneas rojas y delgadas que se extienden en la dirección en la que crece la uña. Las causan algunas infecciones relacionadas con el corazón, como la endocarditis o la vasculitis.
9. LOS DEDOS HIPOCRÁTICOS
Se trata de una alteración que, entre otras cosas, hace que la uña se curve hacia abajo. Se relaciona con dolencias que afectan a la cantidad de oxígeno en la sangre; por ejemplo, el cáncer de pulmón.
10. LAS QUEBRADIZAS
Se trata de uno de los problemas más frecuentes en las uñas y hay múltiples motivos por los que se vuelven débiles y se rompen con facilidad. Una de las posibles causas es el envejecimiento, aunque también puede ocurrir por falta de nutrientes, como el zinc o el hierro. Asimismo, la vitamina C acelera la producción de colágeno, una sustancia encargada de que las uñas crezcan rápidamente y con más fuerza. También la vitamina D es necesaria para que tengan brillo y fuerza. Una falta de ambas vitaminas explicaría unas uñas débiles, quebradizas y sin brillo.
Igualmente, la exposición prolongada al esmalte puede hacer que las uñas se vuelvan frágiles y se descascarillen. En general, el abuso de los esmaltes puede volverlas ásperas y sin brillo e incluso teñirlas de algún color, si el pigmento penetra. También es posible que se deban a un exceso de humedad o por el uso de productos de limpieza sin guantes. Otra posibilidad es que se vuelvan quebraedizas por una alteración de la glándula tiroides.
Por eso, llevarlas cortas, una dieta rica en vitaminas y minerales, no utilizar productos químicos sin protección o mantener una hidratación adecuada de las manos son algunos consejos para evitar las uñas resquebradizas.