La cooperativa vizcaína EIKA, perteneciente a la División de Componentes de la Corporación Modragon, refuerza su posición en el mercado de las aplicaciones de calefactado eléctrico tras la adquisición del 20 % del capital de la firma navarra Smart Comfort. De esta forma, EIKA apuesta por una ingeniería eléctrico-electrónica especializada en el desarrollo de aplicaciones inteligentes por infrarrojo lejano.

Constituida en 2016, Smart Comfort, liderada por Aida Loperena y Gabriel Viscarret, focaliza sus actividades en dos sectores claramente diferenciados. Por un lado, con la marca AVIR se centra en fomentar el “confort animal en instalaciones ganaderas intensivas”. Y, por otro lado, desarrolla sistemas de confort térmico humano para grandes recintos público y privados, industriales o académicos a través de la marca Nawattia.

La noticia llega poco después del traslado de la startup a su nueva sede en Tajonar. Tal y como adelantó Navarra Capital, la firma prevé empezar a fabricar sus propios calefactores tras haber realizado los primeros contactos comerciales en 2021.

Aitor Soria (EIKA): “Queremos generar sinergias que ofrezcan nuevas oportunidades de mercado”.

Una vez formalizada la alianza, EIKA entra de lleno en el negocio del calentamiento en nuevas aplicaciones mediante otras tecnologías. “Las numerosas sinergias tecnológicas existentes entre ambas compañías van a favorecer el desarrollo de nuevas e innovadoras soluciones de producto que, a su vez, facilitarán la consecución de nuevos clientes y oportunidades de mercado, así como disponer de la capacidad para afrontarlos satisfactoriamente”, explicó Aitor Soria, director general de EIKA.

Esta ampliación de capital, asimismo, facilitará “una apertura a proyectos de mayor tamaño e importancia” en los que la empresa navarra contribuirá aportando su know how en soluciones de calefactado por infrarrojo lejano. Por ejemplo, la mejora térmica que contribuye al bienestar y salud de animales en su fase de cría.

Aida Loperena (Smart Comfort): “EIKA nos va a dar la oportunidad de depurar nuestros diseños y optimizarlos industrialmente, así como implantar nuestras soluciones a nivel global”.

“Venimos trabajando desde hace años con equipos y recursos propios, dedicados al lanzamiento y desarrollo de nuevas actividades. Y lo hacemos, por supuesto, desde un punto de vista orgánico. Pero también queremos hacerlo inorgánicamente, generando sinergias y estableciendo alianzas que ofrezcan nuevas oportunidades para EIKA en ámbitos que, de una u otra manera, están relacionados con el saber hacer, la historia y la experiencia de nuestra cooperativa”, valoró Soria.

Por su parte, la cofundadora y CEO de Smart Comfort, Aida Loperena, destacó la importancia de esta “construcción de sinergias para alcanzar objetivos ambiciosos fundacionales” de AVIR y Nawattia. “Creemos firmemente que EIKA nos va a dar la oportunidad de depurar nuestros diseños, tanto en su eficiencia energética como en su optimización industrial. También nos va a dar la capacidad de acelerar la implantación de nuestras soluciones a nivel global, así como de dar respuesta a nuevos retos y aplicaciones que, sin duda, van a ir apareciendo en el horizonte comercial”.

LA COOPERATIVA EIKA

EIKA viene desarrollando una política de alianzas y adquisiciones durante los últimos años. Sus actuaciones han incluido, entre otros, la compra del 100 % de la estadounidense Ceramaspeed en 2018, alianzas como la recientemente realizada con Tecasa y colaboraciones con instituciones como Mondragon UnibertsitateaIkerlanCentro StirlingTecnaliaCEIT o Azaro Fundazioa.

Así, esta nueva operación de inversión en una startup se enmarca en la estrategia corporativa de activación de capacidades de emprendimiento y de la promoción de nuevos negocios entre las cooperativas, con “una apuesta por empresas jóvenes con capacidad de crecimiento”. De hecho, Corporación Mondragon lleva ya tres años invirtiendo en “una quincena de empresas de reciente constitución”, involucrando a las cooperativas en su capital de estas y apoyándolas con fondos corporativos de capital riesgo –con un montante aproximado de 15 millones de euros– para “compensar la asunción de riesgos en fases iniciales”.