Un estudio encargado por el Gobierno de Navarra, a través del Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI/NBI), muestra que el empleo del hogar ocupa en Navarra a casi 9.000 personas, de las que 6.811 estaban afiliadas al Sistema Especial de Empleo del Hogar de la Seguridad Social en septiembre de 2020. Es decir, el 75 %. La diferencia entre ambos datos muestra que “la irregularidad es una característica del sector, que no termina de desaparecer pese a haberse reducido en los últimos años debido a los cambios normativos”.
Pese a que en términos generales Navarra presenta unos datos ligeramente mejores que el conjunto de España en lo relativo a la regularización del sector y a la garantía de los derechos laborales de sus trabajadoras, “todavía son necesarias numerosas mejoras”, apuntó el Ejecutivo foral.
La investigación, presentada este viernes en rueda de prensa por la directora gerente del INAI/NBI, Eva Isturiz, y por una de sus autoras, Irene Lapuerta, investigadora de la UPNA, refleja que casi el 90 % de las personas que trabajan en este sector son mujeres y prácticamente el 40 % son de origen extranjero. Las empleadas del hogar de origen latinoamericano constituyen la mayoría de trabajadoras extranjeras en el sector, siendo la presencia de población procedente de Europa del Este (principalmente Rumanía) menos habitual en Navarra que en el conjunto de España.
Casi el 90 % de las personas que trabajan en este sector son mujeres y prácticamente el 40 % son de origen extranjero.
Según este estudio, las empleadas de origen extranjero tienen un perfil sociodemográfico distinto al de las mujeres españolas: son más jóvenes, tienen un nivel de estudios bastante superior al de las mujeres españolas y trabajan con más frecuencia de forma regular en los empleos del hogar y en aquellos que requieren una mayor dedicación en cuanto al número de horas.
“Son las empleadas domésticas de origen español las que están en una situación de mayor irregularidad, algo que parece estar relacionado con una mayor consideración de esta actividad como un trabajo que complementa al salario principal familiar, el del hombre”, apuntó el Gobierno navarro.
El trabajo por horas es la modalidad de jornada predominante en el sector, que engloba al 42 % de las empleadas del hogar en Navarra (al 35 % para las de origen extranjero y al 61 % para las nacionales). Las mujeres extranjeras trabajan en mayor medida que las nacionales solo en este sector y para una única persona empleadora, “ya que las españolas combinan en una proporción levemente mayor la realización de más de un empleo”.
La segmentación laboral por origen queda reflejada también en el tipo de tareas que asumen. De hecho, el 57 % de las empleadas del hogar de origen extranjero se dedican a tareas combinadas de cuidado de personas mayores y mantenimiento del hogar, frente al 24 % de origen español. Por el contrario, el porcentaje de empleadas del hogar que declaran realizar tareas vinculadas exclusivamente al mantenimiento del hogar alcanza al 47 % de las empleadas de origen español, frente al 19 % de las extranjeras. Igualmente, el peso de las primeras es mayor en el cuidado de niños (20 % frente al 9 %).
MEDIDAS PARA IMPULSAR LA CONTRATACIÓN
El Gobierno de Navarra ha impulsado una serie de acciones que, “a la vez que favorecen la conciliación familiar, persiguen incentivar las contrataciones en el ámbito de las personas cuidadoras y contribuir a luchar contra la economía sumergida”. El año pasado, el Ejecutivo foral decidió incrementar la deducción por cotizaciones a la Seguridad Social del 25 %, vigente desde 2000, hasta el 100 % para aquellos contratos formalizados con personas que trabajen en el hogar familiar en el cuidado de las personas descendientes, ascendientes, otros parientes y personas discapacitadas. La medida, que en principio iba a estar activa solo en 2020, se mantendrá también este 2021.
Además, ha aprobado una convocatoria de ayudas, en las que ofrece entre 300 y 420 euros al mes para personas que trabajen por cuenta ajena y que contraten una persona desempleada para el cuidado en el propio domicilio de menores de 12 años.