jueves, 25 abril 2024

El autocine tiene nombre de mujer

A principios de los años 30, en pleno 'boom' de Hollywood y de la industria automovilística, Richard M. Hollinghead patentó una idea. Quizá sin anticiparlo, comenzó así un modelo de negocio que posteriormente sería replicado en infinidad de ocasiones. El auge de las nuevas tecnologías parecía haber descartado por completo este tipo de formatos, pero los esfuerzos para salvaguardar el futuro de la gran pantalla, ante la avalancha de plataformas de 'streaming', nos han obligado a mirar al pasado para tratar de encontrar nuevas respuestas. Los frutos de esa apuesta que combina tradición y vanguardia ya se pueden ver en España.


9 abril, 2022 - 00:08

(Fotos: cedidas)

«Retorna a lo antiguo y serás moderno». La frase que se atribuye a Giuseppe Verdi podría perfectamente servir para contar la historia de éxito de dos empresarias granadinas que han recuperado una moda del siglo pasado. Ante el auge de las nuevas plataformas televisivas que auguran un negro panorama para el futuro de la gran pantalla, ellas apostaron por el cine sobre ruedas. Crearon así dos de los autocines más grande de Europa.

Tamara Istambul y Cristina Porta fueron quienes pusieron en marcha este ambicioso e innovador proyecto de ocio, que mira al pasado para garantizar un futuro a la gran pantalla. Granadinas de nacimiento, completaron su formación en Francia y Suecia, respectivamente, y antes de llevar a cabo esta iniciativa acumularon experiencia profesional en grandes entidades financieras alrededor del mundo.

Tamara ha vivido en Australia, ha sido responsable de gestión de finanzas y dirección de equipos en el Banco Santander, ha trabajado para la consultoría internacional Russell Bedford en Londres, y para un proyecto con Telefónica en México. Cristina, por su parte, ha sido directora y máxima responsable del departamento de compras de Eurofinsa durante diez años. A pesar de sus consolidadas carreras, juntas decidieron arriesgar.

EL SÉPTIMO ARTE, A LA INTERPERIE

A través del eslogan Cada cual en su propio palco, el estadounidense Richard M. Hollinghead inventó, quizá sin saberlo, un nuevo modelo de negocio. Lo hizo en 1933, durante el boom de Hollywood y de la industria del automóvil. Más de ocho décadas después, su audacia sirvió como una fuente de inspiración para Tamara y Cristina, quienes se animaron a crear un cine al aire libre donde los espectadores pudiesen acudir en sus vehículos y disfrutar de un espectáculo sin salir del coche. Madrid fue el primer escenario de esta aventura empresarial. En 2017 nació Autocine Madrid, con una pantalla de 250 metros para un total de 350 plazas de vehículos y un aforo de 1.500 personas.

Un lustro más tarde, las empresarias se aliaron con la inmobiliaria Metrovacesa con el objetivo de instalar el primer autocine permanente de Andalucía. ¿El resultado? Un espacio «que presume de la pantalla más grande de Europa», en un recinto de 16.000 metros cuadrados para un aforo de 250 vehículos. La expansión hacia el sur de la península se convirtió así «en una operación pionera en España, gracias a la estrategia conocida como naming right, habitual en el mundo del deporte e inédita hasta ahora en el ámbito cultural». Autocine Málaga Metrovacesa abrió sus puertas el pasado 7 de octubre para inaugurar un nuevo capítulo en esta historia de película.

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