El boxeo y el kickboxing vivían su época dorada en Navarra antes de la pandemia. De hecho, en 2019 se celebraron quince veladas en la Comunidad foral. Pero en 2020, solo se ha promovido una. Eventos que antes de la irrupción del Covid-19, además, fueron acompañados de grandes éxitos deportivos como las dieciséis medallas de oro logradas en 2018 y 2019 en los Campeonatos de España de Kickboxing o el título de campeón del mundo conquistado en este deporte por el navarro Mohamed Hamdi en la categoría de 86 kilos.
Joxe Vicente Eguzkiza fue siete veces campeón mundial y cuatro de Europa de kickboxing. Actualmente, es director de Alta Competición en la Federación Española de Kickboxing. Para Eguzkiza, “la situación del Covid-19 ha influido de manera muy negativa”. En los gimnasios, “solo pueden estar seis personas por sala, cuando antes había veinte o veinticinco”. Además, “tiene que ser con cita previa y la gente no cabe”. “Es un auténtico desastre, un horror. A todo esto hay que sumar el gasto que conlleva, como las máquinas para desinfectar. Estamos aguantando como se puede”, resalta a Capital Sport.
Carlos Ceballos: “Hemos intentado hacer alguna velada, pero con las restricciones del Gobierno de Navarra ha sido imposible”.
La última velada organizada en 2020 fue el 29 de febrero, en Navarra Arena. En ella, el boxeador navarro David ‘Infierno’ Soria se proclamó campeón de España en el peso superwelter.
“Tuvimos suerte. Si llega a ser dos semanas después, nos habrían cerrado el evento y habría sido una debacle económica. Hemos intentado hacer alguna velada, pero con las restricciones del Gobierno de Navarra ha sido imposible. Una velada es costosa y no compensa hacerla en estas condiciones, con cincuenta personas en el recinto”, comenta Carlos Ceballos, presidente de la Federación Navarra de Boxeo.
La realización de estos eventos es clave para dar un impulso al deporte de contacto, tal y como señala César Núñez, presidente de la Federación Navarra de Kickboxing y luchador al mismo tiempo. “Las veladas hacen que la gente se apunte a los gimnasios y que haya más afición. Antes de la pandemia, al día siguiente de una velada igual te encontrabas a diez personas haciendo cola en la puerta del gimnasio para apuntarse”, rememora.
César Núñez: “Antes de la pandemia, al día siguiente de una velada igual te encontrabas a diez personas haciendo cola en la puerta del gimnasio para apuntarse”.
En la misma línea, Eguzkiza destaca la crisis que está experimentando en su gimnasio: “Nosotros habíamos batido el récord de asistencia. Es más, cada seis meses lo superábamos. Compramos la bajera de al lado para ampliar el gimnasio y ahora lo tenemos parado. Nos toca aguantar”.
LA RESPUESTA INSTITUCIONAL
El campeón navarro tira de ironía cuando se le pregunta por la respuesta institucional ante los graves problemas que atraviesa su sector: “¿Ayudas a deportistas? Por no decirte cero patatero… Hemos tenido una medalla de oro en un Campeonato del Mundo (Mohamed Hamdi) y ahí sí que ha habido del Consejo Superior de Deportes y de la Fundación Miguel Induráin, pero no son cantidades muy altas. La ayuda del Instituto Navarro del Deporte es lo que se da a la federación en concepto de equipaciones, gastos de viajes… No es poco y no me quejo, pero ayudas para que haya veladas cero patatero”.
La gran mayoría de los ingresos en el boxeo proceden de contratos televisivos. En 2018, Matchroom Boxing, la promotora pugilística del inglés Eddie Hearn, firmó el mayor contrato en la historia de este deporte: cerca de 840 millones de euros. Con este acuerdo, retransmiten dieciséis veladas en Estados Unidos y otras tantas en el Reino Unido. Para Núñez, ahí reside la principal diferencia con el boxeo español. “La existencia de una televisión detrás, como sucede en otros países, es lo que realmente ayuda a nivel económico. En España, ser boxeador se ve como ser un delincuente. En Inglaterra o en Estados Unidos se concibe como un deporte y los boxeadores pueden vivir de esto. En España, solo Kerman Lejarraga puede hacerlo”, atestigua.
Joxe Vicente Eguzkiza: “Esto no es Osasuna. Al final, los que tienen suerte de contar con buenos patrocinadores son el fútbol, el ciclismo y la pelota”.
El pasado 28 de noviembre, Mike Tyson se enfrentó Roy Jones Jr. en el Staples Center de Los Ángeles. Un combate por el que el primero cobró 10 millones de dólares. Cifras que nada tienen que ver con los ingresos de un boxeador en España.
“En Estados Unidos, los boxeadores pueden ser millonarios. Aquí, lo mínimo en una velada a seis asaltos de alguien que está empezando son 1.200 euros. De ahí para arriba, 50.000 o 100.000 euros como máximo. En España es imposible hacerse rico con el boxeo y en Europa te diría que también, dejando a un lado Inglaterra y Alemania, que tienen contratos multimillonarios con la televisión y que antes te llenaban un estadio con 90.000 personas. Allí si se mueve dinero, pero en Navarra estamos en una aldea luchando siempre contra todo”, analiza Eguzkiza, que hace un inciso acto seguido: “En España te dicen ‘ah, eres boxeador…’ y te miran como diciendo ‘que no me quite la cartera’. En otros países es la leche como tratan a los boxeadores y se cuida la imagen de cada deportista hasta el mínimo detalle”.
Eso sí, contar con Navarra Arena para las veladas de boxeo y kickboxing ha sido un paso adelante. Eguzkiza así lo destaca, aunque con algunos matices. “Es importante, pero realizar allí una velada no es gratis. Hay que pagarla. La velada que organizamos en febrero salió bien. Era la primera allí porque veníamos de hacerlas en Anaitasuna durante años. Y nos arriesgamos. También es verdad que estuvo Kerman y tuvo lugar la pelea por el título de España con David Soria. Pero ahí cerramos la puerta de los eventos hasta ahora”, detalla.
Carlos Ceballos: “Hoy en día, las empresas no quieren saber nada. Tienes que ir pidiendo limosna. Casi, como favor, te dan 50 euros”.
Otra de las principales fuentes de ingresos, como los patrocinadores, tampoco pasa precisamente por su mejor momento. Ceballos deja constancia de la difícil situación que están atravesando: “Hoy en día, las empresas no quieren saber nada. Tienes que ir pidiendo limosna. Casi, como favor, te dan 50 euros”.
Eguzkiza aporta algunos detalles más al respecto. “La mayoría de las veces nos apoyamos en conocidos. Esto no es Osasuna. Al final, los que tienen suerte de contar con buenos patrocinadores son el fútbol, el ciclismo y la pelota”, sentencia.
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