viernes, 26 abril 2024

Deportistas de elite, ‘personal trainers’ de primera

Carlos Chocarro, capitán de Anaitasuna, y el palista Rubén Ayarra compaginan el deporte con su faceta menos conocida: la de entrenadores personales. Entre sus clientes hay tanto particulares y aficionados como pelotaris, aizkolaris y futbolistas profesionales. En este reportaje de Capital Sport, desgranan todos los detalles de esa labor que desarrollan en el centro U’kore, al margen de sus exitosas carreras en las canchas.


Pamplona - 30 noviembre, 2020 - 07:02

Carlos Chocarro (izda.9 y Rubén Ayarra (dcha.) se conocieron cuando estudiaban Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. (Fotos: Maite H. Mateo)

Son deportistas de elite y, además, entrenadores personales. Carlos Chocarro, capitán de Anaitasuna, y Rubén Ayarra, palista, se encargan de la puesta a punto de pelotaris, aizkolaris, futbolistas y jugadores de balonmano. Unieron sus caminos en 2018, aunque ya se conocían porque habían realizado juntos el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. «Comencé a estudiar la carrera, donde coincidí con Carlos, y dejé el trabajo que tenía entonces. Después surgió la posibilidad de trabajar juntos y así hemos ido sumando entre los dos. Cada día vamos mejorando como entrenadores y también como personas», señala el palista a Capital Sport.

Actualmente, prestan sus servicios en U’kore, un centro especializado en entrenamiento inteligente situado en Mutilva. «Estamos en continua formación. Todo el día miramos cosas porque lo relacionado con el entrenamiento evoluciona constantemente. Buscamos que venir a trabajar sea venir a disfrutar», señala Chocarro.

Carlos Chocarro: «Muchos deportistas de alto rendimiento buscan ese plus de preparación física. Pero lo vemos también con gente amateur o personas que quieren mejorar su salud».

El capitán de Anaitasuna reconoce que, gracias a la buena relación que tienen entre ambos, resulta más sencillo compaginar su labor en U´kore con el deporte de elite. Aunque, para lograrlo, necesita el apoyo de todos.

«En mi caso, le debo mucho al club (Anaitasuna) y a Rubén, que me cubre a menudo. Ahora, con las restricciones todo es más complicado, no paramos en ningún momento del día. Además, tengo que agradecer a mis padres que me dan el túper con la comida y a mi novia, que me aguanta cuando llego tarde a casa. Entiendo que es una etapa corta y que hay que sobrellevarla de la mejor manera», incide Chocarro.

Su socio enfoca esta etapa de forma distinta. «Yo no tengo la misma exigencia profesional de Carlos. Estoy en la parte final de mi carrera deportiva a alto nivel e intento buscar huecos en mi horario para entrenar. Carlos tiene que dar mucha guerra todavía e intento ayudarle porque entiendo el momento que atraviesa«, explica Ayarra.

La mayoría de los deportistas a los que entrenan buscan potenciar la fuerza.

La mayoría de los deportistas a los que entrenan buscan potenciar la fuerza.

Para Chocarro, el ‘personal trainer’ cada vez va adquiriendo más importancia en el deporte aficionado y profesional. De hecho, ya es habitual que las estrellas cuenten con el respaldo extra de un especialista en esta materia: “Muchos deportistas de alto rendimiento buscan ese plus de preparación física. Pero lo vemos también con gente amateur o personas que quieren mejorar su salud».

En su caso, muchos profesionales acuden a ellos para realizar un trabajo de fuerza que no desarrollan en sus clubes. «El que viene aquí normalmente quiere realizar un trabajo de fuerza, saber moverse y desplazarse para mejorar su rendimiento y bajar el riesgo de lesiones. Es complicado que una niña que juega dos o tres días a la semana en su club, por ejemplo, pueda hacer esos entrenamientos. En esa hora o dos horas, tratamos de cubrir las carencias que los equipos tienen, como es lógico», destaca el capitán de Anaitasuna.

Según Rubén Ayarra, los ‘personal trainers’ también van ganando presencia en el deporte femenino: «Tenemos muchas chicas adolescentes, que se apuntan para mejorar y prevenir lesiones».

Entre sus clientes se encuentra, por ejemplo, el pelotari Joseba Ezkurdia. «Trabajar con él es una gozada porque está siempre dispuesto a hacer lo que se le dice y escucha los consejos que le damos», señala Ayarra. Junto a Ezkurdia suele entrenar su colega Peio Etxeberria. «Los dos son muy buenos amigos. Peio tiene su referente en Joseba, como este lo tuvo con Juan Martínez de Irujo. Se pican entre ellos y trabajan fenomenal», añade.

Otros deportistas de elite que se han puesto en sus manos son los jugadores de balonmano Eduardo Gurbindo (Nantes) y Javier Borragán (Créteil), el aizkolari Joxean Etxeberria y algunos jugadores de Osasuna Promesas y Osasuna Magna. «De momento no hemos tenido problemas con los clubes de nuestros clientes. Sabemos que puede pasar, el mundo de la preparación física es complicado en ese sentido. Hay egos, cada uno tiene su ilusión, y cuando uno se cambia o pide su opinión a otro profesional el club a veces no lo entiende», apuntan ambos. Más allá de estos deportistas de gran renombre, Ayarra también remarca en que los ‘personal trainers’ van ganando presencia en el deporte femenino: “Tenemos muchas chicas adolescentes que se apuntan con la intención de mejorar y prevenir lesiones».

EL ‘COACHING’

Igualmente, el ‘coaching’ se ha convertido en una parcela a potenciar por parte de muchos deportistas y casi tan importante como una buena preparación física. «No trabajamos el tema mental como especialidad, pero sí desde nuestra experiencia y las situaciones que nos han tocado vivir. Hay veces en las que un deportista igual llega aquí y no puede ejercitarse porque necesita hablar. El entrenador debe estar atento para saber escuchar, sentarse y ver otras cosas», matizan.

Carlos Chocarro: «Hay que hacerlo muy bien y tener muchos clientes para sacarte un sueldo. Cuando eres autónomo, tienes que sumar facturas, gastos, IRPF… Lo vamos consiguiendo, pero hay que pelear mucho y meter horas».

Eso sí, en contra de lo que pueda parecer, entrenar de forma individual “no es tan rentable” para el preparador como hacerlo con grupos. Pero ellos creen firmemente en su método y ofrecen igualmente otras alternativas: «Hay clientes que quieren un entrenador para ellos solos. Y aquellas personas que no se lo pueden permitir pueden ir a grupos reducidos, con pinceladas de trabajo personalizado».

Chocarro añade que, poco a poco, se va extendiendo la cultura del entrenamiento especializado, aunque alerta también de los riesgos que tiene limitarse a seguir vídeos de YouTube, como hacen “muchas personas” sin el debido asesoramiento. Y atestigua que, en su caso, trabajar como ‘personal trainers’ les permite obtener un dinero extra importante, además de desarrollar una carrera con largo recorrido de cara al futuro. «Hay que hacerlo muy bien y tener muchos clientes para sacarte un sueldo. Cuando eres autónomo tienes que sumar facturas, gastos, IRPF… Lo vamos consiguiendo, pero hay que pelear mucho y meter horas. A todos nos gustaría trabajar de ocho a tres, pero esto no es así», aclara Chocarro.

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