Cuba, Hong Kong, Bulgaria, Rumanía, Bélgica, Andorra y Portugal, además de España, son los mercados donde ya se saborea el chorizo de la emblemática marca Pamplonica. La firma, ubicada en Beriáin, fue comprada por el Grupo Tello en 2017, después de que entrara en concurso de acreedores voluntario en 2015 y, un año más tarde, se aprobara su plan de liquidación.
Tras la pertinente subasta de activos, la compañía toledana, cuyas referencias se comercializan en más de cincuenta países, también adquirió Mina. Y, en los ejercicios siguientes, apostó por la internacionalización de Pamplonica. Aunque las cifras exportadoras de la firma en términos cuantitativos no son muy elevados por el momento, ya que el grueso de sus clientes son nacionales, Alfonso Alcázar, director general del Grupo Tello, asegura a Navarra Capital que los números van creciendo «de manera pausada».
«La calidad de los productos de la firma navarra, junto a su larga trayectoria en el sector cárnico, hicieron viable su incorporación al grupo y su posterior crecimiento»
Tras la operación, el Grupo Tello llevó a cabo una «gran reestructuración» de Pamplonica con el fin de mejorar las instalaciones. «La calidad de sus productos, junto a su larga trayectoria en el sector cárnico y su reconocimiento, hicieron viable su incorporación al grupo y su posterior crecimiento. Hemos incorporado nueva maquinaria orientada al estuchaje, hemos reducido significativamente el uso de aluminio en nuestras conservas, hemos puesto en marcha una torre de refrigeración para recuperar agua y hemos instalado placas solares. Todo ello para que Pamplonica sea una empresa más sostenible, eficiente y que responda mejor a las exigencias del mercado actual», defiende.
NUEVAS LÍNEAS
Así mismo, se han puesto en marcha nuevas líneas de negocio. El chorizo es el producto «estrella», además de otros embutidos como el salchichón. Pero, al mismo tiempo, la propiedad también se ha adentrado en los alimentos de quinta gama con platos preparados como las carrilleras en salsa, los judiones con codorniz, el rabo de toro o el codillo con patatas, entre otros. «Es la gran apuesta del Grupo Tello. Ahora contamos con siete recetas y cada año incorporamos nuevos platos», detalla Alcázar.
De esta forma, Alcázar asegura que la inversión llevada a cabo en Pamplonica es «muy significativa» y que el grupo trabaja para que la empresa esté presente en las principales ferias del sector, tanto a nivel nacional como internacional: «A través de estas actividades, se otorga una visibilidad muy importante a la firma ante los operadores de distribución».
«Esta marca nos ha aportado reconocimiento. Todos tenemos en nuestra memoria ese recuerdo de comer un bocadillo con chorizo Pamplonica en el recreo de nuestro colegio».
La primera medida que tomó el grupo tras la adquisición de la compañía fue mantener la producción en Navarra, así como contratar en torno al 40 % de los 67 empleados que trabajaban antes de la adquisición. Ahora, cuenta con «veinte personas» en la plantilla.
El Grupo Tello, según añade su director general, facturó 330 millones de euros en 2022, de los cuales la empresa que posee esta misma denominación es la que mayores ingresos genera. En este sentido, la facturación de Pamplonica no es porcentualmente «alta» dentro del grupo, pero Alcázar sostiene que «ofrece solidez» al portfolio y «un enorme prestigio».
PREPARATIVOS PARA EL CENTENARIO
El próximo año es una fecha marcada en rojo para el Grupo Tello, ya que Pamplonica cumple 100 años desde su fundación. Para celebrar un hito tan especial, la propiedad quiere rememorar la apertura de la primera tienda de la marca en la calle Estafeta: «Esta marca nos ha aportado reconocimiento. Todos tenemos en nuestra memoria ese recuerdo de comer un bocadillo con chorizo Pamplonica en el recreo de nuestro colegio».