Periodista, activista cultural, escritor y profesor de la Universidad de Zaragoza. En este orden avanza la narrativa profesional de este turolense (Lechagol 1962). Al menos, así lo escribe. ¿Un cuarteto que cose una declaración intenciones? Pudiera ser.
Vinculado a Tudela como director de la Muestra de Cine y el Festival de Cine Opera Prima, considera que ambos proyectos culturales contribuyen a mejor la marca de la ciudad. “Para mucha gente relacionada con el cine –profesionales, cinéfilos y periodistas, especialmente- Tudela se ha convertido en un lugar de referencia, en el que se cultiva el amor por el cine y la cultura en general, además de un sitio donde se celebra la alegría de vivir. Cualquier iniciativa que potencie ese idilio, me parecería maravillosa y una estrategia muy inteligente para realzar la imagen de la ciudad”, asegura.
El festival cumplirá, en la próxima edición, 20 años, y la muestra, va camino de los 26. Luis recuerda el origen y reflexiona sobre el futuro: “El festival y la muestra de Tudela siempre han tenido algunos objetivos muy claros: acercar a Tudela el mejor cine español y sus profesionales, celebrar y apoyar a los nuevos talentos del cine español, potenciar la vida social y cultural de la ciudad y realzar la imagen de Tudela en España como lugar asociado al cine. En el futuro, se trata de insistir en esos objetivos y, dentro de nuestra modestia, darles el mayor vuelo posible”.
CAVIAR VERDE
La gastronomía es una de esas tendencias ligadas al placer, a la experiencia, a la buena vida. Las estrellas invitadas al festival y la muestra caen rendidas a los productos hortofrutícolas de la Ribera; también, a la cocina renovada y en constante experimentación de sus restaurantes.
Hace años, Maribel Verdú llegó a una conferencia de prensa extasiada tras haber probado una delicatesen a la que llamó “caviar verde”. Para ella, todo un descubrimiento gourmet; para nosotros, los extraordinarios guisantes de Tudela.
Rememoro, con él, esa anécdota. ¿Es frecuente? “Sucede mucho más que frecuente. “También recuerdo a Carmen Machi y Miguel Picazo llorando de placer mientras comían. Todo dios se va con la sensación de haber comido las mejores verduras de su vida”, responde.
PÚBLICO Y ESTRELLAS
Leí hace poco que el mundo ya no necesita a las estrellas de cine, cinceladas a golpe de perfección, pues las personas estamos formadas de luz y de oscuridad. Tudela se encuentra cómoda entre galanes, comediantes y divas. Hay naturalidad, sin alharacas. Se nota, sobre todo, en los encuentros con el público, entregado y con ganas de hurgar en sus trabajos.
“El público es una abstracción. Por eso, para los profesionales, el encontrarse cara a cara con él, y conocer las impresiones que provocan sus películas, es una experiencia muy grata y enriquecedora”, expresa.
Aquí, el Olimpo del cine español encuentra cercanía. Sobre su paso por Tudela, “siempre lo recuerdan con una sonrisa y siempre tienen ganas de volver. Lamentan no haberla conocido mucho antes”, añade.
Célebres fueron las charlas con los renovadores del cine español, Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. Junto a cineastas como Martín Patino o Saura, los jóvenes talentos también dejan en la Ribera regueros de gloria.
Le pido que viaje en el tiempo y cuente cómo, en esta etapa, ha vivido le evolución del espectador: “Es un tema muy complejo. Pero se puede decir que, en general, en estos últimos 25 años se han multiplicado enormemente las opciones de entretenimiento audiovisual y el espectador de cine se ha vuelto mucho más exigente y selectivo”, dice.
IMAGINACIÓN
Hablamos, seguidamente, del valor de la imaginación y el de la implicación de las personas en el éxito de Tudela como ciudad del cine: “Sin la imaginación y la implicación de la maravillosa gente del cineclub Muskaria – verdadera alma de la muestra y el festival- y del ayuntamiento de Tudela nada podría salir adelante. Si reparamos sólo en su presupuesto, el de Tudela es el festival competitivo de largometrajes más modesto de España. Pero gracias a la imaginación y la implicación de esa gente, es uno de los que más rentables social y culturalmente y de los que más alegrías ofrecen. Presumimos de ello”.
Ha publicado varios libros de cine y antologías de artículos. Codirigió con David Trueba ‘La silla de Fernando’ (2006), una película-conversación con Fernando Fernán-Gómez que fue candidata al mejor documental en los Premios Goya y en las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos. “Fue una de las mejores experiencias de mi vida. A David Trueba y a mí nos hubiera encantado hacer algo en esa línea con otras grandes figuras de la vida española pero, por diferentes razones, hasta ahora, no ha sido posible”.
El pasaje bíblico “de cierto os digo, que ningún profeta es aceptado en su propia tierra”, no se cumple en el caso de este polifacético periodista. Entre otras distinciones, ha recibido el Premio Especial de la Asociación de la Prensa de Aragón, la Medalla al Mérito Cultural del Gobierno de Aragón y es Hijo Adoptivo de la ciudad de Zaragoza.
Su pasión por el cine no descansa. Dirige en la Universidad de Zaragoza, desde 1996, ‘La buena estrella‘, ciclo de charlas con personalidades del cine español, y es colaborador de los festivales de cine de, Málaga, Melilla, Jaén y La Almunia de Doña Godina. Suena rico, y a eficiencia y productividad.