El Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Navarra (COAT) entregó el 0,7% de su presupuesto anual a tres entidades sin ánimo de lucro para sufragar proyectos solidarios relacionados con la edificación. Dichas iniciativas, además, están impulsadas o participadas por colegiados y colegiadas de la organización, según informó esta a través de un comunicado. En concreto, el Colegio realizó una donación destinada a sufragar actividades solidarias impulsadas por Arquitectos sin Fronteras, Geólogos del Mundo y Cruz Roja Navarra.
Arquitectos sin Fronteras, asociación con la que colabora la colegiada Irene Recarte, destinará la donación recibida a un proyecto para la rehabilitación del Hogar Maternal de Santa Rosa de Copán, en el oeste de Honduras. Una casa refugio que acoge a campesinas embarazadas que habitan en poblados alejados de la ciudad durante las semanas previas al parto.
De igual forma, Geólogos del Mundo, de la que forma parte la colegiada Arancha Carrero, construirá una edificación para el desarrollo de actividades lúdicas y la prestación de apoyo psicosocial a las mujeres y a sus hijos e hijas de la ONG Flè Kiskeya, en Haití.
Jesús María Sos (Colegio de Arquitectura Técnica): «Nuestra profesión no puede ser ajena a las dificultades que atraviesan las personas».
Por último, Cruz Roja Navarra destinará los fondos a su programa Cruz Roja Reacciona. Este pretende dar respuesta a la crisis provocadas por la reciente pandemia, el cambio climático y el conflicto de Ucrania.
Desde hace más de veinticinco años, el COAT dona una partida anual para sufragar proyectos solidarios en países en vía de desarrollo o, en el caso de llevarse a cabo en su entorno cercano, destinados a atender a los más necesitados y luchar contra la pobreza.
Los últimos homenajeados por el COAT pertenecen a las promociones de 1970, 1971 y 1972.
«Además de ayudar económicamente, el Colegio pretende hacer un reconocimiento a la labor de determinadas entidades de ayuda social», subrayó Jesús María Sos, presidente de la entidad. «Nuestra profesión no puede ser ajena a las dificultades que atraviesan las personas y quiere aportar su pequeño granito de arena a estas organizaciones porque son las que mejor pueden canalizar estas ayudas», añadió.
HOMENAJE, ADMIRACIÓN Y RECONOCIMIENTO
La fiesta de Navidad de la entidad sirvió también para reconocer a los profesionales de la arquitectura técnica de Navarra que han desarrollado su labor durante más de 50 años. Debido al impacto de la pandemia, que obligó a aplazar las dos entregas de premios anteriores, la organización distinguió a tres promociones distintas. Así, fueron reconocidos profesionales de la promoción de 1970, como José Javier Muruzábal, Sebastián Zalguizuri y Arturo Felipe Pérez; de la de 1971, como José Manuel Arbizu y Joaquín María Larumbe; y de la de 1972, como Lorenzo Aizpún, Félix Eduardo Aliaga y Jesús Escribano.
A este respecto, Sos destacó que la profesión ha evolucionado por «el avance tecnológico, la variabilidad del contexto económico y las nuevas demandas de la sociedad». Precisamente, esas transformaciones les han obligado a estar «constantemente actualizados y al tanto de todas las tendencias y tecnologías». En el caso de los homenajeados alabó una dedicación, esfuerzo y pasión «que merece toda nuestra admiración y reconocimiento».
