El comité de la empresa navarra Vicarli (cinco personas delegadas de ELA, dos de LAB, una de CCOO y otra de UGT) denunció este martes «la deriva de la compañía». En este sentido, señaló que la «inminente venta» de la empresa -actualmente es propiedad del fondo de inversión GPF Capital– ha provocado «reacciones que ya están pagando las personas trabajadoras».
Según informó este martes, cinco personas han recibido su notificación de despido en los últimos días. El comité denunció en este sentido que la empresa «no ha buscado ningún tipo de diálogo ni solución antes de acometer» los despidos. Para la representación sindical, la compañía ejerció «un total despotismo y totalitarismo, generando entre la plantilla una sensación de precariedad, incertidumbre y mal ambiente generalizado».
«La incomprensión del comité es total. La empresa no ha querido escuchar a los trabajadores ni estudiar alternativas, y tampoco ha valorado ninguna otra posibilidad. Desde la compañía alegan causas objetivas y ofrecen a las personas afectadas una indemnización mínima por despido», valoraron desde los sindicatos.
Además, el comité prevé que se produzcan «más despidos en los próximos días, lo que provocará casi con total seguridad el cierre del centro de trabajo» de Beriáin. Por ello, el comité quiso interpelar al Gobierno de Navarra a defender el empleo en la Comunidad foral, «poniendo por delante de cualquier otro interés a las personas trabajadoras». Así mismo, el comité exigió a la empresa que «sea transparente, dialogue con la parte social y atienda sus peticiones».
EL PERFIL DE LOS DESPEDIDOS
El comité criticó igualmente que «se haga una limpia de personas trabajadoras para hacer más atractiva la compañía a la hora de venderla», teniendo en cuenta que los despedidos son «profesionales con experiencia y comprometidas con su trabajo». Por ello, desde los cuatro sindicatos se advirtió a la compañía de que la plantilla y las organizaciones sindicales serán «combatientes» si la empresa «continúa por esta misma senda».