La facturación de la industria agroalimentaria de la Comunidad foral supera los 2.500 millones de euros anuales. Cuenta, además, con 1.370 compañías y 24.000 explotaciones agrarias que emplean a más de 25.000 personas. Y representa el 23 % del Valor Añadido Bruto (VAB) de la región. Además, sus exportaciones superan los 1.200 millones de euros.
Sin duda, se trata de uno de los principales motores de la economía navarra, de ahí que Laboral Kutxa analizara su situación este martes en la presentación, por primera vez en Tudela, de su estudio ‘Economía Navarra. Informe 2021’. Un acto que suscitó el interés de más de un centenar de empresarios, directivos y profesionales de la Ribera y al que también acudieron los consejeros forales Mikel Irujo (Desarrollo Económico y Empresarial) y Elma Saiz (Economía y Hacienda)..
“Las tasas de crecimiento del sector agroalimentario se están desacelerando desde principios de año”, afirmó el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga. No obstante, precisó que “esa rebaja se produce dentro de una cierta estabilidad y en un clima industrial que se mantiene en positivo”.
Previamente, el director territorial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena, agradeció a la Asociación Empresa Ribera (AER) y a las autoridades locales su ayuda y colaboración para organizar el encuentro. “La tasa de desempleo, aunque en la Ribera sea un punto porcentual superior a la media del resto de Navarra (8,76 %), es una de las fortalezas de nuestra economía para enfrentar la compleja situación que estamos viviendo”, añadió.
Javier Cortajarena: “La tasa de desempleo, aunque en la Ribera sea un punto porcentual superior a la del resto de Navarra, es una de las fortalezas de nuestra economía”.
Cortajarena, además, compartió con los asistentes que las subidas de tipos de interés continuarán en Europa hasta la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de diciembre. “La magnitud de esos incrementos plantea dudas acerca de su carácter excesivo y el impacto que pueden tener en la actividad económica de la eurozona”, comentó. Al hilo de esa reflexión, Madariaga se mostró confiado en torno a la evolución que puede seguir la economía europea de ahora en adelante.
Así, señaló que “los precios de la energía están viviendo una cierta desaceleración que se está empezando a trasladar al IPC, aunque no haya llegado todavía a la inflación subyacente“. Precisamente, esta declaración coincidió con el dato conocido este martes, que sitúa la inflación de noviembre en el 6,8 %, cinco décimas menos que en el mes anterior. Ante ese escenario, Madariaga auguró una inflación del 3 % para finales del próximo ejercicio en Europa.
Por otro lado, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa dejó la puerta abierta a la posibilidad de que se produzca “una recesión técnica” en 2023. “Es posible que haya dos trimestres de caída, pero la expectativa para el conjunto del año es que termine en crecimiento”, matizó.
MÁS CRÉDITOS FORMALIZADOS
La presentación en Tudela de ‘Economía Navarra. Informe 2021’ incluyó, por último, un diálogo abierto en el que participaron los consejeros Irujo y Saiz. Esta última aseguró que, pese a que están bajando la demanda de electricidad y el consumo privado, “no existen evidencias de un deterioro acusado de la actividad económica”. “Algunos expertos han empezado a sugerir que esa caída que todos estábamos esperando no será tan grave y podremos evitar la recesión”, resaltó.
Al hilo de lo expresado por Saiz, Cortajarena confirmó que el actual contexto no está suponiendo a la entidad, “por el momento”, una merma en el número de créditos formalizados con empresas. “Al contrario, están creciendo hasta un 40 % más y se están centrando en medianas y grandes empresas que están utilizando esa financiación para circulante, sobre todo”, informó. Al mismo tiempo, señaló que tampoco ha notado un incremento de la morosidad.
Mientras, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial incidió en el precio de la energía como “el problema” para Europa y Navarra. En el caso de la Comunidad foral, recordó que más de la mitad de dicho consumo procede del sector industrial. “Somos conscientes y la manera que tenemos para mitigar ese gasto son las ayudas directas que acabamos de aprobar”, valoró. Entre dichas subvenciones mencionó los 20 millones de euros aprobados recientemente para reducir la factura energética o la apuesta del Ejecutivo foral por el fomento de la electromovilidad o el autoconsumo energético.