Cuando se extinga definitivamente el fuego, llegará el momento de hacer balance, de cuantificar daños, de recuperar los montes, de aprobar ayudas para las personas y empresas afectadas, de pensar en cómo evitar nuevos desastres… Pero hay negocios que ya empiezan a sentir los efectos de los incendios, como los alojamientos próximos a Sendaviva; las explotaciones agrícolas arrasadas; o las bodegas de San Martín de Unx, Ujué, Arguedas, los alrededores de Puente la Reina…
Las bodegas de estas zonas han salvado sus instalaciones gracias a la ayuda de sus propios trabajadores, los vecinos, los bomberos y los equipos de emergencias. Pero ahora existen otros dos focos que generan una gran incertidumbre: el impacto de las llamas en los viñedos y en el enoturismo.
Tal y como sucede en las bodegas de San Martín de Unx, los propietarios de la mayoría de ellas todavía no han podido cuantificar con precisión los posibles daños registrados en sus vides, ya que en las últimas jornadas se han centrado sobre todo en la lucha contra el fuego. Pero algunos sí han constatado que han resistido a la tragedia. Su disposición en hileras, separadas entre sí, ha ayudado a evitar una mayor propagación de las llamas.
«Aún no sabemos el nivel de afectación en todos los viñedos. Eso sí, paisajísticamente el impacto de los incendios es muy grande. Y eso es muy importante. Son zonas de gran valor ambiental, donde el entorno además contribuye a crear una marca», resalta a este medio el presidente del Consejo Regulador de la DO Navarra, David Palacios.
Visiblemente apenado, Palacios mira al futuro con preocupación, ya que el enoturismo es un importante motor para la actividad de las propias empresas y el desarrollo de estos municipios a lo largo de todo el año. Es decir, no es tan estacional como el turismo de mar o montaña.
«El enoturismo queda afectado de forma muy importante. No es comparable ir a unos viñedos con un entorno de bajo monte mediterráneo precioso a que todo esté calcinado… Es que el enoturismo está muy basado en el viñedo, que es lo que le da un mayor valor. Después de esto, la economía de muchas zonas puede cambiar. Hará falta apoyo», añade.
Por ahora, desde el Gobierno foral no se han convocado reuniones de trabajo con los representantes del sector: «Todavía están ardiendo algunas zonas. Habrá que esperar un poco…».
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