La Cátedra de Empresa Familiar ya es una realidad. Surgida del convenio de colaboración firmado a finales del pasado año por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), el Instituto de Empresa Familiar (IEF), la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Navarra (ADEFAN) y la Caja Rural de Navarra, fue presentada este martes en un acto celebrado en la UPNA, en el que su directora, Beatriz Rodríguez Sanz de Galdeano, remarcó que el proyecto nace con el objetivo de contribuir al conocimiento de las empresas familiares de la Comunidad foral y a su desarrollo.
La cátedra pretende fomentar estudios que permitan aportar soluciones a los distintos problemas que afectan a las empresas familiares, definidas en el convenio fundacional como “instrumentos esenciales para el desarrollo y bienestar económico de nuestra sociedad”. Se ha constituido como un foro de encuentro entre académicos, empresarios, profesionales y estudiantes, que dará lugar al intercambio y trasvase permanente y bidireccional de conocimiento, experiencias e inquietudes en este ámbito para producir beneficios e intercambios mutuos. Sanz de Galdeano señaló, en este sentido, que la iniciativa es un ejemplo de la apuesta de la UPNA por tender puentes con la sociedad navarra y sus principales agentes económicos y sociales.
Francisco Esparza: “La cátedra se ha conseguido porque hemos sido capaces de colaborar, demostrando que sabemos trabajar en común”.
Intervino también Francisco Esparza, presidente de ADEFAN, quien se congratuló por la puesta en marcha de la cátedra y apuntó que esta había sido posible “porque hemos sido capaces de colaborar, demostrando que sabemos trabajar en común”. Y añadió que gracias al proyecto, las empresas familiares “serán más fuertes”, los alumnos estarán mejor formados y todo ello ayudará al desarrollo de Navarra.
Ricardo Goñi, director de Relaciones Institucionales de Caja Rural de Navarra, reiteró el apoyo de la entidad financiera tanto a la cátedra como a las empresas familiares para dar paso, acto seguido, al ponente invitado: Toni Nadal, entrenador hasta 2017 de uno de los mejores tenistas de la historia, Rafael Nadal, a quien formó como figura del deporte y como persona. Por eso, prestó “más atención al carácter que a las habilidades técnicas” de su sobrino, según admitió él mismo, con el fin de fomentar en el campeón la disciplina, la autoexigencia, el respeto a los rivales o la humildad, entre otros valores.
NO PERDER “LO ESENCIAL”
Toni Nadal lo consiguió sin recurrir a técnicas sofisticadas. Por ejemplo, cuando el tenista se alzó con su primer título de campeón de España, buscó la lista de los ganadores que lo habían precedido y le fue leyendo los nombres de todos ellos. Rafael Nadal, como imaginaba su tío, no los conocía: “Son campeones, como tú. De veinticinco conocía a cuatro o cinco, y le pregunté si creía que había alcanzado su meta o quería seguir su proceso de aprendizaje”. La misma escena se produjo cuando obtuvo su primer Roland Garros. “Siempre dije a mi sobrino que nada de lo conseguido era suficiente, que no había alcanzado su meta”, rememoró.
Tampoco cree demasiado en ayudas como las procuradas por psicólogos, nutricionistas o en los entrenamientos basados en estudios estadísticos y planificados por científicos: “Yo le aconsejaba que golpeara la pelota lo más fuerte posible, que la colocara allá donde no estuviera el rival y que no la tirara fuera de la pista. Se da más valor a lo secundario y nos perdemos lo que es esencial”.
Toni Nadal: “La gente que triunfa es la que está dispuesta a darse más oportunidades, y Rafael Nadal siempre lo ha hecho”.
Toni Nadal se definió como “un apasionado” de lo que hace, como una persona que quiere exprimir la vida. “Me apasionó el tenis, luego entrenar y siempre los retos, míos o los de los chicos que entreno”. Aseguró que siempre hablaba muy claro a su sobrino, que le decía la verdad aunque no le gustara, y que si confió en Rafael fue porque, además de tener talento, “estaba dispuesto a hacer lo necesario para alcanzar un propósito, y estaba abierto a aprender”.
Antes de que el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo, cerrara el acto, Toni Nadal lanzó un último e inspirador mensaje al público: en el tenis, como en cualquier otra actividad, incluidos los negocios, “la gente que triunfa es la que está dispuesta a darse más oportunidades, y Rafael Nadal siempre lo ha hecho”. Hoy sigue desde una segunda línea la carrera del tenista y forma parte del proyecto de la Rafa Nadal Academy, donde intenta transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones y promesas de este deporte.
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