La cuenta de la red social Linkedin suele ser un buen recurso para conocer la trayectoria profesional de sus titulares. La información que ofrece la de José Antonio Hidalgo es escasa, pero muy significativa. Únicamente indica que es el gerente de Gazpi, el concesionario de la marca Mercedes-Benz, desde febrero de 1997. Es decir, desde hace exactamente veinticinco años. Agradece sonriente nuestra felicitación por el aniversario y, con una leve inclinación de cabeza y tras confesar que apenas utiliza las redes sociales –“me gusta más el roce cercano”-, nos informa que, en realidad, ha tenido otros empleos. Pero fueron más de lo mismo porque siempre ha trabajado para Mercedes-Benz.
José Antonio Hidalgo mira hacia atrás para explicarnos el porqué de su fidelidad al fabricante alemán. Nació en Vitoria en 1963, y se define como “un hombre de dos canteras: la del Alavés, porque jugué en las categorías inferiores del club, y la de Mercedes-Benz, porque en 1980 entré en la escuela de aprendices en la fábrica que tiene en Vitoria”.
“Me ficharon cuando estudiaba Maestría Industrial Electrónica y, desde entonces, estoy relacionado con la marca. ¡Son ya 41 años!”, dice componiendo un gesto entre el asombro y la incredulidad. Cuando entró, en la sección de ensayos y pruebas, era el más joven de los 3.800 que trabajaban entonces en la factoría. En 1982, ya a jornada completa, comenzó ingeniería, aunque no terminó los estudios porque se presentó a unas pruebas de promoción interna que, en 1986 y con 23 años, le llevaron a Madrid como delegado comercial. De nuevo, era el benjamín de la plantilla de la organización central de la marca en España. Fue certificado como gerente tras pasar por la escuela de la propia Mercedes-Benz, en la que recibió formación empresarial, y en 1989 la marca adquirió el concesionario de San Sebastián, que tenía dificultades económicas. Le ofrecieron hacerse cargo de la gerencia, aceptó y se convirtió, como ya habrán adivinado, en el gerente más joven de toda la red de Mercedes-Benz España.
“Nos preparamos para el que sin duda será el mayor cambio que se ha vivido en la historia de la automoción. La transformación va a ser total”.
Consiguió reflotar el concesionario donostiarra y volvió a Madrid, a la organización central. Para entonces ya se había casado con una navarra y ambos optaron por vivir en Vitoria, con lo que posiblemente sacrificó su ascenso a los puestos directivos de Mercedes-Benz España. “Como me movía por la zona norte me conocían tanto los propietarios de Gazpi, la familia Guibert-Oficialdegui, como su gerente, José Luis Gutiérrez. Y cuando se jubiló, me ofrecieron sucederle en la gerencia”. Era el 1 de febrero de 1997, trasladó su residencia a Cizur… y hasta hoy. “Soy un hombre Mercedes al cien por cien. Lógicamente, a lo largo de mi vida profesional he tenido ofertas laborales de diferentes marcas y empresas, pero aquí me siento cómodo en un trabajo que me gusta. No voy a decir que soy el único, aunque estoy casi seguro de que así es, que haya trabajado en la fábrica, en la central y ahora en la red de concesionarios”. Añade que, de esos tres destinos, el más complejo es el actual. “Porque diriges a personas y estás con el cliente cara a cara, aunque me gusta el contacto y la cercanía”, insiste.
LA POPULARIZACIÓN DE MERCEDES
Bajo su dirección, Gazpi, que ya ha cumplido más de cincuenta años, se ha trasladado de Arre a Tajonar, instalándose además en Tudela, y ha adquirido un taller autorizado de camiones y furgonetas en Irura (Guipúzcoa). El grupo da empleo a 102 personas, 78 de ellas en Tajonar. Ofrece toda la gama de vehículos Mercedes-Benz: turismos, furgonetas, camiones, autobuses y Unimog, además de los automóviles de la filial Smart. Además, cuenta con talleres autorizados y especializados para todos ellos. Mercedes-Benz, para la gran mayoría, sigue siendo la marca referente del prestigio en el panorama automovilístico mundial.
Comentamos con Hidalgo que eso facilita la labor comercial, ya que casi no es necesario informar al cliente de las virtudes de los vehículos porque se les presuponen. Aunque al mismo tiempo conlleva un mayor grado de exigencia porque todo lo relacionado con la marca tiene que estar al mismo nivel de excelencia. El gerente de Gazpi asiente con elocuentes movimientos de cabeza, al tiempo que apunta que Mercedes-Benz fue inicialmente un coche elitista y ha ido popularizándose, sobre todo desde que puso en el mercado la gama de compactos Clase A: “De modo que hemos incorporado a clientes a los que antes no llegábamos. De hecho, llevamos cuatro o cinco años siendo la marca prémium más vendida en Navarra por delante de Audi y BMW”. En cuanto a la venta de camiones, es uno de los primeros concesionarios de España, entre otras cosas porque se encarga de su comercialización en todo el País Vasco.
“Cuando en 1980 entré en la escuela de aprendices de la fábrica que Mercedes-Benz tiene en Vitoria, era el más joven de los 3.800 de la plantilla”.
Si en la anterior crisis económica las marcas prémium no se resintieron tanto como las generalistas, los efectos negativos de la causada por la pandemia han sido generales. Al igual que el resto de concesionarios, Gazpi atendió los servicios esenciales y acordó un ERTE con la plantilla. “Pero en cuanto se levantó el confinamiento lo levantamos y nos pusimos a trabajar a tope para recuperarnos del parón de la actividad”. Sin tiempo para recuperarse de los problemas generados por el Covid-19, llegó la escasez de materias primas en general y de chips y semiconductores en particular, que se traduce en retrasos en la producción de vehículos y plazos de entrega que se dilataban cada vez más. Una situación que José Antonio Hidalgo confía en que se vaya regularizando poco a poco. De hecho, dice que ya se vislumbra una mejoría, sobre todo en los turismos. En los camiones, a los retrasos se una la alta demanda, lo que propicia demoras en las entregas de casi un año. “Y ahora estamos un poco peor en furgonetas, aunque la situación es cambiante”.
Debido a ese contexto, en 2021 Gazpi no pudo alcanzar el nivel de ventas de turismos de 2019 “y tampoco de 2020, pero en este caso por falta de vehículos porque sí había demanda”. “En camiones y furgonetas, sí hemos recuperado las ventas de 2020, y en postventa hemos empezado a igualar las cifras de 2019. ¿Las expectativas para 2022? Pues que sea mejor que el año pasado. Pero con todos los líos que está habiendo puessss… ya veremos”.
A todos esos problemas hay que añadir la incertidumbre de un futuro próximo, en el que se va a producir “el que para mí será sin duda el mayor cambio que se ha vivido en la historia de la automoción”. Es más, “la transformación va a ser total”, manifiesta abriendo los brazos, como si quisiera abarcar toda esa industria abocada a reinventarse. “En Gazpi ya hemos comenzado a adaptarnos al cambio que supone la electrificación y, al mismo tiempo, hemos digitalizado por completo el concesionario y nuestras relaciones con los clientes”.
Más cambios: los que va a traer, a partir de mayo de 2022, la nueva normativa europea de distribución. Algunas marcas seguirán con los concesionarios; otras, como Mercedes-Benz, los transformará en agentes: “Ya nos han comunicado que, desde el 1 de enero de 2024, la facturación va a ser directa de la marca y los precios serán fijos en todos los puntos donde se comercialicen sus turismos, con vistas a crear un ecosistema de Mercedes de marca prémium de lujo moderno, como dicen ellos. Está por verse cómo funciona eso, que se va a apoyar mucho más que hasta ahora en la venta digital”.
FUTURO ELÉCTRICO
Teniendo en cuenta todas esas circunstancias, ¿qué recomendaría a un cliente que busca asesoramiento sobre qué coche elegir en estos momentos? “Lo primero hay que escuchar sus necesidades, cómo y para qué lo utilizaría, pero los enfocaría hacia un híbrido enchufable o eléctrico porque el futuro en turismos y furgonetas pasa por ahí”. De acuerdo, pero mientras no exista una red de recarga suficiente la electrificación seguirá siendo una quimera, objetamos, a lo que Hidalgo responde que “ahí vamos a ver ahora un empuje… exponencial”.
Lo dice con total seguridad y una media sonrisa, que nos llevan a pensar que está al corriente de un secreto al alcance de unos pocos. Pero no lo revela: “De hecho, en 2021 Mercedes-Benz ha sido la primera marca en España, muy por encima de las generalistas y prémium, en ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Y, en Navarra, de las tres marcas prémium nos hemos llevado el 60 % de las ventas de esos coches”. De paso, nos indica las razones por las que sus vehículos son los preferidos.
“Te quedas alucinado con las cosas que hoy en día incorporan los vehículos en cuanto a confort, seguridad y, sobre todo, conectividad”.
Durante la charla vamos observando su pulcro despacho, adornado con una colección de modelos Mercedes-Benz en miniatura. Eso nos anima a preguntarle si, además de venderlos, le gustan los coches. “¡Síííí, me encantan. Vaya, no me vuelven loco, pero sigo la Fórmula 1, donde somos campeones con Lewis Hamilton, o cuando aparecen novedades… Te quedas alucinado con las cosas que hoy en día incorporan los vehículos en cuanto a confort, seguridad y, sobre todo, conectividad. ¡Es que hoy puedes ponerlo en marcha, moverlo y aparcarlo con el teléfono móvil¡ ¡Es tecnología punta!”.
Hidalgo se explaya en los detalles. “Desde aquí puedes saber todo: dónde está, si lo tienes abierto o cerrado, nivel de combustible… Todo, todo”, nos explica mostrándonos la pantalla del suyo al tiempo que recuerda cómo Mercedes-Benz es la marca que ha registrado un mayor número de patentes. Aventura que, dentro de no mucho tiempo, no habrá colisiones “porque los coches avisan y, si no haces caso, frenan o corrigen la trayectoria”. “Y si todos tienen esos sistemas, no chocarán entre sí”, agrega. Porvenir oscuro para los chapistas, apuntamos en plan chascarrillo. Pero parece que hemos acertado porque Hidalgo nos da la razón.
Aún hablamos un poco más sobre ese futuro que ya está aquí, que también ha modificado los hábitos sociales en relación con la compra de coches. Y demostrando grandes reflejos, nos pone al corriente de nuevas fórmulas de comercialización con múltiples opciones adaptadas a esa cambiante realidad. Entre una cosa y otra, la charla se ha alargado más de lo previsto, pero antes de despedirnos le preguntamos por la estrecha vinculación de Gazpi con el deporte navarro. “Era fiel seguidor del Alavés y ahora lo soy también de Osasuna. Tengo dos equipos y soy socio de los dos”, confiesa riéndose al recordar que sus hijos le tomaban el pelo cuando ambos estaban en Segunda División.
La empresa colabora con las fundaciones Osasuna y Ardoy; organiza torneos de golf, pádel y tenis… “Nos gusta interrelacionarnos con la sociedad navarra. Además, nos sirve para tener contacto con nuestros clientes más allá del vínculo comercial”. Todavía le queda algo de tiempo para andar “por el Camino de Santiago”, estar con la familia y sus amigos… e ir a El Sadar y Mendizorroza, claro.