viernes, 26 abril 2024

Jon Angulo, la vida en un Excel

Lleva quince años al frente de Hidro Rubber, una empresa auxiliar de la automoción que transformó al implantar un modelo de gestión, inclusivo y participativo, basado en las personas. Dicho sistema se considera un ejemplo a seguir y ha merecido múltiples premios, además de propiciar un aumento de la facturación gracias a la exportación del 90 % de la producción. De todo eso y mucho más habla en su blog, en un libro que acaba de escribir y a lo largo de esta entrevista.


Lesaka - 12 febrero, 2022 - 00:02

Jon Angulo muestra algunos de los productos que fabrica Hidro Rubber. (Fotos: Maite H. Mateo)

No es difícil encontrar información sobre Jon Angulo en internet. De hecho, tiene un blog -que más bien es una web-, donde se presenta. Ya cara a cara, añade que es de Hondarribia. «Pero entre que mi abuela tenía sangre navarra y que llevo veinte años trabajando en Lesaka, ya me considero medio de aquí». Sigue viviendo en su localidad natal, por lo que le alabamos el gusto, y Jon parece justificarlo: «Soy acuático, medio anfibio, paso mucho tiempo en el agua».

Aclara sonriente que lleva 27 años practicando el surf como afición «porque lo tenía ahí, cerca de casa», y que hace siete empezó a nadar en el mar para coger fuerza y surfear mejor: «Me ha enganchado, hago carreras largas, de diez o más kilómetros». Forma parte del equipo máster del Bidasoa 21 de Irún y entrena cuatro días a la semana. En invierno, lo hace en piscina aunque se lanza al mar incluso estos días. Y ha competido en Menorca, Girona, Alicante… Hace tres años, en Marruecos recorrió treinta kilómetros en tres días. Y, a finales de verano, hará la travesía entre las islas Cíes y Vigo. «Siempre he hecho mucho deporte. Hasta los 18 años jugué al fútbol; he hecho esquí; he practicado tenis, pala, pádel, squash, baloncesto, bici… De todo menos artes marciales y escalada».

Llevamos unos minutos en torno al deporte y va siendo hora de reconducir la entrevista. Así que recurrimos a los valores que fomenta su práctica y su aplicación al mundo laboral. El director gerente de Hidro Rubber comenta que, efectivamente, competir en equipo «te da muchas lecciones». «Aprendes a disfrutar y a sufrir juntos, inculca valores como el esfuerzo, el sacrificio y la solidaridad… Por eso, creo que es muy importante que los chavales hagan deporte en grupo«. En su caso, además, le sirve para eliminar el estrés. «Hay que cultivar también la mente. Yo leo muchísimo, la cabeza tiene que estar tan activa como el cuerpo».

Como volvemos a desviarnos del guion, le preguntamos por sus estudios. Cursó Ingeniería Superior Industrial en Tecnun (Universidad de Navarra), después un MBA Executive en Deusto y el Programa de Alta Dirección en el IESE. «Mi abuelo me decía que tenía que ser ingeniero, simplemente porque les arreglaba un reloj o les configuraba una alarma. Pero no era una vocación. Cuando me tocó decidir, no tenía ni idea de lo que quería hacer. En mi caso fui descartando lo que no me gustaba y, al final, me quedé con Ingeniería y Empresariales. Opté por Ingeniería porque mi primo la estaba haciendo y tenía más información sobre la carrera. Si hubiese estado en Empresariales, igual habría acabado ahí», detalla riéndose.

«No concibo un trabajo en el que pasas ocho horas y no estás a gusto ni involucrado, no conoces el proyecto ni tienes buen ambiente».

En 1997, cuando estaba en sexto curso, iba por las tardes a Tiradores Egoki para hacer el proyecto de fin de carrera. «Más bien lo que hacía era trabajar tres o cuatro horas al día. Empecé en planificación y, al terminar en la universidad, pasé a ser responsable de procesos. El tercer año ya me encargué de la Dirección de Calidad, además de los procesos». A pesar de su progresión, decidió cambiar. «Vine a Hidro Rubber en septiembre de 2000 como director de Calidad. A los seis meses me ofrecieron la Dirección Industrial, estuve cinco años en el puesto y me fui a Gráficas Eman como director industrial para hacerme cargo en dos años de la gerencia. Pero hubo una reestructuración del grupo y me marché porque no se respetó lo que habíamos acordado. Era febrero de 2007, me ofrecieron la dirección general de Hidro Rubber, acepté… y hasta ahora».

CUMPLEAÑOS FELIZ

Cuando aterrizó en la compañía, puso como condición que los propietarios dejaran la gestión y cambió la empresa de arriba abajo: «Además de conformar un equipo directivo, que no tenía, planteamos unos objetivos estratégicos y emprendimos la diferenciación competitiva«. Pero el mayor cambio fue el del modelo productivo, que pasó a basarse en las personas. «Yo no concibo un trabajo en el que pasas ocho horas y no estás a gusto ni involucrado, no conoces el proyecto ni tienes buen ambiente. Aquí ponemos a la persona en el centro e intentamos que entienda lo que hacemos; comunicamos muchísimo; todo el mundo sabe cada mes lo que facturamos, las inversiones, los proyectos que ganamos, los resultados económicos, la no conformidad de un cliente… Absolutamente todo, somos transparentes».

«Me cuesta creer que vaya a desaparecer un sistema motriz cuando aún no estamos preparados para lo que debería sustituirlo».

Además, la empresa tiene detalles amistosos con la plantilla que va enumerando mientras los cuenta con los dedos de la mano derecha: «Jornadas de puertas abiertas para familiares, cena de empresa, celebramos los cumpleaños una vez al mes con un almuerzo caliente que nos traen de fuera, damos un regalo a quien cumple años, cuando a alguien se le hace fijo le entregamos una tarta en la que pone ‘Bienvenido a Hidro Rubber’ y una botella de cava para que lo celebre con los suyos…». Un tanto sorprendidos por lo inhabitual de esos gestos, le preguntamos que el ambiente entonces debe de ser bueno, ¿no? «Síííí, muy bueno. Es lo que más se valora en las encuestas que hacemos, seguido por el compañerismo y esa vocación que tenemos de hacer cada día algo nuevo para mejorar, cambiar cambiar y cambiar». También imaginamos que esa actitud cordial se traducirá en fidelidad, y Angulo responde afirmativamente. «La gente que nos ha dejado ha sido por promoción al salirle una buena oportunidad laboral. Es que aquí tenemos limitadas las posibilidades de promoción, somos 75. En una empresa de 5.000, tienen muchas más porque cuentan con secciones, cada una con sus direcciones y jefaturas».

Hidro Rubber fabrica componentes de caucho para automóviles, más concretamente juntas y válvulas para sus depósitos de combustible. Además, exporta el 90 % de su producción, sobre todo a China pero también a Singapur, Estados Unidos, Sudáfrica y toda Europa, y es proveedor de las marcas más importantes. La matriz está en Lesaka, una planta que facturó 17 millones de euros en 2021 y que espera llegar a los 24 este año. «Pero no sabemos si va a ser normal porque seguimos con las crisis de los semiconductores, de las materias primas y el Covid-19». Las fábricas de coches trabajan al ralentí y eso afecta a la empresa, aunque el inicio del año está siendo bueno. «Pero también comenzamos 2021 muy fuerte, hicimos el récord de facturación mensual en marzo y, sin embargo, en el segundo semestre la cartera cayó un 13 %. Los clientes te cancelaban pedidos casi de un día para otro al quedarse sin semiconductores».

«Estamos en constante cambio, innovamos cada día, no hacemos nada como hace cinco años».

No obstante, relativiza el dramatismo que puede deducirse de sus palabras: «Llevo veinticinco años trabajando y he pasado la crisis financiera de 2008, la de las materias primas de 2012, la del Covid-19 y los semiconductores… Así que cuando oigo que llega otra ya sé, pam pam pam, lo que tengo que aplicar. Al acabar el año, siempre digo a la plantilla que el año ha sido duro y que el siguiente aún va a ser más. Bueno, no digo duro sino divertido, pero ellos ya me entienden. Ja, ja, ja».

CHINA, CLIENTE Y COMPETENCIA

Cuenta con una segunda fábrica en Italia, un almacén en Estados Unidos y otro en proyecto en China, país que representa el 30 % de la facturación total del grupo. Hace unos años, Angulo decía que los productos de Hidro Rubber no se hacían en China, pero que acabarían teniendo competidores allá. Un vaticinio que parece no haberse cumplido ante esas cifras. Y si los planes son los de abrir el almacén…

«Ya tienen fabricantes, pero solo atienden la demanda interna, no la de Europa o Estados Unidos… de momento. Nosotros estamos en constante cambio, innovamos cada día, no hacemos nada como lo hacíamos hace cinco años, nada. Eso nos permite desarrollar proyectos para que, cuando los chinos se lancen a otros mercados, podamos estar haciendo otras cosas», detalla.

Esa misma adaptabilidad les va a servir para el día en el que todos los vehículos sean eléctricos y prescindan de los depósitos de combustible: «Llevamos dos años buscando producto fuera de la combustión, pero no como algo sustitutivo al 100 % sino complementario. Me resulta difícil de creer que vaya a desaparecer un sistema motriz cuando aún no estamos preparados para lo que debería sustituirlo. Pienso que convivirán varios sistemas durante mucho tiempo».

Jon Angulo explica el proceso de fabricación en la nave de Hidro Rubber.

Por otra parte y al vender en todo el mundo, «que se electrifique Europa no significa que no vamos a seguir vendiendo en China, Estados Unidos o Sudáfrica». «Eso nos da un margen para poder evolucionar», a lo que añade que la trabaja con previsiones a dos o tres años. «Y en el volumen de lo que nos piden los fabricantes no vemos bajada». Sí le preocupa el posicionamiento de las nuevas generaciones acerca de la movilidad. «Ese es el gran reto que tenemos, no sé si tendrán un coche en propiedad o compartirán uno autónomo. Pienso que se va a ir al concepto del pago por uso, en los coches y en todo, una raqueta de pádel, un software…».

Cosas así de interesantes pueden leerse en el blog de Jon Angulo, que ha bautizado CeO2, donde explica las ideas clave que ha ido aprendiendo a lo largo de su vida profesional, recomienda libros y comenta las dinámicas que ha hecho con diferentes equipos. También cuenta cuentos con moraleja aplicable al mundo de los negocios y nos hace partícipes de sus charlas, entrevistas y apariciones públicas. «Lo inauguré hace ocho años, más que nada porque en tu carrera profesional hay mucha gente que te enseña cosas, vas aprendiendo… Y quería compartir todo eso por si a alguien le venía bien. Publico tres entradas cada semana y me leen entre 6.000 y 7.000 personas de sitios muy dispares. Me divierte, a la vez me hace reflexionar y por el feedback que tengo veo que resulta útil».

«He tenido que gestionar tres crisis importantes. Así que cuando oigo que llega otra ya sé, pam pam pam, lo que tengo que aplicar».

Nos revela que la víspera ha terminado de escribir su primer libro. «Quería explicar el modelo Hidro Rubber y meter lo que voy reflejando en el blog, pero tenía para dos libros. Así que lo he dividido y el que acabé ayer se centra en lo que he hecho en la empresa. Cuando saque tiempo escribiré la otra mitad con temas más filosóficos».

¿De dónde va a sacar el tiempo? Porque no le puede quedar mucho entre trabajar, la natación, el blog… «También soy consejero externo de una empresa de Elgoibar, estoy en la Fundación Industrial Navarra, doy mentoring a algunas personas para ayudarles en sus carreras, hago un poco de todo. Es que soy superorganizado. Cada año me planteo objetivos en mis distintos campos de actividad: familia, trabajo, amigos, salud, finanzas, desarrollo, etc. Esos objetivos, leer tantos libros al mes, nadar tantos días al mes, visitar a mis ‘aitas’ y llamar a mi hermano que está en Barcelona tantas veces al mes… los llevo a un Excel mensual con seguimiento diario. Anoto cada día todo, absolutamente todo lo que hago, las veces que he ido al teatro… Cuando cuento esto, la gente me mira con cara ‘este está pirao’. Pero lo que no se mide no se puede mejorar«.

En un momento de la entrevista, Jon Angulo comparte una interesante reflexión sobre el futuro. «Aquí estamos ocho horas al día y durante muchos días. Cada vez más porque la jubilación ya no se sabe ni cuándo será. Leí hace poco que los niños de cuatro o cinco años van a vivir 100 y que su jubilación será hacia los 75. Yo tengo 50, pero me hago a la idea de que hasta los 70 voy a tener que trabajar«. ¿Y se ve veinte años más en Hidro Rubber? Resopla con suavidad antes de responder. «Estoy muy contento aquí, tengo toda la autonomía que quiera y la dirección tiene plena confianza en mí. Espero jubilarme aquí, aunque si viene el Barça posiblemente me iré al Barça. Pero, por ahora, estoy muy satisfecho de poder jugar en Osasuna. Estoy cerca de casa, del mar, todo el verano voy a nadar a las 6:30 antes de venir aquí… Sí he tenido ofertas, el año pasado tres o cuatro. Pero tendría que mover a mi familia, y a mi hija de 15 años y mi hijo de 17 les estaría cambiando la vida».

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