El primer trimestre del año no suele ser positivo desde el punto de vista del empleo. El paro en Navarra aumentó en 1.900 personas en el primer trimestre hasta los 33.600 parados, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este jueves. La tasa de paro incrementó “ligeramente” hasta el 10,44 %. Esta cifra, si bien es la cuarta más baja del territorio nacional, subió al 17 % en el caso de los menores de 25 años y al 23 % entre los hombres de este grupo etario.
Según informó la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, el número de ocupados alcanzó la cifra de 288.800, lo cual supone un incremento del 0,32 % en comparación al trimestre anterior. La tasa de empleo se situó en el 53,1 %, de manera que se registra un dato mejor que el del cuarto trimestre de 2021.
Estas subidas tanto de ocupación como empleo implicó un incremento de la población activa hasta los 322.400 activos. Así mismo, la tasa de actividad se situó en el 59,24 %. Esta última cifra mejora, por tanto, en relación con el trimestre anterior como en relación con el primer trimestre de 2021.
Según Cámara Navarra, tanto el paro como la ocupación mostraron cifras “positivas” e indican que el mercado laboral “mantiene una tendencia de mejora” en el primer trimestre del año.
En comparación al mismo trimestre del año pasado, tanto el paro como la ocupación mostraron cifras “positivas” e indican que el mercado laboral “siguió manteniendo una tendencia de mejora” en el primer trimestre del año.
“El aumento de la población activa es un buen dato que muestra que, pese a las dificultades y subidas de precios, el mercado laboral siguió generando ocupación y aumentó el número de personas dispuestas a incorporarse al mercado laboral”, valoraron desde Cámara Navarra.
No obstante, la guerra en Ucrania y la pandemia, “todavía activa y cuyos efectos se trasladan a los precios y las cadenas de suministro”, redujeron las previsiones de crecimiento para Europa, así como para España. El entorno se ha vuelto “muy incierto y complejo” y su evolución es “incierta”.
“Es necesario avanzar de manera rápida y pensando en el largo plazo hacia la adaptación de nuestra economía, de empresas y trabajadores a las necesidades y exigencias derivados de la transformación de los mercados de bienes y servicios que ya están ocurriendo desde 2020, pero también de los avances y retos tecnológicos, digitales de sostenibilidad”, incideron desde la entidad.